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La competitividad de Cali: una luz al final del túnel
Mié, 11/09/2013 - 10:46

Julio César Alonso

Colombia: ¿tres ceros menos en los billetes?
Julio César Alonso

Julio Cesar Alonso es director del Centro en Economía y Finanzas (Cienfi) y profesor de tiempo completo del departamento de Economía de la Universidad Icesi (Colombia). Julio Cesar tiene un Doctorado en Economía, Maestría en Economía y Maestría en Estadística, en la Universidad de Iowa State. Es economista de la Universidad del Valle, en Cali, Colombia.

En días pasados fue publicado el reporte “Doing Bussiness”. Este reporte corresponde a un estudio que realiza el Banco Mundial desde 2004, que tiene como finalidad medir la facilidad de hacer negocios en diferentes países. Desde 2007 este indicador se empezó a aplicar por ciudades en Colombia.

En especial, el “Doing Business” genera un ránking de las ciudades colombianas de acuerdo al costo asociado que tendrán que absorber los empresarios al crear una nueva empresa, conseguir un permiso de construcción, registro de la propiedad y pago de impuestos.

En 2007, cuando sólo se consideraron 13 ciudades colombianas, Cali se ubicaba en el puesto 4. En 2009, de 21 ciudades comparadas para Colombia, Cali ocupó la posición 20. Ahora, para 2012, de 23 ciudades medidas, Cali ocupa el puesto 21. Estos resultados parecen malos, pero no lo son tanto. ¡Sí!, la posición es mala, pero lo que esconde el ránking es una tendencia alentadora. La luz se ve al final del túnel.

Es interesante observar lo ocurrido en los dos últimos años y descomponer el ránking en sus cuatro componentes. En el primer componente, asociado a los costos de abrir una nueva empresa, Cali ha avanzado rápidamente. En 2007, Cali ocupaba el puesto 5 y en el puesto 9 en 2009. En 2012, Cali ocupa el 4 puesto.

Este resultado es fruto de los grandes esfuerzos de la actual Administración Municipal y la Cámara de Comercio. La Cámara de Comercio de Cali, Departamento Administrativo de Planeación Municipal, Secretaría  de Gobierno, el Departamento Administrativo para la Gestión Ambiental (Dagma), y la Secretaría de Salud y Bomberos iniciaron un programa denominado Inspección, Vigilancia y Control (IVC), cuya finalidad fue reducir el número de trámites y visitas necesarias para abrir un establecimiento, teniendo en cuenta el tipo de actividad económica del nuevo establecimiento. Este programa fue financiado por la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Grupo Banco Mundial. Con este proyecto el número de trámites y el tiempo necesario para abrir un negocio en Cali cambió radicalmente.

El segundo componente del ránking corresponde a los costos asociados a permisos de construcción. La ciudad fue 16 entre las 23 ciudades consideradas en 2012. El Banco Mundial encontró que en Cali se eliminaron certificados de paz y salvos de impuestos y que se mejoró el intercambio de información entre agencias frente a lo que ocurría en 2009. Lo cual implicó que Cali se moviera del puesto 20 (entre 21) en 2007. En este tema, la administración actual está trabajando en poner al servicio una Ventanilla Única del Constructor, la que permitirá continuar mejorando en este aspecto.

El tercer aspecto del ránking es el registro de propiedad o inmuebles. Cali se ubicó en 2012 en la posición 22 entre las 23 ciudades estudiadas. En 2007 ocupábamos el tercer puesto (entre 13) y el sexto en 2009 (entre 21). En este caso, según el informe, el número de procedimientos y de días, y el costo no cambió mucho en los tres años, pero otras ciudades disminuyeron drásticamente estos indicadores y Cali incluyó en el último año el certificado de las Megaobras, que ha generado mayores costos y un aumento en los tiempos para el registro de los inmuebles.

En el último aspecto del ránking, el pago de los impuestos, Cali pasó de la posición 5 en 2007, a la 11 en 2009 y al puesto 23 en 2012. La explicación a este resultado tiene nombre propio el contrato con SíCali. Según el informe del Banco Mundial, en la ciudad de Cali durante el 2012, para hacer el pago y la declaración del impuesto de industrias y comercio en un año, se necesitan entre doce y 13 pagos y ni la declaración ni el pago se pueden realizar en línea. Esto contrasta con lo que ocurre en ciudades como Villavicencio y Montería, donde solo se realiza un pago anual y la declaración y pago de este tributo se puede realizar en línea. En este aspecto vale la pena mencionar que sólo desde agosto de 2012, el cobro de los impuestos en la ciudad está en manos de la administración. Antes, el cobro estaba a cargo de SíCali y esa es otra historia. En otras palabras, la administración municipal apenas retoma una tarea natural de ella, cobrar impuestos. La Secretaría de Hacienda apenas está poniendo la casa en orden para poder asumir la tarea de un cobro eficiente de los tributos.

Además, el estatuto tributario aprobado por el concejo a finales de la anterior administración permitió que los costos de tiempo asociados al pago de impuestos disminuyeran en la ciudad. Antes del estatuto tributario (antes de 2011) los empresarios caleños tenían que revisar más de 50 acuerdos y decretos para estar informados sobre la normatividad tributaria.

Así, los resultados muestran que si bien la posición en el ránking no es buena, la Administración Municipal de Cali ha logrado cambiar la tendencia de deterioro en la competitividad que traía la ciudad. Se han realizado los cambios necesarios para mejorar la competitividad de la ciudad. La luz ya se ve al final del túnel. Si se continua con el impulso que trae la administración actual, muy seguramente en 2015, cuando se publiquen de nuevo los resultados del “Doing Bussiness”, estaremos en los primeros puestos. La ciudad va en la senda de recuperar su competitividad. Lo importante es que esas mejoras deben ser continuas, a ritmo mas rápido que el que tienen otras ciudades y no pueden ser puntuales.

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