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Crecimiento, pobreza y clases medias
Mar, 07/09/2010 - 16:38

David Tuesta

Crecimiento, pobreza  y clases medias
David Tuesta

Director de la unidad de tendencias globales, BBVA Madrid.

Los datos publicados a mediados de mayo pasado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), indicaban una reducción de la tasa de pobreza de 1,4 puntos porcentuales durante el último año en el Perú. La reducción es más impactante cuando nos comparamos respecto a diez años atrás, pues se acumula nada menos que 20 puntos porcentuales. En gran medida este resultado responde al crecimiento económico que se ha ido consolidando, fruto de un modelo desarrollado con cierta consistencia, desde el inicio de la década de los 90.

Un trabajo reciente de los investigadores Miguel Jaramillo y Jaime Saavedra, con el título de “Inequality in Post-Structural Reform: Peru” (2009) analiza, en otro tanto, el tema de la desigualdad. En este se resalta las mejoras durante el período post-reforma en la economía peruana. En particular, subrayan que la desigualad del nivel de ingreso de los hogares peruanos se redujo tanto durante el período recesivo comprendido entre los años 1997 y 2001, como en el expansivo de 2001 a 2006. En el caso de los niveles de desigualdad de los ingresos laborales, encuentra que aunque aumentan durante el período 1997-2001, la desigualdad disminuye con mucha fuerza durante el ciclo comprendido entre 2001 y 2006.

En la misma línea, un estudio reciente de Luis López Calva, titulado “Declining Latin American Inequality: Market Forces of State Action” (2009), subraya que la disminución de la desigualdad en el Perú ha respondido a la compresión de la brecha de los retornos de los altamente capacitados y los de menor nivel, que al mismo tiempo es consecuencia de la menor representatividad en la fuerza laboral de personas con educación primaria o menor.

La menor pobreza y disminución de la desigualdad, puede estar marcando un proceso de surgimiento y formación de la clase media en el Perú, y su consolidación futura será un elemento importante para asegurar un círculo virtuoso que promueva el crecimiento sostenido a través de la generación de mayores emprendedores, reestructurando la composición de la demanda del consumidor, y haciendo más factible el llevar a cabo reformas de política económica y cambio institucional.

Una clase media que logre consolidarse permitirá también generar una masa poblacional capaz de servir de amortiguador político entre los de grupos de mayores y menores ingresos. En ese sentido, una clase media más nutrida apoyará a consolidar la democracia, a mitigar las divisiones sociales que son enemigas del progreso y delinear un patrón de crecimiento adecuado en favor de mayor inversión.

En la medida que se vaya consolidando la nueva clase media peruana se podrá observar una mayor demanda por educación de mayor calidad, así como exigir mejores servicios del Estado. Esta mayor exigencia vendrá de la mano de los mayores impuestos que empezarán a pagar, y por tanto de la exigencia de mayores derechos, lo que legitimará la política fiscal.

Un estudio reciente de Paren y Castellani (2009) muestra algunos otros datos interesantes para Latinoamérica, y en particular para el Perú.

Por ejemplo, para este último caso se observa, a partir de las encuestas de hogares de 2006, que la clase media fluctúa entre el 70% y 40% de la población, dependiendo del tipo de medición realizada. Es interesante ver también que la clase medida peruana tiene la proporción más importante de emprendedores, registrando el 50,5% de gente trabajando por su cuenta, seguido con 27,3% en el caso de Colombia.

Otra estadística resaltante es el de propiedad de la vivienda, donde el 69,4% de la clase media peruana es propietario. Asimismo, el estudio resalta un indicador de “mobilidad intra-clases”, la misma que señala la distancia potencial que existe en un país para trascender de una clase más baja (o pobre) hacia la clase media. En todos los casos las estadísticas sonríen al Perú.

Las expectativas de crecimiento para la economía peruana en los próximos diez años son auspiciosas. En tanto, estas se logren consolidar, sin lugar a dudas podremos seguir observando estadísticas aún más interesantes.

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