La operación fue autorizada luego de que se establecieran condiciones para evitar que las empresas dominen el mercado de ventas de entradas para grandes conciertos y otros eventos.
Washington/Nueva York. El gigante de ventas de entradas Ticketmaster Entertainment y el promotor de conciertos Live Nation lograron el permiso de Estados Unidos para unirse, a condición de que vendan algunos activos y licencien el software de ventas de entradas a un rival.
Autoridades antimonopolio del Departamento de Justicia aprobaron la fusión, después de negociar condiciones que apuntan a moderar las preocupaciones de que las dos empresas dominen el mercado de ventas de entradas para grandes conciertos y otros eventos.
A Ticketmaster se le pide que licencie su software principal de ventas de entradas al grupo Anschutz Entertainment, el segundo mayor promotor de conciertos y operador de grandes eventos, al que se le daría la opción de comprar el software dentro de cinco años.
Ticketmaster también tendrá que vender su unidad de venta de entradas Paciolan Inc. La empresa ya tienen una carta de intención de Comcast Spectacor, de Comcast Corp, una empresa de deportes y entretenimientos.
Paciolan podría ser vendida a otro comprador que el Departamento de Justicia encuentre factible, dijo la agencia gubernamental.
"El acuerdo propuesto permite que haya fuertes competidores para Ticketmaster, que los locales de conciertos tengan más y mejores posibilidades para sus necesidades de ventas de entradas, y provee previsiones antirepresalias, lo que mantendrá el control sobre la empresa fusionada", dijo Christine Varney, jefa de la división antimonopolio del Departamento de Justicia.
Ticketmaster vende más de 140 millones de entradas al año y también posee Front Line Management, la firma líder de representación de artistas fundada por el presidente ejecutivo de Ticketmaster, Irving Azoff. La empresa representa a más de 200 artistas que incluyen a The Eagles y Miley Cyrus.
Live Nation posee grandes salas de eventos como el Anfiteatro Gibson en Los Angeles y la cadena House of Blues, y tiene contratos de largo plazo con artistas importantes como Madonna, U2, Jay-Z y Nickelback.
Si bien es una unión relativamente pequeña, en términos de empresas estadounidenses, el acuerdo ha suscitado críticas de artistas, fanáticos y políticos desde que se anunció. Algunos lo ven como un caso clave para la promesa del gobierno del presidente Barack Obama de supervisar duramente las fusiones.
