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A recuperar la dignidad del TSE de Guatemala
Jue, 10/07/2014 - 10:22

Martín Rodríguez Pellecer

Destruir la política en Guatemala
Martín Rodríguez Pellecer

Martín Rodríguez Pellecer (1982) es periodista y guatemalteco. Estudió Relaciones Internacionales (una licenciatura) en Guatemala y luego una maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Autónoma de Madrid (España). Aprendió periodismo como reportero en Prensa Libre entre 2001 y 2007, desde la sección de cartas de los lectores hasta cubrir política e investigar corrupción. En 2007, ganó un premio de IPYS-Transparencia Internacional por el caso Pacur. Ha trabajado en think tanks (FRIDE, Flacso e ICEFI), aprendido varios idiomas, viajado por dos docenas de países, es catedrático en la URL y columnista de elPeriódico. Es director y fundador de Plaza Pública.

Lo bueno y lo malo de la democracia es que necesita de oxígeno para mantenerse viva. Si no respira, se muere. Lo que ha hecho esta vez el pleno de magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es darle una bocanada de oxígeno al cada vez más obsoleto sistema de partidos políticos. Y ahora necesitamos respaldarlo para que siga siendo guardián de este sistema a pesar de las presiones enormes de muchos autoritarios.

Rudy Pineda, Julio Solórzano, Jorge Valenzuela, María Eugenia Mijangos y Mario Aguilar están haciendo justo lo que los ciudadanos esperamos que hagan. Que frenen los abusos de los partidos, encabezados por los más irrespetuosos de la ley y de la democracia: el Partido Patriota y el partido Lider. Sería muy sano para la democracia que si siguen refunfuñando y no cumplen con lo que ordenó el TSE, los suspendieran dos años y no pudieran participar en 2015.

Me parece populista decir que vivimos en una dictadura, pero la fórmula es infalible: si un pone a un autoritario (militar o populista) a dirigir el gobierno democráticamente electo, guardará las apariencias un tiempo e intentará gobernar por decreto. El gobierno del presidente Pérez y la vicepresidente Baldetti desprecia la democracia con todas sus fuerzas. En el Congreso, no ha aprobado una sola ley con tres lecturas para discutir su contenido, desdeña de la poca independencia que ejerce la prensa o de la oposición ciudadana en el campo y su gobierno ha administrado los recursos en la mayor opacidad, sin licitaciones o simulándolas, justo lo que criticaban cuando estaba en oposición. Y Lider, de Manuel Baldizón, empezó la publicidad anticipada como al mes de haber empezado este gobierno y opera a fuerza de su chequera.

Así que para hacer contrapeso a los autoritarios en el gobierno y el Congreso, no hace falta rezar o no sólo mejorar el diseño institucional, hacen falta personas que tengan agallas y sepan que de sus actuaciones no depende su futuro económico, sino su dignidad y la dignidad de la sociedad.

Por eso es un alivio cuando llegan funcionarios como Claudia Paz al Ministerio Público, o Jorge De León a la Procaduría de los Derechos Humanos, o magistrados muy valientes a la Corte Suprema de Justicia, como los magistrados Medrano, Gómez, Sierra, Barrientos y los que conformaron el grupo de los siete que resistieron las presiones del gobierno y de la mala prensa para evitar que tomaran la presidencia de la CSJ en este año crucial. O los magistrados del TSE.

Y nunca es tarde para recapacitar. Por ejemplo, Prensa Libre le ha hecho los favores al presidente Pérez Molina cada vez que llamaba y pedía cambios de enfoque. El mejor ejemplo fue cuando en protestó por el titular contrario a las reformas constitucionales (algo como “Cacif reitera su oposición a las reformas”) y al día siguiente había un titular complaciente (algo como “Gobierno cuenta con apoyo”). Pero la semana pasada le pidieron que los respetara y dejara de llamarlos. Está bien, se vale, uno puede recapacitar y recuperar la dignidad; y gritarlo a los cuatro vientos. Ya quisiera uno que eso hicieran los de la Corte de Constitucionalidad o los diputados sobre sus compradores, al menos por un día. Los magistrados TSE está colocando ese día al principio de su gestión; ojalá lo mantengan durante cada uno de sus años.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog de Wachik' aj.

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