Aunque cada vez es más habitual escuchar la palabra "nanotecnología" en muchos contextos, aún sigue siendo un término extraño, como extraído de algún párrafo de los inmensurables escritos de Carl Sagan. Sin embargo, muchas tecnologías a la escala nanométrica, es decir, a un tamaño de cien millones de veces más pequeño que el diámetro de un cabello humano, ya se vienen aplicando en diversos sectores como el biomédico, el farmacéutico y el cosmético, llevando al desarrollo de nuevas disciplinas denominadas como la nanotecnología biomédica, la nanotecnología farmacéutica y la nanotecnología cosmética.
En la actualidad, algunos países de economías emergentes, tales como la India y Corea del Sur, han enfocado parte de sus desarrollos en este tipo de tecnologías durante las últimas dos décadas, logrando posicionarse como países referentes en la innovación biotecnológica, farmacéutica y cosmética.
Este aspecto, que habitualmente parece ser menospreciado o bien, poco divulgado, debería ser por el contrario un aspecto categóricamente difundido en Colombia, que tiene pretensiones de alcanzar esas metas de desarrollo socioeconómico, dado que dichos avances logrados por estas dos naciones corresponden a un perfecto reflejo de lo que se puede alcanzar, cuando se logra una comunión entre sectores o estamentos como el académico, el industrial y el gubernamental.
Este estado de comunión que aún es ajeno para nuestra nación y que en mi criterio personal resulta un poco utópico, ya se está impulsando principalmente desde la academia, a través de un pequeño grupo de investigadores de estas áreas de la ciencia que decidimos volver a nuestro país y que venimos promoviendo con una serie de propuestas de investigación o bien de programas especializados en dichas áreas de innovación.
Sin embargo, y como lo veo desde mi perspectiva como académico, todo este trabajo descomunal que realizan algunos investigadores de estas áreas de la nanotecnología será infructuoso si no existe un apoyo real de inversión en investigación y de formación de investigadores con nuevas competencias en innovación por parte del sector industrial, un desarrollo de nuevas políticas gubernamentales orientadas a favorecer la inversión del sector industrial nacional con miras a fomentar investigaciones y programas enfocados a la innovación y finalmente; si no existe una concientización de todo el sector académico de orientar sus programas e investigaciones en virtud de cubrir las necesidades del país, donde sea el sector académico quien se adapte a las necesidades de la sociedad y la industria Nacional y no estas a las necesidades de los investigadores académicos, podríamos así y solo así, avanzar hacia el desarrollo de productos de innovación y específicamente en las áreas de la nanotecnología donde cada vez se viene fortaleciendo un grupo importante investigadores desde el sector académico, y en muchas regiones de nuestro país.
Para concluir, los invito a mirar retrospectivamente a estos dos países, la India y Corea del Sur, que son referentes en el ámbito de la nanotecnología y los cuales son un perfecto modelo de lo que se puede lograr cuando se trabaja en pro del desarrollo colectivo y no individual.
