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Crecimiento económico: la macro contribución de lo micro
Jue, 26/08/2010 - 10:26

María Rosa Morán

Perú: el mejor clima de negocios para microfinanzas y el dowscaling
María Rosa Morán

Master en Administración de Negocios, ESADE (España); Maestría en Recursos Humanos Europeos, École de Management de Lyon (Francia); Magíster en Administración, ESAN (Perú), y abogada de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha trabajada como asesora de diversos ministros de Industria, y de Comercio Exterior y Turismo. Fue jefa de la Mesa de Fortalecimiento de Capacidades Comerciales y miembro del Equipo Negociador Peruano en la negociación del Tratado de Libre Comercio con EE.UU. Actualmente es consultora para instituciones y organismos internacionales en temas de comercio exterior  e integración comercial, y profesora de ESAN.

La próxima visita al Perú del Premio Nobel de la Paz, Mohamed Yunus, quien ofreció al mundo un nuevo paradigma basado en dar oportunidades a los más humildes, otorgando créditos a los sectores menos favorecidos, es una buena ocasión para propiciar la reflexión sobre el rol de las microfinanzas en nuestra región y en el Perú pero, sobre todo, constituye una excelente oportunidad para difundir la importancia de desarrollar y apoyar este sector como una “herramienta efectiva en la lucha contra la pobreza”.

Desde inicios del siglo pasado (Schumpeter 1911) existe cierto consenso entre los economistas en reconocer la correlación positiva entre el crecimiento económico y el desarrollo del sistema financiero de un país.

Un sistema financiero desarrollado facilita una mejor asignación y control de recursos, toda vez que existe más y mejor información. De igual forma, fomenta mayores oportunidades de negocio a plazos más largos, reduce los costos de transacción y optimiza el manejo de liquidez y del riesgo. Todo lo cual repercute en un incremento en la productividad y en un mayor crecimiento económico.

Pero… ¿Cómo se mide el desarrollo de un sistema financiero? Difícil encontrar un indicador que muestre la efectividad de los servicios financieros, sin embargo, existe una medida ampliamente difundida que puede cumplir el objetivo de calcular el desarrollo de un determinado sistema financiero: la relación entre crédito privado y PBI (profundidad financiera).

En general, los países con mayor profundidad financiera tienden a mostrar mayores ingresos per cápita.

Asimismo, en los sistemas financieros avanzados las entidades financieras son capaces de detectar nuevos emprendedores que, si bien nunca han accedido al crédito formal y no cuentan con una historia crediticia en el sistema, poseen proyectos flexibles e innovadores de gran potencial en el ambiente de negocios, caracterizado actualmente por el cambio constante.

Mas aún cuando en países como los nuestros estos emprendedores se encuentran muchas veces en el sector informal, motivo por el cual difícilmente son atendidos adecuadamente por la banca tradicional, situación paradójica por ser justamente estos sectores los que en gran medida explican el crecimiento de la economía.

El aporte de las microfinanzas. En los últimos años el mercado microfinanciero latinoamericano presenta un gran dinamismo, sustancialmente por la profundización de los sistemas financieros locales.

A diciembre del 2009, el sector microfinanciero en Latinoamérica recuperó el crecimiento que sostuvo años anteriores. De acuerdo a cifras del Microfinance Information Exchange (1), durante el ejercicio 2009 el crecimiento de la cartera de las empresas dedicadas a las Microfinanzas, analizadas por el citado estudio, fue superior en 15,2% a lo mostrado el año anterior. De igual forma, el número de depositantes se elevó 26,4%, y en monto de depósitos 30,0%. En el Perú, la tendencia de la región no sólo se confirma, se acentúa: entre 2004 y 2009 las colocaciones se han incrementado 130% y las captaciones 103%.

A junio de 2010 el sistema de banca múltiple peruano representaba el 89,2% de las captaciones y el 84,3% de las colocaciones, mientras que el sistema de microfinanzas era responsable del 10,8% de las captaciones y del 15,7% de las colocaciones.

Como se desprende de estas cifras, la gran contribución de las microfinanzas a la profundización del sistema financiero, y por ende al crecimiento económico, no se encuentra precisamente en el volumen de sus colocaciones, sino, más trascendente aún, en el número de clientes que atiende.

Para explicarlo hay que tomar como ejemplo el sistema financiero peruano. En términos de cantidad de deudores, de un total de 6.910.047, el sistema microfinanciero representa el 43,7% de deudores, lo que evidencia la gran importancia que tienen las microfinanzas en cuanto a la cobertura crediticia.

En cuanto a la distribución de créditos dentro de un determinado el país, en casi toda Latinoamérica la banca tradicional atiende adecuadamente a las principales ciudades, concentrando en estas la mayor cantidad de los créditos, mientras que son las empresas de microfinanzas las que atienden principalmente a las pequeñas poblaciones del interior del país, que inician de esta forma su acceso al sistema financiero (bancarización).

Por eso, una política de gobierno coherente con el objetivo de luchar decididamente contra las desigualdades económicas y contra la pobreza, no puede dejar de ponderar los aportes positivos de las microfinanzas en la región, principalmente en lo concerniente a la democratización del crédito (acceso y descentralización), lo que incide casi directamente en un mayor crecimiento económico.

No discrepamos en que las empresas dedicadas a las microfinanzas deben competir en iguales condiciones con la banca múltiple; lamentablemente en la práctica esto no necesariamente se cumple. Existen economías de escala, mayores costos operativos y prácticas burocráticas, desde las entidades supervisoras, que afectan directamente la competitividad de las empresas microfinancieras.
De ahí que los gobiernos deban analizar seriamente la implementación de políticas de fomento y fortalecimiento de este sector; o por lo menos, contemplar medidas que faciliten y permitan que su labor fluya, evitando como sucede en muchos países bajo pretexto de supervisarlas y regularlas, dificultar y entorpecer sus operaciones y actividades, imponiendo regulaciones y papeleos innecesarios que inciden directamente en el costo del crédito, perjudicando finalmente a la población menos favorecida.

"Los pobres son las 'personas bonsái'. La sociedad no les ha permitido el suelo real. Si les permites un suelo fértil, oportunidades reales, crecerán tan alto como todos los demás".

(Mohamed Yunus, en entrevista concedida a Nightly Business Report, el 13 de octubre de 2006).

*(1) Microfinanzas en América Latina y El Caribe: Tendencias 2005-2009. Microfinance Information Exchange / BID, Mayo 2010.

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