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Expropiación de YPF: ¿apuesta estratégica o manotazo populista?
Mié, 18/04/2012 - 21:50

Matías Bianchi

Expropiación de YPF: ¿apuesta estratégica o manotazo populista?
Matías Bianchi

Matías Bianchi es Director Fundador de Asuntos del Sur. Es politólogo con estudios en Universidad de Buenos Aires, Oxford, Northwestern y Sciences Po. Ha sido onvocado por el Council of the Americas como parte de las Nuevas Voces de América Latina y reconocido por la revista Foreign Policy como una de los latinoamericanistas más influyentes en redes. Ha trabajado en el Woodrow Wilson Center, United Nations Development Program (UNDP), la OECD, y el gobierno de Argentina. @matiasfbianchi

El gobierno argentino tomó una decisión de alto tenor político que seguramente reconfigurará el ajedrez político nacional y su inserción en el mundo. Dependiendo de cómo se invierta y gestione YPF en el futuro próximo, la misma habrá sido una medida justificada, valiente y estratégica, o una populista y condenada al fracaso.

El gobierno argentino liderado por la presidenta Cristina Fernández presentó esta martes una propuesta de ley donde declara a la empresa petrolera YPF de interés nacional y expropia el 51% de las acciones en manos de la española Repsol. Esta es la decisión política más importante de su mandato y seguramente marcará el mismo de aquí al 2015, tal como en su anterior gestión fue la nacionalización de los fondos de pensión y la resolución 125 que impuso retenciones móviles a las exportaciones de granos.

Las razones para tomar tal decisión son justificadas. Repsol no invirtió lo planeado, bajó la producción de crudo desde que tomaron posesión de YPF y remitieron más utilidades a los accionistas que el dinero originalmente pagado por la empresa. Encima, ante las presiones del gobierno, a comienzos de abril de este año la empresa propuso un plan “estratégico” para aumentar la producción donde no incluía poner un peso. Esto en el contexto del 2011, cuando Argentina importó US$9.000 millones en combustibles y pasó a ser importador neto de energía, dejando una balanza negativa de US$3.000 millones. Se prevé para este 2012 importar otros US$12.000 millones. Sin embargo, la Argentina no puede permitirse no tener control de este recurso neurálgico para el desarrollo nacional. 

El costo a pagar. Ahora bien, el costo de esta apuesta será muy alto y, roguemos, que el gobierno esté preparado para estar a la altura de las circunstancias.

Desde el punto de vista externo, la respuesta de España por expropiar a Repsol será mayúscula. Por un lado está el sentido simbólico de la apuesta argentina. La popularidad del recientemente electo gobierno está por el piso al mismo tiempo que al rey lo encuentran cazando elefantes en África. La medida argentina le da una oportunidad única al gobierno español para acudir a un sentido nacionalista y retomar el liderazgo dentro de España. Por otro lado, y no menor, se encuentra el sentido económico de la medida. El gobierno español está hundido en su segunda recesión en tres años de la que no sabe escapar y de la que parece no tener horizonte a la vista. Las empresas españolas actuando en América Latina son casi la única fuente de ingreso de divisas frescas a España en este momento e YPF provee un tercio de las ganancias mundiales de Repsol. Sin lugar a dudas, España tomará represalias de alto calibre en lo comercial, legal y diplomático.

Por otro lado, se encuentra el frente interno. Como sabemos, el petróleo no fluye de la noche a la mañana y, si se hacen las inversiones y se toman las medidas adecuadas, recién en varios años la situación de escasez será remediada. No cabe duda de que la oposición y los actores interesados pondrán la lupa en el abastecimiento del mercado interno y los costos de importación. El gobierno argentino corre el gran riesgo de que en pocos meses se diluya el apoyo social de la medida y con ello gran parte de su capital político.

Claves: inversión y buen gobierno. Hay dos interrogantes que considero cruciales y que el gobierno no ha dado suficiente respuesta todavía.

Uno está relacionado con los recursos necesarios para la compra de las acciones de la empresa y las inversiones en exploración, explotación e industrialización. Repsol pide no menos de US$10.000 millones por sus acciones a los que habrá que sumar los costos por represalias comerciales. En el momento en que ese dinero se cubra, hay que pensar en la cantidad mucho mayor necesaria para reactivar la exploración geológica, la necesidad de ampliar las refinerías, distribución y demás. Hay que tener en cuenta que el tipo de recurso que Argentina posee en abundancia es el petróleo y gas shale que recién hace pocos años se descubrió como extraerlo y se realiza a un alto costo. Argentina no tiene grandes ahorros propios para llevar a cabo sola la tarea y el acceso a los mercados de capitales es limitado. Hay posibilidades utilizando los fondos de pensión y el apoyo de países amigos como Venezuela y Brasil. Sin embargo, habrá que ser muy creativos para conseguirlos, a la vez que se soportan los altos costos de improtación.

El segundo interrogante, y que considero aún más importante, es la gestión de la empresa. La presidenta señaló acertadamente los modelos exitosos de Noruega y Malasia, pero no brindó mayores detalles de cómo se haría o qué se haría. Considero que en estos detalles está la clave, ya que para cada Noruega hay una Nigeria, y para cada Malasia hay una Indonesia. Lo que hicieron los gobiernos de Noruega y de Malasia con Statoil y Petronas, contrario a Nigeria e Indonesia, es que:

a).- Apostaron a la profesionalización de los recursos humanos e autonomizaron sus funciones de los vaivenes políticos. Las petroleras necesitan recursos muy calificados - muchas veces reclutados en mercados internacionales -sobre todo teniendo en cuenta la complejidad del tipo de recurso existente en Argentina.

b).-Inversión a largo plazo en tecnología. Statoil se volvió en pocas décadas en la empresa líder mundial en la exploración en subsuelo marino. Petronas creó los laboratorios más sofisticados de investigación para la industrialización del petróleo y derivados y la diversificación de la matriz energética.

c).-Ambos apostaron a la transparencia de la gestión y a la separación entre gestión y propiedad del recurso. En Noruega hay tresautoridasdes: el Ministerio que se encarga de la legislación, licencias y demás; un Directorio que se encarga de la administración, exploración y control; y tercero está Statoil que se encarga de la comercialización.

d).-Ambos países tienen una cuidadosa explotación del recurso y que está conectada con el desarrollo del resto de la economía. En Noruega se creó un fondo que permite ahorrar para evitar la presión inflacionaria y prever el gasto a futuro. Petronas y el gobierno hicieron planes estratégicos para que Malasia se vuelva el principal exportador de microprocesadores y de latex en el mundo.

El gobierno de Cristina Fernández teóricamente debería estar preparado para tal aventura teniendo la experiencia a nivel nacional del conflicto que se desató con el campo la resolución 125 y que le significó la crisis política más importante desde que los Kirchner se encuentran en el poder.

Si se está preparado y se previeron los escenarios y recursos, la medida de retomar el control de YPF habrá significado una decisión justificada, valiente y estratégica. Ya mencionamos por qué justificada y valiente, pero también será estratégica porque Argentina es el tercer país con mayores reservas prospectivas de petróleo y gas shale en el mundo. Si se encuentran los recursos para invertir y se maneja profesionalmente ese potencial recurso, el costo político y económico pagado será insignificante comparado al potencial escondido entre las rocas subterráneas.

Sin embargo, si el gobierno muestra que no está preparado porque no se previó cómo conseguir los recursos de inversión o se recrean prácticas de capitalismo de amigos o se manipula políticamente la gerencia de la empresa; la apuesta habrá sido una confirmación de los presupuestos del establishment internacional y Argentina entrará en una situación política y económica de la que difícilmente se logre salir en el corto plazo.

*Esta columna fue publicada originalmente en el centro de estudios públicos Diálogos del Sur.

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