Pasar al contenido principal

ES / EN

¡Bienvenidos los novatos al gobierno de Italia!
Lun, 04/06/2018 - 09:09

Barbara Wesel

La UE y la victoria de Tsipras, la opereta continúa
Barbara Wesel

Barbara Wesel, corresponsal de DW en Bruselas.

Al final, el nuevo gobierno italiano se formó de acuerdo al dicho de "más vale pájaro en mano que cien volando”.

Matteo Salvini, el líder y hábil estratega detrás del partido populista de derecha la Liga, había estado dudando por largo tiempo, fijando sus esperanzas en nuevas elecciones. Su índice de aprobación se había disparado en las últimas encuestas y esperaba que su partido pudiera aprovechar ese impulso para conducirse a un nuevo Parlamento.

Pero la prudencia finalmente prevaleció y por segunda vez dio su bendición a un matrimonio forzado con el Movimiento Cinco Estrellas (M5S).

Profesores desconocidos y novatos

Sería un milagro si el nuevo primer ministro, Giuseppe Conte, resultara ser algo más que un títere controlado por los líderes de los dos partidos. Después de todo, este desconocido profesor de Derecho no tiene vínculos con M5S o la Liga, su poder es simplemente "prestado". Conte está destinado a convertirse en una figura débil, un jefe de Gobierno que debe primero llamar a las sedes de La Liga y M5S antes de hacer promesas a contrapartes extranjeras como la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente francés, Emmanuel Macron.

Y eso aplica a todo el Gabinete, que también consiste de novatos: pocos han alguna vez hecho más que trabajar en el ayuntamiento. El nuevo ministro de Finanzas, Giovanni Tria, es un profesor de Economía hasta ahora desconocido, sin ninguna experiencia previa en el Gobierno. Los periodistas lucharon por buscarlo en internet después de ver su nombre en la lista de ministros. Lo poco que sabíamos hasta ahora es que aparentemente es proeuropeo.

Con la excepción del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, todo el Gobierno está conformado por novatos que solo le otorga más credibilidad ante los ojos de sus partidarios. Después de todo, la retórica populista estándar incluye condenar el establishment. Pero la inexperiencia puede ser problemática. Solo basta darle un vistazo a Virginia Raggi, la alcaldesa de Roma, miembro del M5S, que ha fallado en abordar los problemas de la capital italiana. Ella es la prueba de que gobernar requiere algo más que hablar grandiosamente o, en el mejor de los casos, algunas buenas intenciones.

La gente común estará peor que antes

La plataforma de esta coalición inusual, cuyas ideologías son completamente incompatibles, está compuesta predominantemente por regalos impagables para los votantes. Esos votantes, a su vez, están tan ansiosos de ver cambios y caras nuevas al frente de la política italiana, que se les olvidó hacer los cálculos necesarios para llevar a cabo las tan deseadas reformas de la coalición.

Por ejemplo, el impuesto fijo que el líder de la Liga, Matteo Salvini, prometió a sus partidarios costará miles de millones de euros en dinero público y será rentable solo para aquellos cuyos ingresos anuales superen los 30,000 euros (35,000 dólares). La gente común, que en gran medida votó por los populistas, estará peor que antes.

El ingreso básico que el M5S ha prometido a las pobres regiones del sur del país reemplaza más o menos al seguro social, el cual ha estado ausente por décadas en Italia. Lamentablemente, este gasto no puede ser financiado por las arcas estatales en este momento y los gigantes agujeros que ambos proyectos crearán en el presupuesto no podrán ser sellados contrayendo más deuda arbitrariamente.

Una pesadilla para Europa

La Unión Europea no está exactamente encantada con la aparición de esta tropa populista. Con la crisis económica griega más o menos superada, otra amenaza mucho más seria a la zona del euro ha aparecido en el horizonte. Económicamente hablando, Italia es diez veces más grande que Grecia. Si Roma se declarara en bancarrota, el colapso del mercado financiero resultante podría significar un desastre para la moneda común en su conjunto.

Queda por ver con cuántas promesas costosas de campaña continuará el nuevo Gobierno de Italia. En cualquier caso, Bruselas estará enfrentando tiempos turbulentos porque el gobierno de Conte pedirá una licencia para incurrir en deudas masivas. La Unión Europea, por supuesto, no concederá nada de eso, por lo que una disputa parece inevitable.

Países
Autores