Ahora el Gobierno espera que el Producto Interno Bruto aumente un 1,6% este año, por debajo de la estimación anterior de 2,2%, al tiempo que los precios al consumidor avanzarán un 4,1% desde la proyección previa de un 3,8%.

Brasilia. El Gobierno de Brasil recortó este miércoles sus proyecciones de crecimiento de la economía en 2019 y elevó su previsión sobre la inflación, reconociendo un débil inicio de año que lo ha obligado a reducir los gastos.

Ahora el Gobierno espera que el Producto Interno Bruto aumente un 1,6% este año, por debajo de la estimación anterior de 2,2%, al tiempo que los precios al consumidor avanzarán un 4,1% desde la proyección previa de un 3,8%, de acuerdo a un reporte fiscal bimensual.

El fuerte recorte en las expectativas de crecimiento se produce una semana antes de que cifras oficiales mostrarían que la economía se contrajo en el primer trimestre y presiona al presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, en momentos en que el respaldo a su mandato disminuye.

"Los indicadores de actividad económica en el primer trimestre no se han recuperado como nosotros esperábamos, especialmente la manufactura y la industria", asegura el informe del Ministerio de Economía.

Un crecimiento más débil significa que el déficit primario del gobierno central se ampliará a menos que tome nuevas medidas para mantener intacta su proyección de 139.000 millones de reales, aseguraron funcionarios a periodistas.

Para ese fin, una mayor brecha proyectada para este año de 2.180 millones de reales (unos US$539 millones) será cubierta por dinero de un fondo de reserva y no por nuevos congelamientos del gasto o recortes.

"Decidimos no realizar nuevos congelamientos de presupuesto (...) pero los límites de gastos en todos los ministerios se mantendrán", afirmó Waldery Rodrigues, secretario especial del ministerio.