UN. La procesión en la oposición ya no marcha por dentro sino por fuera. Aflora y toma cuerpo antes de lo esperado. Porque la política no admite vacíos, y luego de la última derrota electoral de la MUD (8-D) crece la angustia en el sector por llenar el hueco de liderazgo y de política que provocó el revés. Es así como Copei estaría dispuesto a promover a Eduardo Fernández para conducir el bloque Demócrata Cristiano. AD, por su parte, no cree en el Foro Social Demócrata y conformaría una opción propia con aliados tradicionales. El movimiento que dentro de la MUD comandan María Corina Machado y Leopoldo López -este un tanto incómodo por la competencia en protagonismo de la dama-, La Movida, despierta repudio en los aliados por la manera como succiona parlamentarios y cuadros partidistas, y por la agresividad con que actúa que obliga a deslindes. Por otro lado, Antonio Ledezma hace esfuerzos por captar seguidores, pero su pretensión es vista con reserva por quienes no desean comprometerse con figuras del pasado…

Primero Justicia, con la mayor fuerza electoral en ese conglomerado, cocina una apertura amplia de diálogo con diversos sectores políticos, de la que participan Borges, Ocariz y Guanipa. De esa manera quieren blindarse con una posición propia ante a la agresiva actitud de los ultras…

Silencio mediático Comentario en la Audiencia en el Senado del Congreso de EE.UU. a una pregunta del senador Menéndez, el embajador nominado en Colombia, Kevin Whitaker, sobre la relación de Venezuela con este país, contestó: “Cito al presidente Santos: jamás ha habido mejor cooperación como la actual en la lucha contra el narcotráfico entre Colombia y Venezuela”…

Increíbles las expresiones de algunos intelectuales y dirigentes partidistas de oposición sobre el diálogo, reveladoras del odio que les inspira el adversario -en este caso, el chavismo-. A uno le escuché decir que Maduro planteaba dialogar porque “tenía el agua al cuello”; otro habló de “diálogo sin piedras”, y un tercero manifestó que con esa propuesta el gobierno “trataba de ganar tiempo”. Con tales estupideces, a la hora de responder a una iniciativa que la mayoría del país comparte, uno se explica el porqué de las derrotas de la oposición y la postración en que esta se halla…

Por cierto, sorprende que gente con dilatada experiencia política y, además, inteligente, se empeñe en desconocer la realidad nacional. Hay malestar, hay inquietud en la colectividad, mas esos sentimientos no dan para desencadenar aventuras. Pero lo están haciendo, con el agravante de que los implicados en la desestabilización con el propósito de provocar un golpe de Estado creen que el gobierno y el chavismo ignoran lo que se trama. Cuando culminen la loca aventura en que están metidos, vendrá el llantén de siempre…

Motorizados Simpatizo con ellos. Conozco a muchos. Se trata de gente abnegada, trabajadora. Que mueve a la ciudad. Que sirve a la comunidad. Sin ellos, la actividad económica, comercial, los servicios en general se derrumbarían. Al sector no hay que juzgarlo por los malandros que se aprovechan de las circunstancias para delinquir. Es injusto hacerlo, como lo es satanizar a cualquier sector con base en la actuación de los irresponsables e inmorales. Eso sí, la mayoría honesta, responsable, debe actuar para execrar a los que incurren en prácticas que atentan contra los ciudadanos. Deben segregar a esos elementos. Mantenerlos a raya…

Capriles vive una complicada situación personal. Su liderazgo se desploma. Como él mismo lo ha dicho, los que lo rodean desenvainan los cuchillos y se disponen a sacarlo del juego. No son el gobierno o el chavismo los que alientan lo que le ocurre; son los que estuvieron más cerca de él. El refrán “cría cuervos y te sacarán los ojos” se cumple una vez más.

Laberinto

1.- A la hora de darle un nombre, opto por el de formato. Otros prefieren guión. Pero para el caso es lo mismo. Se trata de la reacción del estatus, sectores políticos y económicos -más el factor EE.UU.-, en contra de los procesos de cambio que avanzan en la región latinoamericana y caribeña. Como quiera que en el plano electoral esos sectores perdieron el control que tuvieron en el pasado, y ahora el movimiento progresista y democrático se impone por esa vía dado el elevado nivel de conciencia de los pueblos, la alternativa vuelve a ser el golpe de Estado o la fórmula desestabilizadora global. El golpe ya lo ensayaron en Venezuela en 2002 contra el presidente Chávez con el desastroso resultado que todos conocen. También apelaron a la desestabilización a base de la combinación medios de comunicación y poderes económicos. Tampoco les resultó. En cambio, lograron el objetivo en Honduras y Paraguay, y estuvieron a punto de alcanzarlo en Ecuador, solo que el coraje del presidente Correa y la solidaridad internacional lo impidieron. Contra Evo Morales en Bolivia intentaron todo, pero el arraigo popular del proceso revolucionario ha neutralizado las acciones de la derecha.

2.- Sin embargo, la amenaza subsiste, y me atrevo a decir que sus promotores perfeccionan la metódica. En Venezuela no desisten. Al contrario, pese a los sucesivos reveces, insisten con nuevas modalidades. Las últimas tres derrotas electorales de la derecha a manos de Chávez y de Maduro, y en las municipales de diciembre pasado, les confirman a esos sectores que en ese terreno no tienen vida, lo cual radicaliza sus posiciones y, tácitamente, los lleva a abrir juego en escenarios de aventura. En Venezuela, esa actividad se incrementa con la desestabilización abierta, desafiante, no solo del gobierno, sino del propio Estado, con la declaratoria de “guerra económica” que combina la actividad empresarial, comercial, la venta usurera de productos, con la desmedida especulación y amplia cobertura mediática. La batalla en los meses de gobierno de Maduro, se orienta a derrotar con firmeza y habilidad -en el marco de la ley- esa manifestación subversiva.

3.- Venezuela está en la mira. Es la presa más codiciada. Pero no hay que llamarse a engaño: en igual situación están todos los países donde se dan importantes procesos de cambio. El formato rige para la región. Lo demuestra el caso argentino. A la feroz ofensiva personal contra la presidenta Cristina Fernández -igual que contra Maduro-, se suma un plan desestabilizador urdido por poderosos grupos económicos y mediáticos de esa nación, cuyo objetivo es desquiciar la economía, la moneda y el sistema financiero en general. Es el formato aplicado en Venezuela y ajustado a la realidad de la nación sureña. El jefe de gabinete de la presidenta, Capitanich, declaró que “sectores políticos, sindicales y económicos, apoyados en grupos mediáticos concentrados, Clarín y La Nación -la misma actitud de algunos medios venezolanos-, promueven la desestabilización para disminuir la capacidad del Estado para controlarlos”. Y el ministro de Economía, Kicillof, habla de que tienen “las herramientas para hacer frente a los ataques especulativos”, es decir, lo que ocurre actualmente aquí: el establishment, especialista en comportamientos especulativos, en plena acción. En concreto: “la catástrofe permanente”, según la caracterización del fenómeno por el gobierno argentino, de la que los venezolanos tenemos amplio conocimiento por los ataques mediáticos y el empleo malévolo de las redes sociales en contra de las instituciones y del orden constitucional.

*Esta columna fue publicada originalmente en Últimas Noticias (Venezuela).