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Producir en Uruguay: un negocio 'de película'
Jue, 18/10/2012 - 09:10

Joaquín Panasco

 La caída de Pluna
Joaquín Panasco

Joaquín Panasco es Abogado (Ucudal), Master en Derecho de la Empresa (Universidad de Montevideo), Postgrado en Derecho de Daños (Udelar) y Especialista en Marketing (Ucudal). Es especialista en asesoramiento legal empresarial del Estudio Tesouro (Uruguay).

No es extraño caminar por las calles de Montevideo y toparse con equipos filmando publicidades para el exterior. Por mencionar algunas, “Join the Dance” del té Lipton, con el actor Hugh Jackman; o “Protest”, de la marca de vodka sueca Absolut, con la participación del premio Oscar de fotografía, Guillermo Navarro.

Pero en lo que al cine respecta, la historia es otra. Tímidamente Hollywood desembarcó en Uruguay en el año 2006, con parte del rodaje de la película “Miami Vice” (basada en la serie de los años 80). Dos años después, se realizó parte del rodaje de “Blindness”, adaptación del libro “Ensayo sobre la ceguera”, del premio Nobel de literatura José Saramago. A pesar de no estar en la mira de las productoras de cine extranjero, el país tiene mucho para ofrecerle a esta industria.

Si bien las productoras publicitarias hace años que apuestan a Uruguay, los beneficios para las producciones cinematográficas son tantos o más que los beneficios con los que cuenta la industria de la publicidad.

Uruguay ofrece costos más bajos, calificación profesional de los recursos humanos y buenas redes de comunicación y logística. Otro factor que colabora para convertirlo en un lugar propicio para producir cine es la facilidad de tener distintos tipos de locaciones en un territorio reducido. En este sentido, en pocos kilómetros de distancias pueden encontrarse campos, playas y una arquitectura de lo más variada, que va desde modernos edificios, hasta arquitectura colonial europea o rústica campestre.

Pero lo más atractivo para las productoras extranjeras son los distintos acuerdos de coproducción, los acuerdos institucionales y, sobre todo, la gran cantidad de beneficios tributarios que el país ofrece a las producciones audiovisuales.

Uruguay cuenta con acuerdos de cooperación con Brasil, Francia y Venezuela. Asimismo, cuenta con acuerdos de coproducción con Argentina, Canadá, Italia y un acuerdo latinoamericano celebrado entre los miembros del Convenio de Integración Cinematográfico Iberoamericana.

También existen acuerdos con instituciones nacionales, las cuales aportarán dinero a los proyectos a cambio de ser mencionados en las películas. En este sentido, la Administración Nacional de Combustibles, Alcohóles y Portland (ANCAP) aporta dinero a cambio de mencionar el apoyo de ANCAP en la folletería, promoción, cartelería y en los créditos del proyecto, y el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) aporta dinero a cambio de ser mencionado en la pantalla al comienzo y final de la película, y en forma destacada en los materiales de promoción y prensa.

Por su parte, los servicios para la ejecución de coproducciones cinematográficas y televisivas (alquiler de equipos, vestuario, construcción de escenografías, gastos de hotelería, transporte, catering, etc.), en las que participe Uruguay, no pagan Impuesto al Valor Agregado (IVA), pudiendo además recuperar el impuesto asociado a los mismos.

Además, todos los materiales que se tengan que utilizar para la filmación, como ser cámaras, vestuarios, iluminación, etc., pueden ingresar al país por el término de 90 días en régimen de admisión temporaria, esto es, exentos de todo tipo de tributos a la importación.  

Del punto de vista de los beneficios tributarios, los productores extranjeros pueden solicitar diversas exoneraciones fiscales cuando el proyecto sea declarado de fomento artístico cultural. Entre las distintas exoneraciones que se pueden solicitar, se destacan las siguientes:

1).- exoneración de toda clase de tributos nacionales, así como de tarifas o precios en servicios prestados por el Estado uruguayo;

2).- exoneración de todo tributo que grave las rentas de la productora, así como la distribución o adjudicación de dichas rentas;

3).- exoneración de proventos, tasas portuarias y adicionales sobre la importación de bienes para el proyecto;

4).- exoneración del IVA e Impuesto Específico Interno (IMESI) sobre la importación de los bienes necesarios para el desarrollo del proyecto y la devolución del IVA por la adquisición en Uruguay de dichos bienes.

Otra medida para el fomento de las producciones audiovisuales, es que las empresas contribuyentes que realicen donaciones a un Proyecto de Fomento Artístico Cultural, recibirán ciertos beneficios fiscales por sus donaciones. En este sentido, el 75% de las sumas donadas al proyecto podrán ser imputadas como pago a cuenta del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) e Impuesto al Patrimonio (IP) y el 25% restante podrá ser imputado como gasto de la empresa que realice la donación.

Sin perjuicio del asesoramiento que en esta materia puede brindar una firma de profesionales, existen distintos organismos y asociaciones capaces de ampliar la información sobre beneficios a las producciones cinematográficas. En este sentido, la Asociación de Productores y Realizadores de Cine y Video del Uruguay (institución civil), la Cámara Audiovisual del Uruguay (asociación civil de empresas e instituciones) y el Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay (institución pública encargada de diseñar las políticas nacionales del sector audiovisual).

Los beneficios existen y son varios. Algunas productoras ya los han aprovechado. Pero sin dudas, hace falta mucha más “acción” por parte de los organismos competentes para que más productoras extranjeras conozcan las ventajas de producir en Uruguay.

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