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FMI: Uruguay tiene la necesidad de introducir un ajuste creíble a partir de 2020
Miércoles, Diciembre 18, 2019 - 09:03

En un informe, el Fondo Monetario Internacional señala que llevar la deuda a sus niveles de 2012–14 colocaría a Uruguay "cómodamente dentro del rango de pares de grado de inversión y reconstruiría el espacio para acomodar futuros shocks negativos”.

El Observador de Uruguay. El Fondo Monetario Internacional (FMI) sostuvo este martes que Uruguay tiene la necesidad de “introducir un plan de ajuste creíble a partir de 2020 para colocar la deuda en un firme camino a la baja”. En ese sentido, expresó que de continuar las tendencias fiscales actuales, “eso podría socavar la sostenibilidad de la deuda y la confianza de los inversores”.

“Llevar la deuda a sus niveles de 2012–14 (alrededor de 10 puntos porcentuales del PIB más bajos que actualmente) a largo plazo colocaría a Uruguay cómodamente dentro del rango de pares de grado de inversión y reconstruiría el espacio para acomodar futuros shocks negativos sin poner en peligro la sostenibilidad”, dice el informe elaborado por el organismo en el marco de su visita anual de monitoreo de la economía uruguaya, de acuerdo a lo previsto en el Artículo IV de la entidad.

Según el FMI, el nuevo gobierno que asume el cargo en marzo de 2020, será ayudado por un impulso de crecimiento a partir de la construcción de una nueva planta de pulpa de papel y proyectos de asociación público-privada (PPP).  

“Las autoridades deberían aprovechar esta oportunidad para revertir la acumulación de desequilibrios y emprender reformas para salvaguardar los logros y garantizar la continua convergencia de ingresos. Deben reducir la deuda y llevar la inflación hacia el punto medio del rango objetivo. También deberían aprovechar las ventajas institucionales de Uruguay para mejorar aún más los marcos de objetivos fiscales y de inflación e implementar reformas estructurales”, se indicó.

En otra parte del documento se indica que un ajuste sostenible requeriría limitar el aumento de los gastos corrientes. También se indicó que hay espacio para reducir gastos tributarios (exenciones, tasas reducidas y créditos fiscales). Alrededor de las tres cuartas partes de estos gastos corresponden al IVA.

“Un análisis de costo-beneficio podría ayudar a racionalizar las exenciones, particularmente aquellas que benefician a grupos de mayores ingresos o aquellas que no han logrado los resultados deseados. Esto respaldaría el ajuste fiscal, dada la estructura rígida de los gastos actuales, y permitiría el uso futuro de exenciones como herramienta de estabilización en caso de choques negativos”, dice el reporte.

Además, se indicó que es necesario establecer la credibilidad del plan de ajuste desde el principio. Eso incluiría un ancla fiscal que garantice la sostenibilidad a mediano plazo. Esto también ayudaría a reconstruir el espacio fiscal necesario para contrarrestar choques negativos sin poner en peligro la sostenibilidad, señaló el reporte.

Por otro lado, el organismo también señaló que  abordar el creciente gasto en pensiones es una prioridad.

Según el FMI, Uruguay se encuentra en una posición “envidiable” en muchos aspectos, como el buen funcionamiento de la democracia, estabilidad política, gobernanza en instituciones sólidas y un alto grado de cohesión social. A ello se suma un alto ingreso per cápita y bajas tasas de pobreza, desigualdad e informalidad luego de 15 años de crecimiento robusto de su economía, pero insistió que han surgido desafíos.

El FMI proyecta un crecimiento de 0,5% para la economía local en 2019, 2,1% en 2020 y 2,5% en 2021.

Inflación. Además, el organismo consideró que con el impulso de crecimiento esperado, el Banco Central tendrá el espacio para concentrarse en reducir la inflación hacia el punto medio del rango objetivo. “Si la inflación se estabiliza en los niveles actuales (8,4% a noviembre), dejaría a Uruguay vulnerable a choques negativos, lo que podría elevar la inflación a dos dígitos”.

Mercado laboral. El comunicado también afirmó que el deterioro de los resultados del mercado laboral debe revertirse.  En ese sentido, explicó que  las políticas deben orientarse hacia la creación de empleo estable.

También se indicó que los cambios en las pautas de los Consejos de Salarios que introdujeron consideraciones de productividad y una mayor flexibilidad, son un paso en la dirección correcta.

“Se podría considerar una mayor exibilidad (para pequeñas empresas, regiones de baja productividad y durante recesiones) para preservar los derechos y proporcionar incentivos para que las empresas creen empleos más estables e inviertan en capacitación en el trabajo”, dice el documento.

Por otro lado, se indicó que que el aumento de la delincuencia, aunque parte de un nivel bajo, debe abordarse antes de que se vuelva un problema crítico para la economía.

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