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¿Quiénes no cantan la Marsellesa?
Mar, 17/07/2018 - 09:37

Farid Kahhat

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Farid Kahhat

Peruano, doctor en Relaciones Internacionales, Teoría Política y Política Comparada en la Universidad de Texas, Austin. Fue comentarista en temas internacionales de CNN en español, y actualmente es profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP (Perú) y analista internacional.

Antes del mundial de fútbol de 1998, el líder del Frente Nacional francés, Jean Marie Le Pen, declaraba que los jugadores del seleccionado nacional de su país eran “malos patriotas porque no cantan el himno con fervor o no se saben la letra”. Le Pen añadió que le parecía artificial “reclutar jugadores extranjeros y llamarlos ‘la selección de Francia’”. Singularizó además en sus críticas al futbolista Zinedine Zidane.

Algunos hechos posteriores contribuyeron a acallar (al menos temporalmente), esas críticas. De un lado, el que el ex futbolista Michel Platini recordara que él tampoco cantaba La Marsellesa y, sin embargo, eso jamás había sido un tema de controversia (tal vez porque, para los estándares de Le Pen, el sí era un francés de pura cepa). De otro, las imágenes de Zidane llorando mientras cantaba La Marsellesa tras contribuir a obtener para Francia la primera copa del mundo en su historia.  

Pero como recordó durante el mundial de Rusia el delantero Romelu Lukaku, el que parte de la prensa en su país lo considere belga sin atenuantes depende de su desempeño deportivo: cuando este no es óptimo, de pronto algunos recuerdan el origen congolés de su familia. Lo mismo ocurre con la extrema derecha y el seleccionado nacional en Francia. Tras la derrota en la final del mundial de 2006 Le Pen se olvidó de La Marsellesa y sinceró sus críticas: el seleccionador nacional había “exagerado la proporción de jugadores de color”. Tras la debacle de 2010 en el mundial de Sudáfrica la hija y heredera política de Le Pen, Marine, dijo que no reconocía a Francia o a sí misma en el seleccionado nacional, y que sus jugadores “tienen otra nacionalidad en el corazón”.    

Existió, sin embargo, un jugador del seleccionado francés que decidió de manera explícita no volver a cantar La Marsellesa: Christian Karembeu. Originario de Nueva Caledonia, Karembeu provenía además de la etnia Kanak, sus habitantes nativos. Desde la privación de sus tierras hasta su confinamiento en reservas, la historia de los Kanak no es diferente a la de otros pueblos sometidos a un colonialismo de asentamientos. Cuando Karembeu abandonó su tierra natal para trasladarse a la Francia continental, aquella se encontraba lastrada por episodios de violencia política entre el Estado francés y fuerzas independentistas. Es por ende comprensible que la nacionalidad francesa suscitara en Karembeu sentimientos encontrados. Nada de eso bastó, sin embargo, para inducirlo a tomar la decisión de no cantar La Marsellesa. El evento que propició esa decisión fue un hallazgo del novelista Didier Daeninc quien, durante las investigaciones para su libro “Caníbal”, sobre la  Exhibición Colonial en París de 1931, encontró fotografías en las que quien sería el bisabuelo de Karembeu era presentado semidesnudo como un antropófago salvaje, forzado a comer carne cruda y realizar danzas rituales. Sólo entonces Karembeu tomó esa decisión.  

En cambio, su compañero de equipo Lilian Thuram jamás dejó de cantar el himno nacional de su país, Francia. Pero lo hizo con plena conciencia de las razones por las cuales sostenía una relación compleja con esa identidad nacional. Por ello fue el curador en 2011 de una exhibición en un museo de París cuyo título no requiere mayor explicación: “Zoológicos Humanos: la Invención del Salvaje”. Según dicha representación, la última de esas exhibiciones coloniales tuvo lugar en Bruselas en 1958.

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