El experto considera que la continuidad de un plan de estabilidad macroeconómica se suman otras variables como los actuales niveles de deuda y la confianza a los inversionistas.

Buenos Aires.- La opción gubernamental que resulte electa en Argentina tras los comicios generales de octubre próximo tendrá numerosos desafíos en el ámbito económico, como lograr nuevamente el crecimiento, opinó el economista Lorenzo Sigaut Gravina.

"El principal desafío del nuevo gobierno, ya sea la continuación del actual o uno nuevo, será volver a crecer, y no es fácil volver a crecer en un contexto en el que debes mantener una política monetaria y fiscal bastante contractiva o por lo menos no expansiva", dijo en entrevista con Xinhua el también director de la consultora Ecolatina.

A la continuidad de un plan de estabilidad macroeconómica se suman otras variables como los actuales niveles de deuda y la confianza que el próximo gobierno otorgue a los inversionistas sobre la capacidad de Argentina de afrontar sus compromisos financieros, consideró.

"Estamos en un punto bastante complejo, hay escenarios múltiples, y como Argentina tiene un ratio de deuda relevante con el sector privado y organismos financieros internacionales muy alta, de alrededor del 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), hay dudas", apuntó el experto.

La deuda externa bruta total de Argentina es de US$275.828 millones, cifra de la cual un 62% le corresponde sólo al gobierno del presidente Mauricio Macri a través de la emisión de títulos y préstamos varios, según datos oficiales.

En el caso de la línea de financiamiento "stand by" que el país contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un monto cercano a los US$57.000 millones, el gobierno que resulte electo deberá enfrentar el retorno de los desembolsos al organismo a partir del año 2021.

En ese sentido, destaca la reunión que tendrá la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, con el presidente Macri en Osaka, Japón, en el contexto de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) que se efectuará el 28 y 29 de junio.

También resalta la cita prevista entre el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el funcionario del organismo residente en Buenos Aires, Trevor Alleyne, con los precandidatos a presidentes por la oposición, Alberto Fernández y Roberto Lavagna.

La directora asistente de Comunicaciones del FMI, Camilla Andersen, dijo que en la reunión con las fórmulas electorales se van a "intercambiar opiniones, conocer su perspectiva e informarnos sobre sus prioridades económicas".

De acuerdo con Sigaut, es probable que el gobierno electo tras los comicios de octubre deba negociar con el FMI un "alargamiento de la devolución del préstamo, de unos siete a 10 años".

Pero lo más importante, a su criterio, es generar "confianza en repago de la deuda" tanto con el FMI como con los inversores privados para lograr un financiamiento en el corto plazo y así "despejar el miedo" al "default" (suspensión de pagos).

"Si no te financian o no te creen, el año que viene los desembolsos netos del Banco Central (de la República Argentina) van a ser acotados, y ya como la deuda pública de Argentina está principalmente denominada en moneda extranjera, lo último que quedarían son las reservas", agregó.

"La percepción de los inversionistas es clave", porque de haber movimientos que lleven a creer que Argentina no puede pagar su deuda o renovar sus vencimientos, la complicación podría eventualmente llevar al alza del riesgo país y, junto a eso, a un escenario de mayor complejidad para salir al mercado a colocar títulos a tasas muy altas, lo que "aceleraría la desconfianza", precisó el experto.

"En cambio, si los mercados financieros perciben movimientos que demuestran que Argentina puede encauzar finalmente el rumbo, cumplir el acuerdo con el FMI, volver a crecer con el próximo presidente electo, ahí claramente se empezarían a despejar las dudas", sostuvo el director de Ecolatina.

El refinanciamiento en el corto plazo le puede dar aire suficiente al gobierno "para ir sorteando o dejando atrás la crisis que sufrió el país el año pasado, tras la devaluación" y con ese escenario las dudas de sostenibilidad de la deuda son menores, apuntó.

Más allá del ámbito financiero, Argentina tiene el desafío de volver a crecer económicamente, pero para ello deben resolverse problemas como la inflación y otros asuntos de corte estructural, indicó el economista.

Sin embargo, uno de los temas clave es que "no se puede volver a aumentar el nivel de déficit fiscal", que fue uno de los complejos ingredientes de la situación inicial que llevó al país a recurrir al FMI el año pasado, puntualizó.