Cada año trae consigo una serie de cambios en las grandes compañías en lo que respecta a los CEO. El grado de éxito que ellos puedan tener, y cómo el desarrollo del mercado impactará durante la transición, depende en gran parte de cuán involucrados estén los directivos de las empresas y de la planificación de dicha comunicación.

Las comunicaciones efectivas en torno a una transición de CEO pueden tener un efecto directo en la rentabilidad de la empresa. Una nueva investigación de Oxford Metrica revela que la diferencia entre una comunicación mala y una eficaz en los primeros diez días después de una transición puede mostrar una oscilación en la capitalización de mercado de diez puntos porcentuales (+5% -5%) en promedio. Sin embargo, las comunicaciones “pobres” pueden ejercer un efecto aún más perjudicial. El estudio muestra una diferencia del 25% en el mercado al comparar las transiciones de CEOs mejor y peor comunicadas.

Comunicar la decisión más importante. Las transiciones de CEO deben ser consideradas como una parte natural del ciclo de vida de una empresa y una oportunidad importante para generar confianza en las partes interesadas. Pero en el actual entorno empresarial, los CEOs y los directorios están bajo mayor presión para defender su elección del líder.

Los factores críticos para manejar correctamente el entorno de hoy incluyen:

• El mayor flujo de noticias y surgimiento de los medios sociales exigen respuestas rápidas de las juntas directivas.

• Las juntas directivas están obligadas a utilizar todos los canales con el fin de hablar con todas las partes interesadas, porque la gente consume información de múltiples fuentes para tomar decisiones.

• Los directorios se ven obligados a ser más transparentes y cumplir con la regulación cada vez en mayor medida.

• La reciente crisis económica ha demostrado el futuro incierto de la situación económica mundial, aumentando la necesidad de una sólida elección del CEO.

En este entorno, para lograr una comunicación exitosa se requiere de una cuidadosa planificación que comienza meses antes del anuncio real. En el caso de una transición ordenada, el proceso de comunicación puede ser directo; exige que la comunicación transmita las razones detrás del cambio esperado, los atributos sobre el sucesor que llevaron a los directivos a tomar esa decisión y una línea de tiempo clara de transición.

Por el contrario, las transiciones más inmediatas requieren una combinación de una cuidadosa preparación, la planificación por parte del directorio, comunicaciones dinámicas y una acción rápida para mitigar el riesgo sobre la reputación de la compañía. Sin embargo, las transiciones no planificadas de CEO todavía pueden ser una oportunidad para generar confianza - siempre que la junta directiva comunique con claridad por qué se está produciendo el cambio y un camino claro a seguir.

En el estudio de Oxford Metrica hubo una muy pequeña diferencia en la capitalización de mercado entre las transiciones ordenadas con una comunicación efectiva (tal el caso de Apple tras anunciar la ‘jubilación' de Steve Jobs) y las transiciones inmediatas con una comunicación efectiva (por ejemplo, Starbucks en 2008). El consultor de negocios Ram Charan, dijo "que no haya duda de que la selección de un director general es la tarea más importante del directorio”.

En el complejo mundo de hoy, podemos debatir si la comunicación del racional detrás de la decisión de una junta directiva al elegir a su CEO es una responsabilidad crítica. Las comunicaciones claras y planificadas no sólo posicionan a los líderes frente al éxito, sino que también pueden tener un efecto tangible para la empresa en el futuro próximo así como también para el desempeño del CEO.