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Los aliados de la economía mexicana
Jue, 12/04/2012 - 10:16

Mariaelena Vega

Automotriz vs. sindicalismo en México
Mariaelena Vega

Mariaelena Vega es periodista especializada en finanzas y negocios, y columnista en Excélsior (México).

La recuperación de la economía de Estados Unidos, el alza en el precio del petróleo, la reactivación de las exportaciones del sector automotriz y las decisiones vía la Secretaría de Hacienda, al mando de José Antonio Meade, son los aliados que este primer trimestre del año favorecen los números de la economía mexicana.

Las proyecciones para este primer trimestre del año es que la economía registre un crecimiento de 4,7%, de frente al 4,4% que registró en enero, y el 5,5% de febrero.

Aunado a lo anterior, las reservas internacionales se mantienen en números récord al sumar US$150 mil millones, apoyadas por las decisiones y buenas colocaciones de deuda.

Los rendimientos en bonos mexicanos están correspondiendo más a una calificación A que a la triple B que otorgan las calificadoras, de acuerdo con los analistas bursátiles.

Mientras que el mercado interno parece reactivarse, tanto en comercio como en el sector automotriz, que crece a niveles de hasta 11%, no obstante el entorno internacional y los problemas de la economía de España podrían ser un foco rojo, si se agravan, y se tiene una caída adicional que afecte el sector financiero, podrían contagiar el mercado nacional.

Una eventual desaceleración en el consumo y en el empleo de Estados Unidos, también podría ser un punto negativo para la economía mexicana, sin embargo, el incremento en la inversión pública y el gasto en campañas, se ven en conjunto como un motor adicional.

Así también, los resultados del sector empresarial que se vislumbran positivos, son de los elementos que ayudan a la ola positiva con la que arrancó este año de cierre de sexenio.

La precisión del tipo de cambio, la reducción en los tipos financieros y mejora en exportaciones son elementos que influirán en sectores como consumo, telecomunicaciones y armadoras, así como empresas que traigan una tendencia sostenible.

Así que no habrá que perder de vista los resultados de las empresas mexicanas, que darán mucho de qué hablar, marcando una diferencia notoria sobre su situación financiera y viabilidad en la transición sexenal.

Tampoco los pasos del próximo gobierno federal, ya que una transición en calma permitiría que los cambios hacia una mejor y fuerte economía se traduzcan en la atención a pendientes importantes, tal es el caso de reformas profundas, así como la viabilidad de extender el mercado interno.

Hay mucho por hacer todavía, así que sería positivo que se aprovechara la buena situación para que las condiciones económicas se fortalezcan y se piensen medidas de fondo. ¿Será ello posible? Ojalá que sí.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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