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Alimentación y jornada laboral
Jue, 09/02/2012 - 14:48

Thierry Guihard

Tres claves para motivar y crear valor en las empresas
Thierry Guihard

Thierry Guihard estudió Ingeniería Comercial en ESLSCA de París y se especializó en MBA en Marketing en Burdeos. Ha trabajado 15 años en Sodexo. Esta experiencia lo llevó a trabajar en México, España y países de Europa del Este. Llegó a Chile en 2008, a trabajar en Sodexo Soluciones de Motivación, donde es su director general.

La alimentación en el trabajo es considerada como un elemento secundario por parte de algunos empleadores. No todas las empresas otorgan facilidades a su personal para que hagan una pausa en sus labores y se alimenten de manera adecuada.

La mala alimentación laboral causa pérdidas de hasta 20% en la productividad, esto lo confirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un estudio realizado en 2005. Una conducta alimentaria inadecuada puede converger en mala nutrición o sobrepeso, como también en estrés y problemas de salud que se traducen en bajo rendimiento laboral y aumento de costos por ausentismo.

Asimismo, un reciente informe del 2010 de la American Dietetic Association aseguró que el 75% de los trabajadores de oficina almuerzan en su escritorio al menos dos días a la semana.

Según la Dirección del Trabajo de Chile, el objetivo de este período es que sea de descanso y desconexión de sus labores. El empleado debe separarse físicamente de su puesto trabajo por un lapso de tiempo no inferior a media hora para que recupere energía y el desgaste que le puede haber significado el transcurso de la primera parte de la jornada.

Una persona trabajadora pasa un tercio del día en su lugar de trabajo, y para responder o desempeñarse de manera óptima a todas sus exigencias laborales necesita una nutrición que le permita tener una buena condición física y mental.

Las compañías de todo el mundo están tomando conciencia de estos factores. Si los hábitos alimenticios de las personas mejoran y los empleadores respetan el horario de almuerzo, su rendimiento debiera aumentar. Los gobiernos también se benefician al tener una población bien alimentada porque pueden ahorrar en materia de salud y recibir mayores ingresos fiscales producto del buen rendimiento de las compañías.

La alimentación saludable en el trabajo es un tema a debatir y tratar a nivel país. Si se logra, se crea un círculo virtuoso que puede beneficiar a todos. Es por eso que continúa siendo un desafío permanente.

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