Vaya que la estrategia de vivienda verde no fue una moda, sino una tendencia que llegó para quedarse.

Resulta que de 100% de los créditos vía Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), 80% ya van destinados a la adquisición de nuevos inmuebles verdes, donde lo primordial es el ahorro que representa a los usuarios en servicios de energía y agua.

La perspectiva de esta dependencia bajo el mando de Víctor Manuel Borrás, es que a finales del año el total de los créditos que se otorguen sean para esta vivienda, denominada verde, a fin de que los niveles de contaminación por los servicios de las casas disminuya considerablemente, más cuando hablamos de que el año pasado este instituto otorgó 501 mil créditos y en este primer trimestre ya alcanza los 130 mil créditos.

No obstante, los alcances de esta nueva tecnología de construcción ya toca las puertas de la vivienda tradicional, a través de créditos especiales que permitan la remodelación de tuberías, drenajes y alumbrados, que al final del día se traduzcan en reducción de costos para los habitantes.

Tecnología que no sólo se está aplicando a la construcción de la vivienda media y residencial, sino a la de interés social, segmento en donde los beneficios serán más importantes.

Los avances en este segmento se acercan hacia la conformación de unidades habitacionales completas, para lo cual, seguramente veremos alianzas entre dependencias en educación y salud, así como organismos de la iniciativa privada de giro comercial, financiero, seguridad y cultural, para que se cubran las necesidades básicas y algunas otras de diversión en los nuevos conceptos de vivienda.

Sólo esperemos que el cambio de sexenio no implique el freno de dichos avances en la materia. No sólo se trata de un estilo de vida, sino de atender una problemática ambiental.

Así que ya veremos que se siguen sumando empresas como ARA, que dirige Germán Ahumada; SARE, bajo el mando de Dionisio Sánchez Carbajal; GEO, que encabeza Luis Orvañanos Lascurain; Urbi e incluso las inmobiliarias medianas y pequeñas.

Hablando de SARE, empresa de vivienda que se encontraba reajustando sus finanzas, ya concluyó con su reestructuración a través de Banorte.

El planteamiento es echar a andar 33 proyectos de vivienda de interés social, por supuesto sin descuidar los once complejos de nivel medio residencial que tienen ya en operación. Estrategia que le permitirá a la inmobiliaria mantener un nivel de estrategia 70% interés social, 30% media residencial.

A fin de cuentas, tanto para esta firma como para su competencia la perspectiva para el próximo año es que todo vaya en ascenso, tendencia que se visualiza al interior del Infonavit, que comanda Víctor Manuel Borrás, y Fovissste, que dirige Manuel Pérez Cárdenas.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.