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Vandyck Silveira, de IE: "Estamos haciendo una empresa de alcance global"
Lunes, Enero 27, 2014 - 16:21

Se define como Ph.D sin serlo académicamente. Se trata del actual CEO de Educación Ejecutiva en IE y CEO de una nueva empresa que recién está formando la escuela española junto con un grupo de medios. A continuación, todo sobre él y lo que viene.

El 10 de septiembre de 2013 asumió Vandyck Silveira como CEO de Executive Education en IE y como director general de una nueva empresa de la misma escuela, que pronto verá la luz. Se trata de una relación de años, por lo menos, poco más de década. Mientras Silveira era presidente y CEO del brasileño Grupo IBMEC intentó unir a ambas instituciones, en busca de una marca en conjunto, sin embargo, nunca sucedió.

“Mi relación con IE es de hace 15 años, porque siempre fue mi punto de referencia, desde cuando era presidente y directivo de varias áreas en IBMEC. IE era una joya que miraba con anhelo”, explica Silveira. Fue durante este periodo que el ejecutivo pensó en fusionar ambas marcas, de manera de “crear una red de escuelas del tipo de IBMEC por toda América Latina”. Para el ejecutivo brasileño parte de esta tarea comprendía “llevar el modelo de gestión de IBMEC, porque es muy profesional, está compuesto por personas del mundo de la banca de inversión que tienen mucha experiencia en las mejores consultoras, y además sabemos que la educación es una muy buena inversión. Al mismo tiempo, es la única manera de cambiar un país como Brasil”.

Los lazos de Silveira y el IE se hicieron cada vez más fuertes, así como la intención de crear una empresa de educación. Silveira explica que “en los últimos dos años hablé frecuentemente con Santiago Iñiguez, de IE, para hacer un negocio de educación ejecutiva de amplitud global”. Este negocio que involucraba a IE, integraba su marca y expertise en blended learning, “que es lo que le falta mucho a los proveedores de educación ejecutiva. Según mi experiencia faltaba la utilización de tecnología de punta, porque no es sólo hacer algo online, sino usar una metodología y pedagogía online, que no sólo sea imitar”.

-¿Cuál es el foco y aporte de esta nueva empresa?

Estamos buscando tener una metodología propia. Pensamos, por qué no montamos una empresa global con piernas por todo el mundo con la calidad blended, que es la enseñanza cara a cara y el online, pero que este último tenga algo muy interesante, que es la tecnología y pedagogía de IE,de forma de recrear la pedagogía de IE en todo el mundo, principalmente en el corporativo.

Que esté enfocado en tres pilares, no sólo lo que hacen los proveedores más académicos, que se basan en el conocimiento cognitivo. Porque es fundamental pero no sólo puede ser esto. En Harvard y MIT, por ejemplo, hay excelente conocimiento cognitivo, pero como empresario y ejecutivo necesito más, debo tener modelos de aplicaciones de ese conocimiento. Entonces, hay que trasladar el mundo académico al de negocios. Y esto es muy raro en las mejores escuelas de negocios.

Tengo experiencia en dos partes del mundo, como inversor, ejecutivo, banquero, presidente, pero al mismo tiempo tengo experiencia académica. Siempre hago el siguiente chiste: “Tengo un Ph.D, pero no soy un Ph.D, porque hay una diferencia entre quienes se definen así por ser académicos y quienes tienen estos conocimientos como herramienta analítica, sin definirse como académicos. Una escuela con personas de este perfil es la que queremos crear. Queremos conocimiento profundo, académico y cognitivo, pero no parar ahí. Esperamos poner en marcha bajo este conocimiento y ayudar a las empresas a ejecutar sus estrategias, pero sin ser una consultora. Porque ellos hacen las cosas para los ejecutivos.

Nuestra misión es generar ese mismo impacto y desarrollar competencias organizacionales, además de potenciar la gestión del conocimiento, que es tan importante o más que el conocimiento de las verticales del negocio, de las finanzas y del marketing, entre otras. Es imposible que una empresa sea la mejor en su industria si desde el presidente de la junta hasta la persona que limpia los baños no tienen una misión, vocación y comportamiento que permita que este sueño se haga realidad. En general, todas las grandes empresas que lideran sus sectores no sólo hacen cosas increíbles, sino la forma en que las hacen es muy distinta. Eso es lo que quiero enseñar y aportar a las más diversas empresas del mundo.

-¿La empresa ya está en funcionamiento?

Estamos montando la empresa y a la espera de anunciar la decisión final de los abogados, que se conocerá entre los últimos días de enero y primera semana de febrero. Utilizaremos nuestra capacidad académica en la parte de ejecución y a los ponentes del grupo de medios, que son periodistas reconocidos en todo el mundo. Ellos ayudarán a los ejecutivos. Vamos a utilizar de forma muy inquisitiva modelos de aprendizaje corporativo.

-¿Esta unión responde a una necesidad que se traduce en una nueva tendencia que se está generando: escuelas de negocios y empresas de medios?

Hasta ahora hay sólo dos que hicieron algo similar. Nosotros que estamos en proceso y otra escuela de negocios que hizo algo con Wall Street Journal, que fue muy pequeño. Porque nosotros estamos haciendo una empresa de alcance global. Queremos ser la escuela más relevante del mundo. Creemos que relevancia es más importante que ser número uno, y si lo somos estaremos felices. Pero más que ser top por lo que sale en los rankings es ser el mejor por lo que les dejamos a nuestros clientes. Es un cambio profundo en la educación ejecutiva.

En nuestro caso, la idea es utilizar un cuerpo de business developer, que no son vendedores, son personas con perfil de consultores que puedan trabajar con empresas de consultoras para discutir con ejecutivos senior sus preocupaciones y oportunidades, sobre las cosas cotidianas de la empresa que se pueden manejar. Es una venta business to business, una venta basada en una relación muy íntima y transaccional, porque no estamos vendiendo cajas sino que estamos vendiendo una relación. Por eso es muy consultiva. Por ello, estamos componiendo un cuerpo de ejecutivos muy senior, que vienen de todas partes del mundo, para así quedarnos como socios intelectuales de nuestros clientes.

-¿La escuela tiene cursos blended y educación ejecutiva para las empresas, pero se une a esta nueva unidad?

Lo que pasa es que la escuela de negocios seguirá existiendo y yo llevaré dos funciones, como CEO de Educación Ejecutiva y CEO de una nueva empresa que recién estamos creando con un grupo de medios, de los mas grandes del mundo. Todo esto es para crear una empresa enfocada en la educación corporativa, que trabajará el business to business global en muchas lenguas y hará cosas customizadas para ejecutar la estrategia de las empresas.

Es menos académico y más de transformación de empresas. Mantiene la condición de competencias académicas, pero añade la capacidad de ejecución de estrategia, de cambios y también la parte comportamental, que habitualmente es dejado a los coaches o a los psicológicos organizacionales.

-¿Habrán cambios en los actuales programas blended?

Vamos a mantener los programas blended, los MBA y maestrías. En Educación Ejecutiva tenemos programas que son blended, pero no tenemos la cantidad que nos gustaría, me gustaría internacionalizar aún más la marca.

Lo primero que haremos será irnos a América Latina, tenemos que ser del mundo. Tenemos un aprecio especial por la lengua y cultura de nuestros amigos de Latinoamérica, pero debemos estar en Medio Oriente, ser relevantes en Europa Occidental, hacer más cosas en Alemania, Suecia, Hungría, Polonia y China. Es eso lo que haremos. Claro que América Latina es el punto principal entre los dos primeros años de actividad, junto con Europa Occidental, España y Medio Oriente. Ese es el enfoque.

-Usted dice que falta la utilización de la tecnología, pero también usar la metodología y pedagogía adecuada. ¿Cómo calificaría lo que se está haciendo a nivel global?¿cuál será el aporte de IE en esto?

El mundo es de las nuevas generaciones: de la Y y de la Z, personas que nacieron en un mundo donde no hay distinción de la vida física y virtual. El mundo es un continuo. Pero la mayoría de los programas que existen hoy de este estilo tienen muy poca interacción, donde se intenta replicar lo que sucede en una clase, de forma remota. Se ve películas y leen PDFs, pero eso no es un modelo pedagógico. Es mucho más interesante para la mayoría de las personas poder tocar un libro, que leerlo en el computador. Hay aplicaciones de software que tienen los mismos efectos que tocar un libro. De forma de discutir casos reales entre los estudiantes cara a cara y los que están online, como si también estuvieran presentes. Porque están hablando entre ellos y con profesor. Es totalmente interactivo.

-Usted dijo que anteriormente quiso generar la fusión entre IE e IBMEC para cambiar a Brasil, ¿qué le falta a este país?

El mercado de educación ejecutiva en Brasil es muy sofisticado y amplio, hay muchas escuelas bastante buenas a las que respeto en lo que hacen. En educación ejecutiva, sin duda, la Fundación Dom Cabral es muy especial, sobre todo en los customizados. La Fundación Getulio Vargas es fantástica y tiene una potencia académica muy fuerte. Pero ahí tenemos a Insper, IBMEC y a otras escuelas. Pero falta la gestión que siempre he dicho, que es el profundo conocimiento de negocios. Todavía el mundo académico y de negocios están muy aislados el uno del otro.

Con algunas excepciones, la academia cree que el mercado y las empresas contaminarán la pureza académica. Brasil es extramadamente ideológico, no tan pragmático como debemos serlo. Falta el concepto de acción, del conocimiento para la acción. Esto cambió las escuelas de negocios en EE.UU. Y en Europa, con competencias académicas muy aplicadas. Y esto falta en Brasil, la aplicación inmediata de los conocimientos académicos. Lo que les falta a todas las escuelas de negocios en Brasil es internacionalizase.

Hacer lo que otras b-schoosl en el mundo han hecho. Estas reconocieron que si mantenían su lengua local se quedarían locales, sin relevancia global. Con excelencia, pero locales. Pero la lengua franca de negocios es el inglés. Pero como Brasil es extradamente ideológico no se puede enseñar en otra lengua que no sea portugués. Para contratar a un profesor extranjero, aunque tenga un Premio Nobel, es requisito que hable portugués y en algunos casos debe redefender su tesis en portugués y traducir en portugués. En Brasil aunque se tenga un Ph.D de Harvard se debe probar que se tiene un Ph.D, son cosas de idiosincracia.

Un MBA que venga de de Harvad, Chicago o Stanford, no es reconocido como maestría, porque no se defiende una tesis académica. Pero el propósito de un MBA no es el defender una tesis académica, sino la aplicación de conocimientos a lo largo de un año o dos que dura el programa. En todo el mundo el MBA le sirve a una persona para ascender al PH.D o DBA, pero en Brasil con un MBA no puedes acceder a un Ph.D o enseñar todavía, porque no tiene una que se llama maestría “stricto sensu”.

Esta falta de pragmatismo en la academia brasileña crea los problemas que tenemos hoy, que somos un gigante pero la tasa de innovación en Brasil es deplorable. No se innova en nada. No hay creación de ideas aplicables con capacidad comercial, ni de tranformación. Porque la academia brasileña no trabaja en conjunto con las empresas.

Silicon Valley está en medio de una región que tiene la Universidad de California, Stanford y la Universidad de Santa Clara, entre otras. No habría Silicon Valley sin esta relación íntima del mundo académico con el empresario. Otro ejemplo, en Carolina del Norte hay un lugar llamado el Triángulo de Búsqueda, donde hay importantes universidades. Lo que no pasa porque un mago decide crear un clúster industrial muy avanzado en un sitio. Esto depende de empresarios con capacidad de pensar en grande y querer invertir, también con ayuda de emprendedores.

En Brasil no existe esto y lo poco que se ha hecho ocurrió con Embraer, que está al lado del MIT de Brasil, que es el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA). Pero no se reprodujo esto, porque es muy ideológico el mundo académico en Brasil.

Autores

Daniela Arce