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En Brasil, las cartas están sobre la mesa
Vie, 14/09/2018 - 09:36

Francis Franca

Votación a favor del impeachment: hipocresía y vergüenza para la democracia brasileña
Francis Franca

Francis Franca es redactora jefe de DW-Brasil.

El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y su Partido de los Trabajadores (PT) acataron la orden de la Justicia Electoral y proclamaron como candidato sucesor de Lula al exalcalde de São Paulo y exministro de Educación, Fernando Haddad.

Ya no quedaba tiempo. Lula es inelegible y él lo sabe. La actual ley electoral fue aprobada por él mismo y apoyada por millones de brasileños. Ahora debe respetarla.

Lula decepcionó a aquellos que esperaban de su parte una postura de estadista, que pusiera en primer lugar los intereses del país delante de sus propios intereses. El berrinche del PT para mantener la candidatura del expresidente provocó que la población llegara a tal nivel de radicalización que no se podía descartar la posibilidad de que el país fuera empujado hacia una nueva dictadura, voluntariamente. 

El candidato populista Jair Bolsonaro sigue como favorito en primera vuelta de las elecciones, según una encuesta de intención de voto divulgada por el Instituto Datafolha este lunes 10 de septiembre. El nombre de quien ganará en primera vuelta no está en duda, lo decisivo de esta elección está en quién obtendrá el segundo lugar. Ahí hay cuatro candidatos técnicamente empatados, todos con posibilidades ciertas de pasar al balotaje.

A pesar del favoritismo, Bolsonaro también es el campeón en el rechazo. El 43 por ciento de los votantes no votaría por él, de ninguna manera. Es un dato importante, dado que los electores parecen ser más propensos a volverse contra algunos candidatos que en favor de otros.

Quedan solo pocos días para proponer la recuperación de Brasil

De esta manera, y en una simulación de la segunda vuelta, Bolsonaro pierde frente a cualquier adversario, algo similar a lo que ocurrió con Marine Le Pen en Francia. Bolsonaro perdería incluso frente a Haddad.

Pero en esta década ningún escenario está descartado. Aunque Haddad obtenga buena parte de los votos de Lula -ya subió del 1 al 9 por ciento en los sondeos de junio- y avanza a la segunda vuelta, también heredará el odio al PT. Hay tantas variables que es imposible prever el futuro de Brasil.

Ahora, todos los postulantes se concentran en generar  propuestas de recuperación para el país. Después de cuatro años de crisis política y económica, de un gobierno ilegítimo y lamentables retrocesos en los indicadores sociales, los brasileños tienen poco más de un mes para escribir una nueva historia.

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