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Gas metano: presunto culpable en el accidente de Pemex
Mié, 13/02/2013 - 08:15

Vianey Esquinca

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Vianey Esquinca

Vianey Esquinca es consultora en comunicación e imagen, escribe la columna "La Inmaculada Percepción" en Excelsior (México).

Como suele suceder con las noticias relevantes, el tiempo y la coyuntura del día poco a poco van menguando su importancia. El accidente de Pemex aparece cada vez menos en las primeras planas para dar paso al acontecimiento del momento. El sábado pasado fue el ataque que el procurador de Justicia de Morelos sufrió de los propios policías estatales y días anteriores, lo que ‘conmocionó’ a la opinión fue la señal obscena que hizo el jugador Francisco Javier El Maza Rodríguez, tras el empate que la Selección Mexicana consiguió ante Jamaica.

El momento noticioso relacionado a la explosión en la Torre de Petróleos Mexicanos fue cuando funcionarios de la paraestatal y peritos internacionales confirmaron que el culpable de la explosión ‘difusa y horizontal’ fue el gas metano, el cual haciéndose pasar por una sustancia inodora e incolora fue capaz de ingresar al edificio de Pemex sin que nadie lo notara. Esta información y decenas de dudas es lo único que hay hasta el momento.

En conferencia de prensa, donde se dio a conocer este hallazgo, se señaló que este peligroso gas tenía antecedentes penales, pues ya había provocado explosiones en minas, drenaje y edificios de menor tamaño, además de ser uno de los culpables del cambio climático. Toda una fichita, que de acuerdo a los expertos: “Reacciona violentamente con oxidantes, halógenos y algunos compuestos halogenados” y demás bandas criminales, lo cual lo hace altamente peligroso.

Las autoridades, sin embargo, siguen sin explicar si este gas actuó sólo o en complicidad con el gas butano, el propano y el etano. Tampoco han explicado si detrás de este presunto culpable está el cártel del “Gas Uribe” o si los perros de Iztapalapa estuvieron involucrados. Los diputados incluso están exigiendo que se le abra una averiguación previa a este hidrocarburo y se le haga arraigo domiciliario o en pipas, pero que se detenga antes de que siga causando mal.

La policía capitalina y la federal ya andan tras la pista de este peligroso fluido, pero éste ha resultado muy gaseoso y escurridizo y deja pistas falsas en todo material orgánico en descomposición. La Comisión Nacional de Hidrocarburos, sin embargo, ya pidió que se le haga un juicio justo al gas metano.

Varias dudas también han quedado sin responder: ¿De dónde provenía este misterioso hidrocarburo? ¿Cuál era su móvil real? ¿Por qué no lo agarran si todo mundo sabe dónde se encuentra el gas metano? Todos estos cuestionamientos surgen porque la eficiente reacción que tuvieron las autoridades federales en el primer momento de la explosión, poco a poco ha quedo rebasada por la exigencia de respuestas de la opinión pública.

Lo que, además, la población quiere no es que se utilice al gas metano como chivo expiatorio, sino que se encuentre a los verdaderos responsables que permitieron la acumulación de este gas que provocó la muerte de 38 personas. Ya comenzaron los dimes y diretes sobre si el edificio B2 de la Torre de Pemex tenía los mantenimientos de ley o no.

Sin embargo, la historia de la justicia en México está llena de casos con delito, pero sin delincuente. Unas semanas antes, la ciudadanía se indignaba porque había sido liberada Florance Cassez debido al montaje que preparo el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Las demandas de que se castigara esta negligencia también quedaron bajo los escombros del edificio B2 de la Torre de Pemex.

Para no irse más lejos, en Pemex se revelan casos de corrupción que la justicia no castiga. Fue todo un escándalo que se descubriera que el líder del sindicato de trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamps usara junto con su hija un avión privado y no pasó nada.

Por todo ello, todo indica que encontrar y castigar a los culpables de la tragedia de Pemex es más difícil a que el gas metano se entregue a las autoridades, declarándose culpable y diciendo que fue un asesino solitario.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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