La perspectiva económica de crecimiento moderado para el mundo de 3,5%, que dio a conocer el economista en jefe del FMI, Olivier Blanchard, se acompañó de algo poco usual para la visión que tienen los economistas del organismo sobre México, pero que es una tendencia general entre los que siguen mercados emergentes y globales.

La noticia es que la perspectiva de crecimiento económico de México fue reexpresada, no sólo revisada al alza, porque ahora se acompañó de la expresión “fue sorpresivo el crecimiento de México”.

En los últimos tres años, seis reuniones conjuntas y alrededor de cuatro actualizaciones de la perspectiva económica global, el Fondo había colocado a México con perspectivas inferiores a las que el gobierno estimaba en su programa económico.

Al cierre de 2011 la economía alcanzó un valor nominal de diez billones, US$154,7 millones en términos nominales y el PIB per cápita se estará ubicando en US$10.153 millones. Esta parte de la reexpresión no gusta, porque justamente la caída económica de 2009 le costó al país lo que había acumulado de expansión entre 2005 y 2010 y explica en mucho que la economía brasileña haya pasado de tasas de expansión de US$880 mil millones a poco más de US$20 billones.

Pero este 2012 la cosa cambió, pues al menos en la estadística, tras el crecimiento de 2010 (5,5%) y 2011 (4%), ya tenemos perspectiva de crecer 3,3%, pese a que nuestro país tenga tasas de ahorro interno más robustas y tasas de inversión constantes más altas que la vecina economía.

Nuestro potencial de crecimiento se ubica en 3,6% y en 2013, con presidenta o presidente nuevo, 3,7% en el mejor de los ánimos, si a la economía estadunidense, que se estima crezca 2,1% este año, logra mejorar su sistema financiero y recuperar las tasas de empleo.

Si lee dicha perspectiva, quiere decir que el FMI no piensa que ocurra ningún sobresalto en México en un año electoral que se antoja competido entre los tres candidatos punteros de la elección presidencial.

Fíjese. El FMI espera que la economía mundial crezca 4%, la estadunidense 2,1%, el promedio de las naciones emergentes 6% lideradas por China e India y, finalmente América Latina en 3,7%. O sea, que nos va mejor en perspectiva en México.

Por cierto, Brasil tiene 3%, economía que en opinión del FMI se encuentra en un delicado equilibrio porque los flujos de capital en busca de rendimientos y el fortalecimiento del real, combinados, se han vuelto su talón de Aquiles.

México, en la tabla de riesgos económicos de los países del G20 sólo tiene un ligero crecimiento del crédito interno para estímulo económico, algo que no preocupa, pero lo curioso es que a todos ellos les dan enormes posibilidades de crecimiento de 2013 en adelante y al nuestro no.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.