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Costa Rica tendría problemas para pagar deuda sin reforma fiscal, advierte jefe del Banco Central
Martes, Octubre 30, 2018 - 14:53

El proyecto de reforma fiscal recibió a principios de octubre una primera votación favorable en el Congreso. Sin embargo, antes de regresar al Parlamento para una segunda y definitiva aprobación, la Sala Constitucional debe revisar la norma.

San José. Costa Rica podría enfrentar dificultades para pagar su deuda pública, mayormente externa, si es que no se aprueba "pronto" una polémica reforma fiscal planteada por el gobierno, advirtió el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, en una entrevista con Reuters.

La deuda externa e interna del Gobierno central equivale al 53% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, lo que lo expone a subidas de tasas de interés y a la volatilidad cambiaria.

El proyecto de reforma fiscal recibió a principios de octubre una primera votación favorable en el Congreso. Sin embargo, antes de regresar al Parlamento para una segunda y definitiva aprobación, la Sala Constitucional debe revisar la norma.

Pero la sala del máximo tribunal ya desestimó reformas fiscales previas en 2006 y 2012 y analistas temen que esta vez pudiera suceder algo similar o agregar criterios como la necesidad de que la reforma sea aprobada por una mayoría calificada, que el presidente Carlos Alvarado no tiene.

"Si no se aprueba pronto, el riesgo sería no poder dar las señales de confianza que pide el mercado y se aumentaría el costo del financiamiento del Gobierno; eso dificulta pagar la deuda. Sería una situación muy complicada", dijo a Reuters Cubero, exfuncionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Si existe un default podría secarse la llave de financiamiento, quedaría el Gobierno obligado a recortes muy fuertes para tratar de equilibrar el gasto con los ingresos que también podrían caer, como ya hemos visto por el enfriamiento de la economía. Si no hay una solución, caeríamos en ese círculo vicioso", agregó la noche de este lunes en entrevista telefónica.

La controversial reforma fiscal enfrenta, además, la oposición de un sector de trabajadores estatales que mantiene una huelga desde el 10 de septiembre porque aseguran que el plan golpeará con mayor fuerza a las clases bajas y medias, y no gravará suficiente a los sectores más adinerados.

"Situación fiscal débil". El fin de semana, el Banco Central dijo que el índice mensual de actividad económica mostró en agosto una variación interanual del 3,8% y que la inflación se situó en un 2,2% interanual, ambos dentro de las previsiones.

Sin embargo, la entidad advirtió que "existen algunos indicios de desaceleración en la demanda interna, incluyendo el lento crecimiento en el crédito, en las importaciones de bienes de consumo final y en la recaudación tributaria".

El endeudamiento del Gobierno central se duplicó en los últimos 10 años y hoy ronda los US$30.000 millones, un 52,53% de los US$57.100 millones que representa el PIB del país centroamericano. Del total de esa deuda, un 95% es externa.

El déficit financiero del gobierno cerrará este año en un 7,1% del PIB, una de las tasas más altas desde la década de 1980.

"Tenemos una posición externa bastante sólida, pero una situación fiscal débil. Sin la reforma fiscal la deuda sería insostenible y en 10 años llegaríamos a una deuda del 100% del PIB", dijo Cubero.

A pesar de que el paro se ha debilitado desde que inició en septiembre, los bloqueos y ausencias laborales han dejado millonarias pérdidas.

La reforma fiscal tiene como principal iniciativa la conversión del impuesto de ventas del 13% a un Impuesto al Valor Agregado (IVA) con la misma tasa, pero que aumentará la cantidad de productos y servicios gravados.

Además, el cambio incluye ajustes en el impuesto sobre la renta y prevé reducir el gasto público con la disminución de beneficios salariales a un sector de los trabajadores públicos.

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Reuters