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Nuevo paradigma empresarial: pensar primero en el Perú
Mié, 21/11/2012 - 08:22

Jorge Medina Méndez

Innovación: una oportunidad para la nueva Latinoamérica
Jorge Medina Méndez

Es Managing Partner de EY en Perú y miembro de su directorio sudamericano. Asesora a importantes empresas peruanas e internacionales. Cuenta con un MBA de la Adolfo Ibáñez School of Management de Miami. Analista y conferencista en temas de su especialidad, es también presidente y miembro del directorio de diversas instituciones universitarias, profesionales y empresariales.

Vivimos una época en la que muchos paradigmas están siendo cuestionados. Uno de ellos es el tipo de liderazgo que requiere el mundo para guiar sabiamente el destino de la humanidad. ¿Suena dramático? Bueno, ¿no es acaso dramático que con todo el conocimiento científico y tecnológico disponible, hayamos sido incapaces de prevenir el colapso del sistema financiero global y aún no podamos frenar una crisis que lleva ya cinco años generando enormes pérdidas? Jamás el mundo había esperado tanto del liderazgo, y jamás habíamos estado más desilusionados de este.

¿Hacia dónde vamos? ¿Quién gana y quién pierde con la forma como hacemos negocios? ¿Cómo reinventar nuestras corporaciones para influenciar positivamente en nuestros grupos de interés? ¿Cómo desarrollar un liderazgo que se adhiera a valores éticos y desarrolle organizaciones que practiquen lo que es correcto y justo para todos, al mismo tiempo que genera mayor valor a la empresa? ¿Cómo pasar de los códigos de ética y pactos de integridad retóricos a acciones concretas de transparencia?

Esperamos que estas preguntas sean tratadas en CADE 2012. El comité organizador que preside Lucho Torres ha tenido el gran acierto de que este encuentro busque persuadir a los empresarios a constituirnos en protagonistas de la construcción de un país con bienestar y esperanza para todos. “Líderes empresariales, compromiso con el Perú” es, además, un excelente tema para celebrar la quincuagésima edición de las CADEs y reflexionar sobre el compromiso personal que debemos asumir para lograr el ansiado desarrollo sostenible del Perú.

Nuestro país requiere un liderazgo que integre los principios de adaptar sostenibilidad con la razón misma de hacer empresa. Esto subyace a temas filantrópicos e incluso a la responsabilidad social empresarial. La sostenibilidad tiene por principal objetivo el bien común y la generación de beneficios permanentes para el país, al mismo tiempo que busca la rentabilidad y trascendencia de la empresa. Integrar la sostenibilidad en la visión, misión y valores de nuestras organizaciones requiere que nos interesemos más por comprender mejor qué es realmente importante para el Perú.

Por ejemplo, al usar más eficientemente la energía, administrar mejor el agua y disminuir los desechos y residuos bajamos nuestros costos operativos; o al gestionar nuestras empresas respetando la ley y observando principios éticos, administramos mejor los riesgos, evitamos contingencias y protegemos nuestra reputación.

No obstante, hay quienes señalan que la relación entre sostenibilidad y creación de valor no es cuantificable; cuestionan que una visión estratégica de sostenibilidad resulte en el mejor interés de los accionistas. De allí que los objetivos, presupuestos e indicadores de gestión sean en su mayoría de corto plazo, y originen que las actividades medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa hayan estado prácticamente desconectadas de la estrategia básica de la empresa por mucho tiempo.

Sin embargo, cuando uno considera lo que pasa en el Perú (un Estado percibido como ausente e ineficiente, partidos políticos débiles o inexistentes, una economía mayormente informal, bajo nivel de institucionalidad y altos niveles de corrupción, entre otros problemas que restan competitividad), no es difícil que los empresarios concluyamos que es hora de participar más y mejor, no con el propósito de sustituir al Estado, sino de hacer lo que nos corresponde en la construcción de una sociedad mejor y preservar la democracia, que empieza por gestionar nuestros negocios con ética y combatir toda forma de corrupción. 

Cada vez más empresas tendrán que adoptar una visión estratégica de largo plazo y deberán adaptar sus modelos de negocios a principios de desarrollo sostenible, buscando generar valor en áreas aún no exploradas.

Tenemos una gran oportunidad para reflexionar, invertir recursos y actuar juntos. Quienes tomen la iniciativa generarán ventajas competitivas frente a sus competidores que demoren en hacerlo. CADE 2012 puede ser la ocasión propicia que siente las bases del nuevo paradigma para los empresarios destinados a trascender en nuestro país: “Tengo éxito porque pensé primero en el Perú”.

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