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El problema de las fronteras entre Chile y Perú
Lun, 11/06/2012 - 18:33

Bernardo Navarrete Yánez

El imperio en Chile: los efectos de la visita de Obama
Bernardo Navarrete Yánez

Bernardo Navarrete Yáñez es Profesor Asociado de la Licenciatura en Estudios Internacionales de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).

El paradigma clásico de la geopolítica concibe al Estado como una nación organizada políticamente al interior de un territorio determinado, con soberanía cuyo ejercicio le es privativo y fortalece la existencia del Estado. Dicha soberanía le permitiría decidir sobre su destino y territorio definido sobre la base de las fronteras físicas, consensuadas entre los distintos Estados. En este enfoque, el Estado-Nación, es por tanto, el núcleo fundamental de las interacciones en el sistema internacional. Pese a que esta perspectiva teórica ha ido cediendo espacio a nuevos argumentos que nos hablan del declive del Estado-Nación, como actor único en el concierto internacional ante la irrupción de una multiplicidad de actores como ONG’s, movimientos sociales, entidades supranacionales entre varios otros, no es menos cierto que el paradigma clásico de la geopolítica continúa prevaleciendo en los hechos.

Este enfoque nos permite encuadrar la vasta repercusión que los temas limítrofes han tenido en los últimos días en la agenda de los medios de comunicación de Chile. Ello porque parece ser el paradigma geopolítico clásico desde donde las autoridades chilenas y la clase política en general, analizan las tensiones respecto a demarcaciones fronterizas. Bajo este paradigma una de las cuatro formas de “muerte” del Estado, es la pérdida de soberanía, que puede expresarse por medio de la no definición precisa y estable de los límites fronterizos, de ahí la relevancia de las declaraciones de los presidentes de Perú y Bolivia esta semana.

La misma semana en que el presidente boliviano Evo Morales reafirmó la centenaria demanda marítima de su país hacia Chile en la Asamblea General de OEA en Cochabamba; el presidente del Perú, Ollanta Humala, en el marco de la Cumbre de la Alianza del Pacífico, ha puesto en cuestión el límite fronterizo entre Chile y Perú. Esto a propósito de las labores de desminado que se están llevando a cabo en la frontera entre ambos países, sosteniendo que las acciones se realizan en “territorio chileno, parte del territorio peruano y parte del territorio que está en cuestión” (La Nación, 07.06.2012) abriendo la duda en torno a los límites terrestres con tal afirmación.

El 23 de mayo del año en curso, el canciller del Perú había declarado a la opinión pública que “el presidente Humala tiene toda la voluntad de asistir a la cumbre (pero) estamos negociando algunos detalles, en particular sobre acuerdos de desminado para asegurar que el mandatario pueda ir” (La Nación, 23.05.2012) Cinco días antes de la cumbre Ollanta Humala reafirmó lo sostenido por su canciller, señalando que esperaba dejar resuelto el tema del desminado de la zona fronteriza con Chile, para dar paso a la confirmación de su asistencia a la cumbre. Esto aconteció a la brevedad, al dar a conocer Chile, que el desminado en dicha zona lo haría una empresa noruega. Lo anterior lleva a que sea menos justificada la alusión de Humala en la Cumbre de la Alianza del Pacífico, puesto que el tema ya había sido abordado bilateralmente.

La respuesta dada por el presidente Piñera, y al contrario sensu de lo planteado por Ollanta, con su premisa del “territorio en cuestión”, argumenta que el presidente del Perú estaría confundido puesto que la operación de desminado no posee relación alguna con un diferendo limítrofe, en palabras del mandatario “el desminado no tiene nada que ver con materias limítrofes” (Emol, 07.06.2012) Esto porque de acuerdo a Piñera, las minas habrían sido desplazadas producto de la crecida de los ríos en el marco del “invierno boliviano”, existiendo un acuerdo con el presidente Humala de que las labores de desminado en dicha zona las realizara un tercero imparcial. De la postura de Piñera, es posible colegir que las declaraciones de Humala vendrían a desconocer dicha decisión que fuera tomada de manera bilateral.

Ante la declaración del presidente peruano, el ministro de defensa chileno Andres Allamand sostuvo que “la cancillería chilena hizo ver oportunamente en el mes de febrero que todas y cada una de las acciones que nosotros habíamos realizado se habían efectuado precisamente en territorio chileno”. En lo referido a los plazos y avance del desminado añadió que pese a la complejidad de la tarea “el gobierno chileno está al día con los plazos para culminar el retiro de explosivos (…) Chile ha sido elogiado por la comunidad internacional en esta materia” (La Tercera, 07.06.2012). Para enfatizar que desde el gobierno chileno ha existido voluntad política con este delicado tema que conecta a ambas naciones.

La postura de Piñera fue respaldada además por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso chileno, Jorge Tarud (Partido por la Democracia, PPD) quien sostuvo que las declaraciones Ollanta Humala, "han sido muy desafortunadas y claramente faltan a la verdad" (La Tercera, 07.06.2012) diagnóstico compartido por los otro miembros de la comisión, los congresistas Iván Moreira (Unión Demócrata Independiente, UDI) el cual declaró que “el presidente Humala se pasó de la raya, hizo algo que no corresponde. Chile siempre ha sido un país respetuoso y ha guardado con sigilo las formas” (La Tercera, 07.06.2012) y Marcelo Díaz (Partido Socialista, PS) para quien las palabras de Humala reflejan "un problema endémico de Perú y eso se debe a que los presidentes peruanos viven pegados al pasado y mirando hacia la guerra del pacífico” (La Tercera, 07.06.2012). Por su parte el senador Tuma (PPD) admitió que “una vez más la buena voluntad de Chile ha sido respondido con un acto inamistoso y desleal – y constituyen – un verdadero reclamo de soberanía” (Emol, 07.06.2012).

Lo anterior muestra una desaprobación transversal por parte de personeros de partidos de izquierda como de derecha, a las declaraciones del mandatario peruano. Esto porque ya no sólo existiría un “desconocimiento” de parte de Perú a los límites marítimos fijados por los tratados (demanda en La Haya) sino además a los límites terrestres. Existiendo consenso además entre los parlamentarios respecto a que se trata de una maniobra política del Perú para obtener respaldo ciudadano.

Un segundo punto de desacuerdo entre Piñera y Humala está asociado a la demanda que Perú interpuso en la Haya para reconsiderar los límites marítimos entre ambas naciones. De acuerdo a Humala hubo una decisión conjunta de Perú y Chile de llevar el diferendo marítimo limítrofe a la Haya. Piñera desacreditó lo sostenido por Humala al sostener que fue Alan García unilateralmente quien acudió a tal instancia, en concordancia con la versión de las autoridades de nuestro país donde no se reconoce litigio fronterizo alguno con Perú.

Pese a la tensión bilateral gestada por las declaraciones de Ollanta Humala, y las posiciones disímiles de ambos mandatarios en torno al desminado y al diferendo en la Haya, existe consenso entre ambos respecto al acatar el fallo que emane de esta instancia internacional respecto al diferendo marítimo.

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