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Baldizón, un peligro para la democracia
Mié, 02/04/2014 - 12:16

Martín Rodríguez Pellecer

Destruir la política en Guatemala
Martín Rodríguez Pellecer

Martín Rodríguez Pellecer (1982) es periodista y guatemalteco. Estudió Relaciones Internacionales (una licenciatura) en Guatemala y luego una maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Autónoma de Madrid (España). Aprendió periodismo como reportero en Prensa Libre entre 2001 y 2007, desde la sección de cartas de los lectores hasta cubrir política e investigar corrupción. En 2007, ganó un premio de IPYS-Transparencia Internacional por el caso Pacur. Ha trabajado en think tanks (FRIDE, Flacso e ICEFI), aprendido varios idiomas, viajado por dos docenas de países, es catedrático en la URL y columnista de elPeriódico. Es director y fundador de Plaza Pública.

Ha habido una vez en la vida en la que he podido ver a Manuel Baldizón actuar bien en la política. O dos. La primera fue cuando logró que se aprobara una ley para dar una pensión a los adultos mayores –una ley ética, aunque después clientelizada por él mismo gracias a la concesión de los gobiernos de la UNE y del PP–. Y la segunda cuando le dio una entrevista con respuestas sinceras a Bill Barreto en Plaza Pública. El resto de su carrera, y en particular la última demanda a un medio por Q30 millones en represalia por fiscalizarlo, lo dibuja como uno de los mayores peligros para la democracia.

Como lo describimos en el perfil que hicimos de él hace tres años, el Berlusconi de Petén, llegó a la política en 2003 por poner dinero –cuyo origen no está claro– en la campaña para el PAN de López Rodas, llevado de la mano del actual diputado Julián Tesucún. Aprendió que el sistema premia al que invierte más, transgrede más la ley y engaña más. “Están de acuerdo con el flat tax, el impuesto único. ¡No saben qué es el flat tax, pero están de acuerdo!”, se mofó de sus electores.

Aunque no sé si sea un aprendizaje del sistema político electoral guatemalteco. Más bien me parece que es algo más profundo, que es el país entero el que premia esto y que Baldizón únicamente se traslada a sí mismo y su forma de encarar la vida a la política. Esta forma clientelar, de comprar y robar todo lo que pueda, cada vez se va magnificando. Comprar diputados, según la embajada estadounidense, y robar parte del presupuesto, conforme el testimonio del ex ministro Fuentes Knight; comprar una tesis doctoral que robó ideas; comprar la publicación de un libro y robar las ideas que iban en él, comprar espacios publicitarios y robar espacios a la ley electoral; comprar-robar un espacio en el lago Petén-Itzá para hacer un centro comercial. Y luego mentir y decir que todo lo hizo por pilas que es.

Y esta fórmula de comprar-robar va acompañada del complejo de rey desnudo. Miente, nadie puede criticarle y a quien lo hace, lo acusa de mentiroso o lo amedrenta. ¿En qué país lo habrá aprendido?

Ante dos acusaciones severas sobre plagio de su libro y plagio de su tan preciada tesis doctoral, en vez de defender sus ideas, su honor y que no cometió una ilegalidad, Baldizón copió (robó de nuevo) el mensaje de un candidato mexicano para defenderse acusando de mentirosos a ContraPoder y sus medios hermanos. Después hubo una tercera acusación de ContraPoder sobre el apoyo a Baldizón de colegiados fallecidos, que no era verdad y ContraPoder rectificó en el mismo tamaño de la nota. Rectificó como casi nunca lo hacen los medios y como debe ser. Pero ahora Baldizón & friends vuelan la barda. Demandan al medio por Q30 millones. Peor incluso que lo que intentaron el presidente Pérez y la vicepresidente Baldetti contra Jose Rubén Zamora por elPeladero. Como el filibusterismo parlamentario de Lider es incluso peor que el del PP.

Dejemos de un lado que es totalmente improcedente. Vayamos más allá. ¿Cómo es el país y el sistema político-judicial que Baldizón quiere para 2015? Compro-robo-miento-amedrento. Como dice Berganza, no es tan distinta la concepción de país y justicia que tienen algunos de los grupos emergentes respecto de las dictaduras militar-oligárquicas de hace treinta años. Por dicha, treinta años deberían servir para rectificar. Deberían. El aislamiento de Lider en el pleno para elegir magistrados para el TSE (y que estos hayan sido prestigiosos) protege en algo al sistema electoral. Ojalá que los jueces y el MP protejan al sistema democrático.

*Esta columna de opinión fue publicada originalmente en El Blog de Wachik' aj.

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