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La energía en las organizaciones
Mar, 29/01/2013 - 18:50

Federico Cúneo

La energía en las organizaciones
Federico Cúneo

Federico Cúneo es socio y miembro del directorio global de Amrop.

El cargo de gerente de recursos humanos tiene hoy otras denominaciones más que interesantes. Nuevas etiquetas como gerente del talento, guardián de la cultura, zar de la productividad o líder integrador son cada vez más usadas, pero, quizá, una de las que más llama nuestra atención es la de gerente de la energía de la organización. “Luminosos seres, somos”, decía el maestro Yoda a Luke Skywalker en la siempre recordada Star Wars para explicarle por qué la muerte no acababa con su maestro Obi Wan Kenobi. Razón no le faltaba, de alguna manera el hombre es una fuente de energía y el gerente de recursos humanos o cualquiera sea su denominación en las organizaciones de hoy debe saber canalizarla, regularla y potenciarla.

El símil entre la labor del gerente de recursos humanos y la de un ingeniero eléctrico que va a asumir las obras de un edificio puede ser útil. Para empezar, al igual que un ingeniero eléctrico, la primera tarea que el gerente de la energía organizacional debe emprender es hacer un diagnóstico de su empresa. Los planos y el diagrama unifilar, en este caso el organigrama, le pueden dar una pista de la carga de energía que hay en la firma. ¿Falta?, ¿sobra?, ¿dónde se necesita más?, ¿dónde hay más conexiones?, ¿dónde más empalmes?, ¿dónde existen diferencias de voltaje?, ¿dónde las cargas no están balanceadas?, ¿dónde puede haber cortocircuitos?

De hecho, los planos solo dan una primera aproximación. Nada como una inspección ocular para verificar toda la información que se recoge de manera indirecta. Y aquí aparece, además, el rol que juega su equipo, su departamento, y los encargados de cada área (de hecho, la afirmación de que cada jefe es el gerente de recursos humanos de su área es más válida que nunca) para poder contrastar este primer acercamiento a la problemática de su organización, donde debe emplear todas sus herramientas y poder de observación para verificar sus hipótesis.

En este trabajo, el tablero central de energía, es decir, las gerencias requieren de especial atención. Desde este gran nodo se canaliza la energía hacia el resto de la empresa y debe saber reconocerse si esta energía es positiva o negativa. Si es el primer caso, pues, excelente. Si es el segundo, hay que hacer un diagnóstico honesto y certero sobre lo que está pasando, y comenzar a aminorar las descargas, de modo que el resto de la organización no se dañe, hasta que la situación se revierta.

Además, los instrumentos del tablero central deben estar bien calibrados, es decir, el gerente de energía debe saber qué indicadores deben estar sí o sí y saber si algo no encaja en las mediciones que se hacen. Hay empresas que, en el caso de recursos humanos, aún no valoran plenamente contar con indicadores de seguimiento de la gestión más allá de ver cuánto se gasta en las planillas o encuestas simplistas de clima organizacional.

Ya en el trabajo del día a día, el gerente de la energía organizacional debe asegurarse de que el tendido de cables entre los diferentes niveles de la organización sea el adecuado. Uno nunca sabe cuándo la energía puede intentar fluir de un departamento a otro para gestar algún proyecto innovador. Y deberá estar atento a las conexiones informales, pues estas quizá representen un indicio de lo que mañana puede ser una conexión clave entre las diferentes áreas de la empresa. Pero también está el rol de velar por la seguridad de las instalaciones, de la energía misma, de que esta se conserve y no se pierda en tareas vanas, y de que haya un sistema de cable a tierra, que prevenga a cualquiera de recibir una descarga (una crisis emocional o familiar) en el momento menos pensado por trabajar en exceso.

Finalmente, de cara al futuro, está el rol de planificador. Siempre debe estar pendiente de si la organización necesitará más energía y en qué momento esta será requerida. Por eso, su tablero central siempre debe tener espacios libres para más conexiones. Solo así los diferentes aspectos de su trabajo, como trabajar con diferentes culturas, concebir cómo usar las redes sociales con su gente, entender el valor de cada individuo y unir a la gente a través del tiempo y del espacio, adquirirán especial sentido. El rol de gerente de recursos humanos como gestor de la energía de la organización no es una idea tan extraña, después de todo.

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