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Venezuela: la marcha al revés
Mar, 18/02/2014 - 09:26

Hugo Prieto

Venezuela: la marcha al revés
Hugo Prieto

Hugo Prieto (Caracas, 1956) es Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central de Venezuela. Ha sido redactor de varias revistas nacionales ( Número, Fama, Producto, Exceso); también se desempeñó como coordinador y posteriormente jefe editor de Domingo Hoy y del cuerpo Siete Días del diario El Nacional. Fue entrevistador en Ultimas Noticias y 2001. Es autor de los libros Todos somos garimpeiros (1991, premio Hogueras del mismo año), Avenida Baralt y otros cuentos (2005, mención publicación del Concurso Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana) y de la novela Vivir en Vano (Alfaguara, 2005).

Multitudinaria. No cabe otra expresión. Agregaría “dilemática”. En esta oportunidad, quise hacer el recorrido a la inversa desde la Plaza Venezuela. Esto es, mientras la marcha se dirigía a la Fiscalía, a eso de las 10:30 a.m,  yo iba en dirección a Chacaíto. Quise verificar, con mis propios ojos, la respuesta a la convocatoria que por primera vez se hizo sin el megáfono de Globovisión. Una primera conclusión: el twitter y las redes sociales están funcionando a plena capacidad.

¿Por qué dilemática? Entre otras cosas, porque la gente regresó a las calles venciendo el miedo y respondiendo a consignas explosivas. “El presente es la calle, el futuro es la salida” “Qué se vayan todos”. El trasfondo, como escenario corriente, eran los factores que marcan la crisis por la que atraviesa el país: la incontenible ola de homicidios, el desabastecimiento y la inflación más elevada del planeta, todos y cada uno responsabilidades del gobierno. Fue un inmenso grito de repudio al fracaso de la gestión chavista.

Después de verificar el resultado no tiene mucho sentido evaluar qué factor de la oposición lleva la voz cantante. Aunque la visibilidad de los promotores de la movida parlamentaria (Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma) es ahora preponderante. El liderazgo de Henrique Capriles, que ya venía en franco descenso, entró en barrena. Tal vez le quede un margen de maniobra, pero tendrá que deshacerse de sus indecisiones.

El juego político salta a otra esfera. Tiene otras cualidades. La oposición tiene masa crítica en la calle. Lo demostró esta mañana. Pero no tiene el respaldo social necesario para forzar “la salida”, que tanto se pregona en las pancartas. Quedan dos opciones. Intentar el quiebre que, encierra posibilidades inciertas y desembocaría en un era de violencia desconocida por todos, o construir una agenda política que interpele al gobierno de tal forma, que lo obligue a cambiar el desastroso rumbo que lleva el país.

Tengamos presente que el fin último de la marcha fue reclamar la liberación de los estudiantes detenidos en Mérida y Táchira. Que no hubo miedo. Que la cuerda se ha tensado hasta límites intolerables. La dirigencia opositora, así como el comando del chavismo, tienen la palabra… o las balas.

Estamos a un paso del llegadero.

A las 3:30 se confirmaron las primeras muertes y un número indeterminado de heridos. En apenas minutos, llegamos al llegadero. Entramos a lo imprevisible.

*Esta columna fue publicada originalmente el pasado 12 de febrero en el blog El Díscolo.

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