Para la autoridad monetaria estos acuerdos son, en primer término, el equilibrio fiscal o "no gastar sistemáticamente más de lo que se recauda", sumado a una política monetaria "consistente".

Buenos Aires.- El presidente del Banco Central de Argentina (BCRA), Guido Sandleris, reafirmó la necesidad de establecer consensos políticos entre las distintas opciones de Gobierno de cara a las elecciones del próximo 27 de octubre, a fin de revertir la crisis y lograr el crecimiento económico requerido por el país sudamericano.

"Es clave que en nuestro país logremos construir consensos básicos sobre estos temas, ningún esquema económico puede ser exitoso si no existen consensos políticos", expresó Sandleris durante una rueda de prensa en la sede del BCRA en la ciudad de Buenos Aires (Capital).

Para la autoridad monetaria estos acuerdos son, en primer término, el equilibrio fiscal o "no gastar sistemáticamente más de lo que se recauda", sumado a una política monetaria "consistente" con una "tasa de interés real positiva" y, finalmente, el aumento de la productividad con "integración al mundo".

Sandleris expresó que la economía argentina ha tenido bajos niveles en los últimos ocho años a la vez que reconoció que, tras las elecciones primarias de agosto pasado, la fuerte devaluación se explicó por una "economía débil" que no pudo hacer frente a la incertidumbre política.

"Nuestra economía no estaba lo suficientemente fuerte para enfrentar esta inestabilidad política", aseveró.

Sandleris dijo que después de los comicios en los que la oposición obtuvo mayoría de votos, las reservas internacionales cayeron un promedio de US$872 millones por día hasta el pasado 30 de agosto.

No obstante, indicó que "ese goteo está parando y es muy importante, porque asegura que contemos con las reservas suficientes para continuar implementando esta política monetaria prudente".

El Banco Central mantiene una política monetaria contractiva con escasa emisión de circulante y una alta tasa de interés que hoy ronda el 68%.

A esta política se suma que el Gobierno y la entidad monetaria han resuelto en los últimos meses introducir un reperfilamiento de la deuda a corto plazo sumado a un control cambiario, con el fin de "proteger las reservas internacionales".

Según Sandleris, dichas medidas "no son las deseadas por un Gobierno pero consideramos que eran las medidas necesarias para cuidar las reservas en ese momento".