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Colombia al Mundial y otras razones para el optimismo
Mié, 12/02/2014 - 16:58

Gloria M. Grandolini

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Gloria M. Grandolini

Gloria M. Grandolini es directora del Banco Mundial (BM) para Colombia y México. Desde su incorporación al BM en 1990 como parte del programa de jóvenes profesionales, ha ocupado varios cargos. El más reciente como directora del departamento de administración de Banca y Deuda de la Tesorería. Grandolini tiene un Doctorado en Economía Internacional y una Maestría en Derecho y Diplomacia de la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad de Tufts, en Boston.

Que Colombia vaya al Mundial es algo que -a nivel personal- seguiré con mucha atención. Pero no sólo eso: será cabeza de su grupo. Pero esa es apenas una de las muchas razones más para ser entusiastas por lo que se prevé para Colombia en este 2014.

Consideramos que Colombia seguirá siendo uno de los lugares más atractivos de la región para la inversión entre 2014 y 2016. Según nuestras estimaciones, el Producto Interno Bruto crecerá alrededor de 4,2% durante este tiempo. Bien por encima del promedio de 3,3% que proyectamos para América Latina y el Caribe.

Incluso si tomamos en cuenta que la bajada en los precios de materias primas podría impactar negativamente el sector de recursos naturales, la recuperación económica de socios comerciales-incluyendo Estados Unidos y la zona euro- debería fomentar el crecimiento de Colombia.

Dentro del país también hay éxitos: Colombia tiene la tasa de creación de empleos más alta de la región, con 10% entre 2010 a 2013, lo que significa que el desempleo va bajando (500 mil fuentes de trabajo formales fueron creadas entre 2009 y 2013) y la pobreza extrema se redujo de 14,4% en 2009 a 10,4% en 2012 -es decir, alrededor de 1,6 millones de colombianos salieron de la pobreza extrema en este periodo.

Estas cifras no son menores y reconocemos los esfuerzos del gobierno por enfrentar retos estructurales que requieren tiempo y esfuerzo constante.

Hablando de retos: si bien es cierto que la tasa de pobreza ha disminuido, y que hay más integrantes de la clase media, también se tiene que reconocer que muchos colombianos se encuentran en la categoría de “vulnerables”. Es decir, ciudadanos que no son pobres pero que existe el riesgo de que caigan otra vez en situación de pobreza. Continuar reduciendo la pobreza y abatir la "vulnerabilidad" son retos persistentes.

Si bien la desigualdad ha ido disminuyendo, ésta todavía sigue siendo muy alta: en un desafortunado “efecto espejo”, el 10% de la población más rica de Colombia  tenía el 42% del ingreso total en 2012, mientras que el 40% de la población más pobre se repartía el 10%.

Según el análisis de expertos, la desigualdad de ingresos está relacionada con falta de oportunidades en educación y a severas diferencias entre distintas regiones del país.

Y eso es particularmente preocupante en Colombia, que se ubicó entre los cinco países con más bajos resultados de entre los 65 países en los que se aplicó la prueba PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes), que estudia el rendimiento de estudiantes en diferentes países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El más reciente Índice de Oportunidades Humanas -que analiza cómo las circunstancias de vida durante la infancia afectan el acceso a servicios básicos necesarios para crecer y tener oportunidades- y en el cual Colombia se posiciona en el noveno lugar entre 18 países de América Latina, muestra que todavía se necesitan más oportunidades de formación para los colombianos.

En conclusión, reconocemos la convicción del gobierno para enfrentar retos estructurales y valoramos el progreso del país en áreas cómo la estabilidad económica, el crecimiento, la innovación, la reducción de la pobreza y la agenda de la paz. En cuanto a los retos que todavía existen como la educación, la salud, la desigualdad de ingresos y la construcción de la paz duradera, seguiremos apoyando al gobierno con servicios financieros, de conocimiento y de convocatoria a fin de proveer mejores oportunidades a todos los ciudadanos.

Continuaremos trabajando en diferentes áreas, pero siempre con los objetivos de erradicar la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida: desde el acompañamiento al programa Familias en Acción, pasando por diferentes proyectos para mejorar las oportunidades en educación, hasta  los sistemas de transporte sostenibles y eficientes.

¡Creemos en el arte, la cultura y el deporte como elementos transformadores de una sociedad y sí, hasta tenemos un proyecto relacionado con el  fútbol! Trabajamos con jóvenes para mejorar la convivencia y la igualdad de género por medio de este deporte. No es la Copa del Mundo, pero sí fútbol con corazón, que es como se ha denominado al proyecto. Así es que ¡Feliz 2014! Seguiremos trabajando, que tenemos mucho por hacer.

*Esta columna fue publicada originalmente en la zona de blogs del Banco Mundial.

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