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Vinventions busca captar el mercado vitivinícola latinoamericano con un reemplazo sustentable a los corchos
Jueves, Agosto 25, 2022 - 12:11

La firma tecnológica fabrica en Argentina tapones de biopolímero, los que se promueven como productos amigables con el medioambiente y con la óptima conservación del vino.

El oxígeno es enemigo del buen vino.

Es algo que conocen perfectamente enólogos y profesionales del sector. Y también lo sabe Sofía Civit, gerenta de marketing en Vinventions, una empresa de origen belga norteamericana, que provee distintos sistemas de cierre y tecnología de medición enológica.

“Vinventions es una empresa dedicada fundamentalmente a la investigación sobre el impacto del oxígeno en el vino, y gracias a eso es que podemos crear y producir distintos sistemas de cierre, que tienen dos objetivos. Por un lado, cuidar al vino, y por otro lado cuidar al medio ambiente. Son tapones sintéticos de alta tecnología que se hacen con caña de azúcar, son biopolímeros”, detalla.

“Por el momento, Nomacorc Green Line ofrece productos para vinos tranquilos. Vinventions está desarrollando un tapón para vinos espumantes también”, agrega Civit.

TAPONES SUSTENTABLES

Durante el año 2019, la firma resalta que 2.800 millones de botellas de vinos se cerraron con la tecnología de Vinventions en todo el mundo, lo que equivale al 14% del mercado global. La marca, cuenta con fábricas en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Argentina, Sudáfrica, Estados Unidos y China, con presencia de sus productos en más de 50 países.

Dentro de sus marcas se encuentran Sübr, Vintop y Wine Quality Solutions y Nomacorc Green Line, este último, se fabrica de la caña de azúcar y bio polietileno, garantizando la gestión del oxígeno y la homogeneidad en todas sus botellas, otorgando vinos sensorialmente neutros, con consistencia y con tapones premium de diseño elegante.

Nomacorc, el producto que lanzaron a mediados de agosto en Chile es un tapón reciclable y con cero huella de carbono.

“Los tapones Nomacorc son de biopolímero. En tanto que Sübr son tapones micronaturales, esto quiere decir que son gránulos de corcho natural con un aglutinante que es biodegradable y también es un tapón reciclable”, adelanta Civit.

La gerente explica además que la compañía ofrece una serie de sistemas de cierre, como Vintop, que es una marca francesa, que actualmente se comercializa en Europa, de tapas roscas “porque sabemos que en general las bodegas no optan por un solo sistema, sino que tienen mucha variedad (…) En general los enólogos eligen siempre un cierre para cada perfil de vino, entonces este deseo de diversidad que tienen las botellas tiene distintos cierres”, indica.

“Confiamos en que cada vez más consumidores y viñas de Chile van a apostar por productos que tienen cero huella de carbono y son reciclables”, aseguró Alejandro Rodríguez, gerente comercial para Sudamérica.

Los tapones de Nomacorc Green Line tienen mucho éxito en los mercados vitivinícolas más importantes del mundo, fundamentalmente en Europa y Estados Unidos. Vinventions confía en esa trayectoria internacional y regional para posicionarse en Chile.

Otra marca de Vinventions es Wine Quality Solutions, dispositivos de medición enológica que permiten medir cosas como el color, los polifenoles, el oxígeno disuelto en el vino y el oxígeno en cámara.

“Es un sensor que se pega en la botella. Son todos dispositivos portátiles porque la idea es que el enólogo los pueda llevar, transportar en la bodega”, detalla.

¿Por qué estos tapones por sobre el tradicional corcho de alcornoque, más orgánico?

Aunque ha protegido el vino durante centurias, desde Vinventions aclaran que las mayores bondades del alcornoque son básicamente su porosidad.

“Permiten que el vino ‘respire’, y tienen una tasa de transferencia baja de oxígeno, pueden guardar efectivamente el vino durante mucho tiempo, pero [con ellos] no se puede garantizar una evolución homogénea entre todas las botellas porque cada corteza de alcornoque es diferente, es un producto de la naturaleza que no se puede estandarizar”, reconoce Civit.

Es por eso por lo que, desde hace un cuarto de siglo, aproximadamente, con el auge de las viñas del nuevo mundo- especialmente las bodegas de Australia y Nueva Zelanda- fue buscar una tecnología que ayudase a mantener el vino uniforme.

“Por otro lado empezó a haber una sobredemanda de tapones de corcho natural, y ya era más difícil abastecer al mercado. Además, había corchos de distintas calidades que contaminaban mucho a los vinos con el TCA, que es el Tricloroanisol, el famoso 'gusto a corcho', o lo que conocemos como vino picado”, agrega. Y es que la realidad indica que aproximadamente un 5% de los vinos tapados con corcho natural tienen TCA lo que genera finalmente un gran desperdicio en el vino y las cadenas de valor que hay detrás.

“Así que el cierre, al ser un insumo clave, o sea al ser el eslabón final que protege ese vino, es muy importante que preserve ese vino sin fallas”, detalla Civit, añadiendo que “los sistemas de cierre tienen que ver mucho más con una decisión técnica del enólogo, que con cómo las recibe el consumidor, porque el consumidor se va acostumbrando, se va informando y se va adaptando, digamos, a las nuevas tecnologías”.

Esta tecnología no cambia ni la forma en que se destapa un vino, ni cómo se puede conservar.

“Los tapones son de súper fácil extracción y reinserción, y esto se debe a lo siguiente, se debe a que están hechos con una tecnología que se llama coextrusión. Por un lado, el alma del tapón y por otro lado la piel ¿esto qué significa? Que el alma del tapón va a tener una porosidad dependiendo del ingreso de oxígeno que yo quiero para ese tapón en particular, pero la piel va a ser bastante más suave, digamos, y se va a acomodar muy bien al cuello de botella, justamente para garantizar esta ceremonia, este ritual de descorche, que es tan importante en la industria del vino”, dice Rodríguez.

A pesar de hacerse con un biopolímero, desde Vinventions aclaran que el tapón no es biodegradable y tiene que reciclarse, no desecharse con la basura orgánica.

“Nomacorc es RIC 4 dentro de la categoría de reciclaje. Es un biopolietileno de baja densidad”, enfatiza Civit.

ATERRIZAJE EN LATINOMÉRICA

Actualmente la compañía abastece al mercado argentino, chileno, uruguayo y también llegan hasta Perú y Bolivia, en menor cantidad.

El ejecutivo reconoce que en la región la firma -propiedad de Marc Nöel y su familia, que tienen el 45% de la propiedad- factura aproximadamente US$ 15 millones de dólares por año.

La fábrica está en San Juan, Argentina y actualmente produce tapones para todos los países latinoamericanos que atiende la firma. Ahí se elaboran 350 millones de tapones Namcorc al año.

“Tapamos una de cada tres botellas de los vinos que se producen en Argentina”, declara Civit.

En Chile la firma trabajó por cerca de diez años con un distribuidor, pero los objetivos comerciales fueron haciéndose más ambiciosos.

“Queremos crecer mucho, sobre todo en las grandes bodegas”, prosigue el director comercial.

“En el 2021 cerramos aproximadamente 20 millones de botellas. El objetivo para el 2025 es cerrar 50 millones. Es un crecimiento muy agresivo, pero tenemos un porcentaje de mercado lo suficientemente chico como para confiar en que podemos llegar a ganar eso”, agrega Alejandro Rodríguez.

Autores

Gwendolyn Ledger