Nuestra era está caracterizada por las innovaciones tecnológicas. Éstas han determinado un cambio en la forma en que aprendemos acerca del mundo. El computador es “la herramienta” que se utiliza prácticamente para todas las tareas destinadas a este fin. La educación, la información y la entretención están en un solo dispositivo, que mediante la imagen, genera una posibilidad única de cognición y reforzamiento de conceptos.
El aprendizaje visual es uno de los mejores métodos para enseñar y aprender a pensar. Se usan las ideas en diferentes formas gráficas presentando la información de diversos modos. Esto ayuda a los estudiantes a tener más claro y organizado su pensamiento sobre una materia, sobre un proceso y ayuda a organizar y crear una estructura para el proyecto con el que estamos trabajando.
Diversos estudios indican que más del 80% de la comprensión humana es a través de la vista y que una ayuda visual a presentaciones orales mejoran la retención del contenido hasta 6,5 veces que cuando se utilizan sólo palabras. Los mapas webs, mapas de ideas y mapas conceptuales son herramientas muy útiles para pensar visualmente. Y eso lo han comprendido en las aulas modernas donde han integrado la computación como un fuerte aliado para el traspaso de conocimientos y como instructor de tareas prácticas.
En los colegios, donde no existe esta garantía, los padres pueden aportar con la compra de uno de estos aparatos que, además de sacar el jugo a las capacidades intelectuales en materias escolares, será capaz de entretener mediante juegos y aplicaciones que estimulan su creatividad.
El objetivo es entonces, encontrar un equipo que pueda responder a todos esos requerimientos, y no a uno solo, pues ahí a los niños les invadirá la desilusión. Lo importante es que el computador pueda seguirlos en las tareas y motivaciones que van apareciendo en el camino, sin el riesgo que pueda dejarlos botados.
Encontrar un buen computador, no es tan sencillo como seguir una receta o una fórmula. Las especificaciones técnicas que aparecen en las innumerables etiquetas y que a veces resultan difíciles de entender para el usuario, pueden ser pasadas por alto si lo que a uno le importa es la experiencia final. Porque esas etiquetas no reflejan demasiado qué tan buenas son las experiencias.
No es tan importante si en un disco de 320 me caben 50 mil o 60 mil fotos, pues el uso del computador ya no se focaliza en el almacenaje de información (pues eso ya está resuelto con discos externos o dispositivos creados para esa tarea), sino que está en la capacidad de trabajar sobre contenidos, modificando imágenes, creando diseños y editando, con buena fluidez.
Se debe buscar un computador que no sólo tenga un buen procesador, sino una buena capacidad gráfica, que permita navegar de buena forma en Internet, visitar enciclopedias virtuales, acelerar contenidos flash, y además, poder abrir Word u otro programa, ver videos y fotos, abrir aplicaciones y jugar en HD y en línea; esto como piso básico de lo que puede ofrecer un computador para un niño en edad escolar.
La capacidad visual y gráfica es esencial para quienes quieren estudiar mediante el computador, pues la educación y sobretodo el aprendizaje, hoy por hoy, se sustenta en la imagen, cada vez más frecuentemente difundida online en alta definición.
Los diseñadores de arquitectura gráfica, sabemos que para lograrlo se necesita de un equipo bien balanceado. Es por eso que los computadores que cuentan con una plataforma de especificación en base a las tareas que puede desempeñar, son los más idóneos para conseguir un equipo balanceado. Así, cuando uno acude a comprar un equipo lo hace en relación a lo que quiere hacer con su nuevo computador.
La novedad que traen los equipos nuevos, de muy bajo costo, que integran en una sola placa de silicio el CPU y la memoria gráfica, GPU, es que en una máquina bastante pequeña puedes contar con poder y rendimiento. Y como también es relevante reforzar las tendencias que respaldan el cuidado del medio ambiente, esta nueva arquitectura, al reducir de dos a un chip, es capaz de aminorar la huella de carbono hasta en 40% respecto a la antigua generación de procesadores.
Esta tecnología limpia denominada Unidad de Procesamiento Acelerado o APU, cuenta con el respaldo de varios fabricantes que la han incorporado a sus nuevos modelos, diseñados para integrar potencia, diseño, portabilidad y rendimiento, potenciando de esta forma la enseñanza 2.0, en una era en donde la imagen, a pesar de los jingles, comienza a ser efectivamente todo, en materia de educación.