La entidad monetaria compró US$978 millones desde que comenzó a intervenir en el mercado mayorista para mantener al peso dentro de una banda de flotación acordada con el Fondo Monetario Internacional, aunque esta postura se interrumpió después de un reciente debilitamiento de la moneda por la dinámica del mismo mercado.

Buenos Aires. El banco central de Argentina, que busca controlar la firmeza del peso, compró este año cerca de US$1.000 millones en el mercado, lo que ayudó a recortar las altas tasas de interés y recomponer las reservas internacionales que podrían disminuir la incertidumbre antes de los comicios presidenciales.

La entidad monetaria compró US$978 millones desde que comenzó a intervenir en el mercado mayorista para mantener al peso dentro de una banda de flotación acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque esta postura se interrumpió después de un reciente debilitamiento de la moneda por la dinámica del mismo mercado.

De hecho, la moneda cayó un 1,25% este martes a 39,29 por dólar, su cierre más débil desde principios de octubre.

La firmeza del peso es un cambio brusco de tendencia frente al 2018, cuando el país gastó muchas divisas para apuntalar la asediada moneda local, que perdió alrededor de la mitad de su valor frente al dólar en un año en que el presidente Mauricio Macri definió como de "tormentas económicas".

Macri que se encuentra en la etapa final de su mandato, firmó un acuerdo de ayuda financiera con el FMI por US$56.300 millones en el cual se fijó una banda de intervención cambiaria para limitar la participación del banco central en el mercado, a menos que haya una "superación extrema del tipo de cambio".

La banda de intervención entró a regir en octubre, con una devaluación mensual del 3,0% hasta final de 2018 y del 2,0% para el primer trimestre de 2019.

Este año, un peso inusualmente fuerte fue la variable que le permitió a la entidad monetaria ingresar al mercado cambiario con compras de dólares y acumular reservas, para debilitar la moneda nuevamente.

La acumulación de divisas podría serle útil a Macri, mientras lucha por enderezar la economía antes de las críticas elecciones presidenciales de octubre, donde enfrentará un desafío con la posible candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

"Las recientes compras del banco central son una oportunidad para incrementar las reservas y poder hacer frente a una eventual mayor dolarización a medida que se acercan las elecciones", dijo Christian Reos, jefe de investigación de la correduría Allaria Ledesma.

La mayoría de los analistas espera que el peso pierda fuerza a medida que aumenta la incertidumbre electoral, lo que significa que una mayor reserva de dólares por parte del banco central ayudaría a apuntalar la moneda. El peso ha comenzado a debilitarse nuevamente este mes.

Gustavo Ber, economista de la consultora Estudio Ber, con sede en Buenos Aires, dijo que las compras de dólares también ayudaron a bajar las tasas de las letras de referencia a corto plazo "Leliq" del banco central, que han caído drásticamente desde sus máximos en octubre.

El banco central debe reducir las tasas para intentar incentivar a las empresas a obtener más préstamos y ayudar, así, a reactivar una alicaída economía.

"(Tasas más bajas) podrían ayudar a dar un poco de aire a la asediada economía", dijo Ber.

La tercera economía más grande de América Latina se hundió el año pasado en recesión tras una tormenta financiera que afectó a los mercados emergentes y una fuerte sequía que afectó al sector agrícola, pieza clave para el país.