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Uruguay baila con ritmo nostálgico gracias a Pablo Lecueder
Viernes, Agosto 28, 2015 - 08:10

Este conductor radiofónico es el responsable de que miles y miles salgan a bailar cada 24 de agosto, que los restaurantes y hoteles se llenen de parejas y que los días previos se disparen las ventas de lencería.

Un conductor radiofónico uruguayo organizó hace 37 años un baile dedicado a la nostalgia en vísperas del feriado de la Declaratoria de la Independencia sin saber que años después esa idea se convertiría en una fiesta nacional.

"Recordar es lindo, pero con música mucho mejor". Esa fue la consigna de la fiesta en la discoteca Ton Ton, cercana a Montevideo, y que todavía hoy mantiene Pablo Lecueder como seña de su baile.

Pablo Lecueder, que en 1978 tenía 21 años, es el responsable de que miles y miles salgan a bailar cada 24 de agosto, que los restaurantes y hoteles se llenen de parejas y que los días previos se disparen las ventas de lencería.


Durante unas horas, una divertida melancolía invade a los uruguayos y convierte en protagonista a la música de las décadas de 1960, 70, 80 y 90 y de principios de este siglo. Cada uno tiene su nostalgia: adolescentes, jóvenes, padres y abuelos.

Salen los que frecuentan las discotecas cada fin de semana y sobre todo quienes están alejados de la noche y lucen más pelos canosos y con más kilos asociados a la edad. Para Lecueder, "el espíritu es recordar cosas y divertirse en onda retro".

En una entrevista que ofreció tiempo atrás recordó que él hizo la fiesta de un programa radial -llamado Old Hits- y jamás se le ocurrió "que pudiera transformarse en lo que es hoy".

"Será por otra costumbre uruguaya que es la imitación de las cosas que funcionan", especuló.

Gradualmente, la idea de Lecueder conquistó otros locales nocturnos en la década del 80 y a partir de los 90 comenzó a universalizarse a otros públicos.

En los primeros años los temas tradicionales de estas fiestas eran de grupos y solistas anglófonos como Bees Gees, Elvis Presley, Queen, Simon and Garfunkel y Cat Stevens.

Pero la incorporación de nuevos públicos sumó "otras" nostalgias en géneros tan distintos como la música tropical, el folclore, el carnaval y el tango.

Las propuestas van desde los megaeventos con precios elevados y artistas extranjeros y en hoteles cinco estrellas hasta humildes clubes barriales que no se quedan atrás con los festejos.

Lecueder reconoce que la elección de la fecha tiene "parte de casualidad" porque "recién tiempo después nos dimos cuenta de que el 24 de agosto tiene una ventaja estratégica: es la previa a un feriado inamovible".

"Los uruguayos somos nostálgicos por naturaleza. Decimos que fútbol era el de antes, que carnavales eran los de antes, que país era el de antes, pero la noche del 24 de agosto es una nostalgia distinta", explica el hoy dueño de la radio Océano FM.

"No es un bajón, sino que además de ser una fiesta de todos, nos permite acortar el invierno porque enseguida viene septiembre", asegura en el libro "Inventos Uruguayos" que publicó el diario El País.

Una ley de agosto de 2004 declaró la Noche de la Nostalgia como fiesta nacional.

Desde hace años, las autoridades implementan estrictos controles para evitar el consumo de alcohol en los conductores, una prédica que mayormente ha sido exitosa. Entre 500 y 600 agentes de tránsito en todo el país salen para realizar controles de alcoholemia y buscando prevenir siniestros.

Lecueder cree que esa noche "no es para escuchar música vieja de una determinada época y de un idioma, es para que la gente salga a recordar lo que hizo en otros momentos".

* Nota por Gerardo Laborde

Autores

Xinhua / LifeStyle