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De ránkings e innovación
Vie, 24/06/2011 - 16:35

Arturo Herrera Sapunar

De ránkings e innovación
Arturo Herrera Sapunar

Arturo Herrera Sapunar es CEO de INNSPIRAL.

Abrir un domingo el diario y encontrarme con un ránking de empresas innovadoras, es una grata sorpresa. Ver que lo que hago -y hacemos quienes trabajamos en esto- cobra cada vez más sentido para las grandes compañías, pero hay algunas cosas que me preocupan de las mediciones que se hacen en torno a la innovación.

Hace unos años elaboramos una herramienta llamada Termómetro de la Innovación, estudio que medía variables muy similares a las del ránking mencionado. ¿Por qué decidimos no estrenarlo en ese momento y optamos por perfeccionarlo? Porque creemos firmemente que hay que dejar atrás la medición de los procesos de innovación al interior de las empresas y dar el salto hacia a una evaluación que tenga que ver directamente con los resultados.

Teniendo claras las limitaciones y complejidades, mi parámetro ideal de medición sería aquel que respondiera a la siguiente pregunta: ¿qué porcentaje de los resultados de una empresa vienen de un producto, servicio, experiencia o modelo de negocio que no tenga más de tres años de antigüedad? Eso es lo que creo que realmente mide la intensidad de innovación en una entidad.

Sin duda nuestro estudio mide varios aspectos de gran relevancia, como el clima de innovación o la gestión de ella, los que permiten demostrar que las empresas están preocupadas por generar las capacidades para innovar, pero esos son los pasos previos a aquellos que llevarán a una compañía a ganarse el título de “innovadora”.

Me parece notable que los ránkings premien la sistematización de la innovación dentro de las empresas. Nosotros hemos trabajado durante varios años para identificar un método que asegure que esto ocurra, sin embargo, en las conclusiones de nuestro estudio se habla de que la falta de una estructura formal de innovación en las empresas chilenas deja este fenómeno concentrado específicamente en los individuos. Ante esta aseveración me pregunto: ¿tiene Google una gerencia de innovación? ¡No! Y eso no la hace una empresa menos innovadora, es decir, que esto ocurra no depende de que exista o no un área formal.

También me cuestiono: ¿qué tiene de malo que la innovación esté centrada en los individuos? Nuestra experiencia nos dice que la innovación debe estar en el ADN de la empresa, pero los resultados son mucho mejores cuando los proyectos están en manos de unos pocos, de intraemprendedores apasionados, talentosos y capaces de llevar esta misión a cabo, los que deben tener el corazón puesto en los resultados y no sólo en las ideas. Siempre con el compromiso de la alta gerencia genuinamente involucrada en los procesos de innovación, quienes deben poner los focos y alinearlos con la estrategia de la empresa.

No me sorprende que el ránking lo lideren empresas del retail financiero o  las tecnológicas. En ambas industrias la innovación es condición para sobrevivir. Pero sí me llama la atención que se plantee como conclusión del estudio que las empresas de commodities, sobre todo las que producen derivados del petróleo y el gas, tengan poco espacio para la diferenciación. Me parece algo osado decir esto basándose en una muestra de sólo 25 empresas, porque nosotros hemos trabajado con una gran cantidad de empresas de esta naturaleza que han logrado realizar innovaciones de alto impacto. En la chilena Gasco, por ejemplo, llevan 3 años generando nuevos servicios para sus clientes, como el pago de cuentas y recarga de celulares en los carros de distribución de gas ¿Chilectra no es una empresa innovadora? Sí lo es y tiene gran mérito pues es un monopolio y ha generado notables productos y servicios que van mucho más allá de la distribución de la energía eléctrica.

Sistematizar la innovación dentro de las empresas es el gran desafío pero, en cualquier industria, el primer paso es atreverse, probar y llevar a cabo un primer proyecto. Si ocurre ese primer “golazo” podremos convencer a toda la organización de que es posible

Por otra parte, invito a todas las compañías a que midan qué porcentaje de su EBITDA proviene de nuevos negocios, productos y servicios innovadores. Eso los llevará  a enfocarse en la creación de valor y no sólo en las buenas ideas, así pasarán de ser empresas grandes a grandes empresas innovadoras.

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