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Oportunidades en la nube para Latinoamérica
Vie, 29/04/2011 - 10:08

Alex Pessó

Oportunidades en la nube para Latinoamérica
Alex Pessó

Alex Pessó es Director Legal y de Asuntos Corporativos de Microsoft Chile. Abogado y Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, con un postítulo en Derecho Público y Magíster en Derecho Constitucional de la Universidad Católica de Chile. Actualmente es Coordinador del Centro de Estudios en Derecho Informático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

Las empresas latinoamericanas están adoptando las oportunidades que ofrece la computación en la nube, con cerca de 40% de utilización de estas plataformas en las pequeñas y medianas empresas (pymes) desde 2010.

La nube proporciona un nivel de potencia que hasta hace poco sólo estaba disponible para las empresas con grandes presupuestos. Así, permite incrementar la capacidad tecnológica rápidamente en respuesta a la demanda de los clientes, contribuyendo a igualar las condiciones con otras regiones y países que tradicionalmente han tenido una ventaja competitiva en esta materia.

Sin embargo, el poder de la computación en la nube y el fomento al progreso económico que ésta genera hacen necesario que nuestros sistemas legislativos consideren ciertas reformas normativas que aceleren la adopción de esta forma de procesar y almacenar información e incentiven su correcto uso.

Uno de los principales desafíos es proteger la privacidad de datos con un marco normativo adecuado para la nube. El éxito de la computación en la nube depende de un marco sólido y moderno para proteger los datos de los consumidores. En ausencia de ese marco, los usuarios carecen de la confianza para almacenar sus datos en la nube. Sin embargo, muchos países de la región están mirando la legislación vigente en Europea como modelo, cuando la propia Unión Europa se encuentra ahora en el proceso de repensar y reformar su régimen -adoptado en la década del 90-, que ya no logra sortear los desafíos de un mundo globalizado en que los datos traspasan las fronteras y los continentes.

Otro importante reto es acordar los principios de la soberanía de datos. A medida que la nube evoluciona, las autoridades nacionales, se enfrentan a diversos retos: la delincuencia en línea, el uso de Internet para amenazar la seguridad pública o la seguridad nacional, muchas veces incluso cuando los datos se obtienen o transfieren fuera de su jurisdicción. Los gobiernos de toda América Latina  y de todos los países en general, beneficiarán sus economías locales cuando se logre determinar universalmente reglas claras de competencia y acceso a los datos.

También se debe trabajar para lograr un marco jurídico armonizado para la nube. En la medida que la computación en la nube se desarrolla, las limitaciones geográficas tradicionales aplicables a los flujos de datos comienzan a desaparecer. La información puede ser creada en Brasil utilizando un software alojado en Argentina, procesado en el Perú, almacenados en Chile y ser accedido desde cualquier lugar en América Latina y el mundo.

Los proveedores de servicios en la nube, tienen operaciones y centros de datos ubicados en diferentes países de todo el mundo. Sin embargo, las diferencias en las leyes sustantivas que regulan temas claves como la confidencialidad o la retención de datos, el otorgamiento del consentimiento, multas, necesidad de registro y otras materias  legales, podrían crear diferentes marcos regulatorios irreconciliables. Por ejemplo, los proveedores de servicios podrían enfrentar situaciones en las que la divulgación de datos a un gobierno, en respuesta a un requerimiento judicial  bajo las reglas de ese país, esté violando las leyes de privacidad del país donde los datos se encuentra almacenados. Este tipo de situación plantea un dilema para los proveedores de servicios en la nube: será muy difícil cumplir con las leyes de diversos países en los que por no haber armonización de normas, habrán estatutos incompatibles.

Facilitar la transferencia segura y responsable de los datos a través de las fronteras es otro importante desafío. Al igual que la internet, los servicios en la nube son de naturaleza global, y la capacidad de mover datos entre los grandes centros de datos en múltiples áreas geográficas permite un ahorro de costos significativo y aumentos de eficiencia. Las normas que rigen la transferencia de datos e información a través de las fronteras, sin embargo, a menudo no se ajustan a la realidad de la banda ancha y sus particularidades. De hecho, algunas de las leyes de privacidad en algunas partes de América Latina adoptan normas rígidas siguiendo el modelo europeo. Pero como ya se dijo, Europa está reconsiderando su prohibición de transferencia de datos y buscando la manera de hacer su régimen más orientado a los resultados, de modo que tanto la seguridad y la innovación pueden ser valores compatibles. Los gobiernos pueden incentivar que los exportadores de datos se hagan responsables de la protección de los mismos, independientemente de su ubicación geográfica.

Adicionalmente, se debe crear la ayuda para que la nube sea un espacio seguro. Para hacer frente a los ciber ataques y otras violaciones de seguridad, los gobiernos de América Latina deben asegurar sus marcos jurídicos facilitando la cooperación internacional y armonizando la tipificación de  conductas delictivas en la nube. Esto requiere de varios elementos, incluida la disuasión a través de la ejecución penal y civil efectivas, con sanciones significativas y oportunas, un marco jurídico que favorezca la cooperación y el intercambio de información entre los sectores público y privado, así como el intercambio de conocimientos técnicos y la capacidad de aplicación de la ley en las distintas jurisdicciones.

Por último, es necesario seguir mejorando la infraestructura de banda ancha. La relación de la nube a la banda ancha es muy similar a la de los automóviles y las carreteras: el automóvil de alto rendimiento más impresionante puede no servir de nada si la carretera está fuera de uso o están sobrecargadas o son inadecuadas; del mismo modo, los poderosos servicios de la nube no beneficiarán a los hogares y negocios si carecen de conexiones de banda ancha. 

Aunque el despliegue y la adopción de internet en América Latina inicialmente fue inferior al de otras regiones, hoy la región tiene la mayor tasa de adopción de banda ancha en el mundo. América Latina está preparada para un crecimiento explosivo en los servicios de banda ancha fija y móvil en los próximos años. Por esto, hoy los gobiernos de América Latina tienen la oportunidad de ayudar a sus ciudadanos a tener acceso a la nube y los beneficios de transformación económica y social que ofrece.

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