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Digitalizando la bancarización
Vie, 29/09/2023 - 08:55

Ximena Vargas

Ximena Vargas
Ximena Vargas

Gerente general de SumUp Perú.

 

Siempre hemos escuchado que Perú tiene altas tasas de informalidad. Desde el aspecto laboral, pasando por los distintos sectores como salud, minería, vivienda y construcción, industria, comercio, etc.

De hecho, un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) determinó que la informalidad laboral en Perú pasó el umbral del 70%. Desde este organismo internacional advierten que el panorama se tornará más complicado, pese a la recuperación macroeconómica tras la pandemia, por la inflación global, posible recesión internacional y la invasión de Rusia en Ucrania.

Si bien nuestro país tiene sus propios problemas, esta misma pandemia también evidenció una mayor inclusión financiera y bancarización, en paralelo con el crecimiento exponencial del comercio electrónico.

Efectivamente, el COVID-19 marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la digitalización de los pagos en Perú. De acuerdo, al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), entre 2015 y diciembre de 2022, se quintuplicó el número de transacciones digitales, alcanzado alrededor de 174 operaciones por persona en el año.

La autoridad monetaria, en su informe 'CBDC: Promoviendo los pagos digitales en el Perú', indica: “las medidas de distanciamiento y la generalización de los pagos sin contacto promovieron el uso de billeteras digitales y transferencias instantáneas por parte de individuos y negocios, especialmente para transacciones de bajo monto”. Sin embargo, destaca que, pese al considerable avance en el número de operaciones per cápita, aún nos encontramos por debajo de países como Brasil, Costa Rica y Argentina, que alcanzaron 351, 235 y 186 cancelaciones digitales por persona en 2021, respectivamente.

Generar mayor interés en el uso de los servicios financieros, la mayor educación financiera y el boom del comercio electrónico han permitido avanzar en la inclusión financiera o bancarización. Además, acciones por parte del Estado para reducir la corrupción y combatir delitos como el lavado de activos u otros, conlleva que se establezca mayores regímenes de bancarización y estandarización de las personas y empresas que solicitan créditos a todas las entidades financieras.

La creación de la Cuenta DNI del Banco de la Nación, con el objetivo de bancarizar a los ciudadanos a partir de 18 años, así como págalo.pe plataforma que sirve para pagar los servicios del Estado y la Ley de Bancarización, con la finalidad de evitar la evasión fiscal, fomentar la formalización de la economía y regular el impuesto a las transacciones financieras, son una muestra de ello.

Sin embargo, existen millones de personas y empresas que no cuentan con RUC y que podrían acceder a formar parte del sistema financiero a través de créditos. 

No debemos olvidar que el concepto de la bancarización es formalizar todas las operaciones y canalizarlas a través de medios legales que permiten identificar su origen y destino y que el Estado pueda ejercer sus facultades de fiscalización. 

Falta desarrollar una política pública e integral con la finalidad de fomentar la formalización de los sectores empresariales emergentes. La gran tarea para el mercado será que los bancos o entidades financieras no solo promuevan el acceso al crédito captando clientes informales, sino que también promuevan la formalidad en los empresarios emergentes. 

Finalmente, hemos podido observar que las transacciones digitales han jugado y seguirán jugando un papel preponderante en la inclusión financiera y bancarización, reduciendo así la informalidad en el sector. Hay aún mucho por hacer.

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