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Respirando en los tiempos de la hiperconexión
Mar, 25/01/2011 - 10:21

Pablo Grasso

Respirando en los tiempos de la hiperconexión
Pablo Grasso

Pablo Grasso es el gerente regional de Ventas Corporativas para el cono sur de Research In Motion (RIM). Es responsable de los aspectos técnicos y comerciales de la solución BlackBerry. Con 15 años de experiencia en la industria, fue anteriormente gerente de Ventas Corporativas para AMX de Research In Motion, gerente nacional de Ingeniería de Ventas de Soluciones Móviles en Telecom Personal y durante varios años se desempeñó como gerente comercial de Cuentas Top e Ingeniero de Ventas de Grandes Cuentas en Telecom Argentina. 

Más de una vez debe haber conectado el módem de internet inalámbrico al notebook y la navegación le resultó más lenta de lo esperado o su teléfono 3G no se comunicó con la rapidez deseada. Esto puede estar asociado a la explosión del servicio de banda ancha móvil y teléfonos inteligentes que, en general, son altos consumidores de recursos a la hora de navegar por internet o enviar y recibir datos como correos electrónicos, chat y redes sociales.

Las redes móviles se basan en el uso del denominado espectro radioeléctrico que para entenderlo mejor se puede comparar a un cable de fibra óptica por donde pasa la información en el mundo de las redes fijas. Sin embargo, la gran diferencia entre ambos es que una sola fibra óptica tiene más capacidad de transmisión que todo el espectro radioeléctrico completo.

Además de ser un medio escaso, el espectro radioeléctrico es compartido por todos los usuarios que estén conectados en una determinada zona de cobertura. Por lo mismo, la velocidad de acceso no es la misma si hay un usuario conectado, a si son diez los usuarios activos simultáneamente en una celda. 

Una forma poco ortodoxa de explicar este fenómeno, pero muy ilustrativa, es imaginar que cada smartphone y módem inalámbrico equivalen a una persona y el espectro radioeléctrico o ancho de banda es el aire que ellos respiran. Si en una sala pequeña sin ventilación ponemos a diez personas, éstas no tendrán problema para respirar.  Pero si en la misma habitación colocamos 100 o 1.000 individuos, el aire se tornará un medio escaso. En esta circunstancia, solo las personas que conozcan y apliquen métodos de respiración serán más eficientes al usar el aire versus los demás.

Las nuevas tecnologías como banda ancha móvil y smartphones en general hacen uso intensivo del espectro radioeléctrico para la transmisión de datos, es decir, respiran mucho “aire”. Cuántos más usuarios mandan datos pesados o hablan por teléfono, más espectro consumen. Mientras más personas están conectadas al mismo tiempo a una celda de telefonía celular, menor será la velocidad del servicio porque está limitada a la capacidad de esa celda.

Así, la falta de espectro hace que la gente tenga problemas al hablar por teléfono, al enviar correos o que no todos puedan navegar a las velocidades prometidas. Alguien podría decir que la “ventilación” o servicio se mejoraría colocando tubos de oxígeno, sin embargo, esta medida equivale a una inversión de nunca acabar porque la demanda de los usuarios aumenta aceleradamente. Así ocurre con la telefonía celular. Las operadoras instalan cada vez más antenas para distribuir los usuarios de una zona saturada, pero el costo es muy alto e implica instalación de torre, equipos, conexiones, arriendo del espacio, permisos municipales, entre otros.

Si bien se espera que 4G mejore un poco esta situación, el uso del espectro está regido por la física, y por ese motivo, cuantos más bytes consumo (cuánto mas rápido respiro), más espectro (aire) consumo también.

Esta saturación del espectro radioeléctrico ha llegado a niveles críticos en los países que son altos consumidores de tecnología. Por ejemplo, en Estados Unidos varios operadores han dejado de ofrecer la tarifa plana de datos para intentar controlar el uso del espectro.

Ante esta circunstancia y volviendo a nuestra analogía con la sala llena de gente, como no puedo respirar más aire del que existe, la solución es ser más eficiente en usar el aire del que dispongo. Así, como una buena técnica de respiración sería de gran ayuda en nuestra sala, existen tecnologías que optimizan la transmisión de datos y por ende, el uso del espectro radioeléctrico. Incluso, este tipo de tecnologías aseguran a los usuarios un menor costo en los servicios de transmisión y navegación de datos.

Optimizando la respiración. Hace once años, cuando nacieron los smartphones, los usuarios enviaban archivos mucho más livianos. Entonces, lo común era intercambiar correos electrónicos con contenidos de 5 kilobytes de peso. Hoy esos kilobytes se transformaron en megabytes y junto a la navegación por módem inalámbrico han agotado el espectro radioeléctrico. Esto se traduce en una navegación y transmisión de datos más lenta e incluso mayores costos para los usuarios.

Pese a este panorama, hay tecnologías como la solución BlackBerry que optimizan el uso del espectro al ser expertas en la compresión de datos y que aseguran a los usuarios una tarifa mucho más económica por sus servicios. Además, en cuanto a transmisión, el sistema fue diseñado para enviar archivos más livianos y compactos.

En base a un estudio de Rysavy Research (Smartphone Efficiency Report*, publicado en agosto de 2010), un correo electrónico simple, con un peso equivalente a 5.120 bytes, al ser enviado por la solución BlackBerry vía red inalámbrica se reduce a 444 bytes enviados y a 3.093 bytes descargados finalmente por el destinatario. 

Gracias a la compresión el peso original del correo es menor. En cambio, el mismo correo de 5.120 bytes mandado por otra solución, pesará 17.469 bytes al enviarse y se recibirán 20.122 bytes. Así, en el proceso total de comunicación (bytes enviados más bytes descargados por el destinatario) la solución BlackBerry comprime la data, reduciéndola a 69,08% de bytes transmitidos, mientras que otra solución aumenta los bytes a 734,21%.

La compresión de datos es un gran beneficio para el usuario, ya que entre menos bytes son enviados a través de la red inalámbrica, más rápida y confiable es la experiencia. Incluso los teléfonos inteligentes registran una mayor duración de su batería.

Además, a nivel interno, este tipo de dispositivos cuentan con un sistema de compresión diseñado para reducir el tamaño de los datos contenidos en el smartphone, a la vez que se mantiene la integridad de la información incluidos los mensajes, los contactos, las entradas de calendario, las tareas y las notas.

Si bien, al usuario no le interesa tanto la compresión de los datos, sí le preocupa tener una tarifa plana económica sin importar cuantos datos transmita o cuanto navegue por internet y este tipo de tecnología sí lo permite. Además, beneficia al usuario al no ofrecer congestión en la navegación o envío de datos por la red como otras soluciones, ya que al comprimir la información es como que siempre ésta encuentra un lugar por donde pasar.

Lo anterior es más importante aún si consideramos a los usuarios viajeros que visitan distintos países y utilizan roaming.  Al recibir o mandar información que pesa menos, ese usuario siempre va a pagar cuentas menores. Hoy incluso el roaming para este tipo de equipos equivale a una tarifa plana y por ende controlada. Y es que dependiendo de las plataformas que se utilicen, podría ser hasta diez veces menos el cobro por transferencia de archivos en roaming. Todo gracias a la compresión y el uso eficiente del ancho de banda.

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