La enmienda también cambió las reglas para los empleados públicos, maestros, policías, pensiones de muerte, pensiones de invalidez y discapacitados. El ahorro para el erario público estimado con la reforma alcanza a unos US$190.000 millones en 10 años.

Brasilia. El Congreso de Brasil promulgó este martes en sesión especial el Proyecto de Enmienda Constitucional de la reforma de pensiones, que cambia las reglas de jubilación y pensión.

El texto, que entrará en vigencia con su publicación en el Diario Oficial mañana miércoles, establece una edad mínima de jubilación de 62 años para las mujeres y 65 años para los hombres, en ambos casos con un tiempo de contribución mínima de 15 años.

Los hombres que ingresen al mercado laboral después de la reforma tendrán que hacer una contribución de 20 años.

La enmienda también cambió las reglas para los empleados públicos, maestros, policías, pensiones de muerte, pensiones de invalidez y discapacitados.

El ahorro para el erario público estimado con la reforma alcanza a unos 800.000 millones de reales (unos US$190.000 millones) en 10 años.

La reforma de pensiones no incluye empleados estatales o municipales, sólo a los trabajadores privados y empleados públicos federales.

El proyecto original había sido elaborado por el ministro de Economía, Paulo Guedes, como prioridad del primer año del gobierno de Jair Bolsonaro para el reequilibrio de las cuentas públicas.

La tarea de articulación parlamentaria para conseguir apoyo a la reforma, que por tratarse de una enmienda constitucional exigía una mayoría calificada en dos turnos, fue realizada por el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y por el presidente del Senado, Davi Alcolumbre.

Para conseguir reunir los votos, fue necesario dejar a un lado algunas propuestas polémicas en el texto original, como la posibilidad de implementar un sistema de capitalización, que fue rechazado por los legisladores.

También fue retirada del texto la reforma del sistema de pensiones militares, para la cual fue elaborado un proyecto independiente, que está en trámite.