Las fintech son empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros innovadores, como pagos digitales, cambio de monedas, préstamos en línea, seguros personalizados y gestión de inversiones a través de aplicaciones móviles y plataformas digitales.
Las fintech en América Latina, según el último informe del BID del 2023, han registrado un crecimiento del 340% en los últimos seis años; pasando de 703 empresas en 2017 a 3.069 en 2023. Brasil, México y Colombia concentran el 57% de estas startups, consolidándose como líderes en el sector. Sin embargo, en los dos últimos años el Perú registra el mayor crecimiento al pasar de 132 en el 2021 a 163 al cierre del 2023.
El crecimiento que vemos en esta industria es principalmente que se han detectado nichos desatendidos por la banca tradicional, con buenos márgenes y no principalmente por las tasas o mecanismos de intermediación que las fintechs pueden realizar, sino, porque gracias a la tecnología, éstas suelen ser mucho más productivas y enfocadoa en las necesidades de sus clientes.
Uno de los aportes de las fintech al Perú es que, están acelerando la inclusión financiera, permitiendo a las personas sin acceso a servicios tradicionales, como aquellos en zonas rurales, bajos recursos o que cuentan con mala calificación crediticia en las centrales de riesgos, acceder a cuentas bancarias o digitales, préstamos y seguros de manera fácil y rápida; De esta manera se agilizan los procesos y sobre todo mejora la experiencia del cliente.
Al eliminar intermediarios y procesos burocráticos, las fintech ofrecen servicios a costos más bajos, lo que las hace más atractivas para la población.
Hay que destacar que lo atractivo de esta industria fintech es que, los productos financieros están elaborados de acuerdo a la necesidad del cliente, adaptándolos en todo momento; por el contrario, en la banca tradicional los productos son más masivos y se encuentran segmentados; es decir un cliente se tiene que adecuar a los productos estandarizados de la banca. Esta situación que no se da en la industria fintech, dado que por lo general utilizan datos y algoritmos para ofrecer productos y servicios más personalizados que se adaptan a las necesidades específicas de cada cliente.
Además, muchas fintech ofrecen también herramientas y recursos educativos para ayudar a los usuarios a mejorar su comprensión de los productos financieros y tomar mejores decisiones y de tal manera contribuyen a incrementar la educación financiera.
Los atributos de las fintechs ayudan a reducir con la informalidad dado que, fomenta la bancarización, de tal modo aumenta la base de la recaudación de impuestos, además alientan a los emprendedores en sus proyectos, dándoles mayores facilidades financieras y ayudando sobre todo a mejorar la calidad de vida de los usuarios.
Pero aún se cuenta con algunos desafíos por afrontar, pero más que desafíos las podemos llamar oportunidades para impulsar aún más las fintechs en el mercado peruano. Como por ejemplo, la falta de acceso a internet en algunas zonas, limita el alcance de las fintechs; asimismo, es necesario garantizar la seguridad de las transacciones y proteger los datos de los usuarios.
Otro gran desafío pero que puede convertirse en una gran oportunidad es el nivel de informalidad laboral, que según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) llegó al 74 por ciento hacia fines del 2022, pero esa misma cifra bajo ligeramente al cierre del 2023 (71,1%, lo cierto es que, de cada 10 trabajadores, 7 se encuentra en el ámbito informal sin beneficios laborales, seguros, pensiones y acceso al crédito, lo que significa lo mucho que se puede hacer en el terreno de la bancarización e inclusión financiera.
Además, urge un marco regulatorio claro y flexible que permita la innovación y proteja a los consumidores.
Las fintech están jugando un papel fundamental en la inclusión financiera en Perú, al hacer que los servicios financieros sean más accesibles, rápidos y personalizados. Sin embargo, es importante abordar los desafíos existentes y crear un entorno propicio para su desarrollo sostenible.