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La década de A. Latina
Mar, 28/06/2011 - 16:15

Klaus Schwab

La década de A. Latina
Klaus Schwab

Klaus Schwab es fundador y presidente del World Economic Forum.

La próxima puede ser la década de América Latina. Así es. Los avances de los últimos años han comenzado a conciliar crecimiento con inclusión social en la mayoría de sus países. La gobernabilidad se ha fortalecido en un contexto en que el mundo cada vez demanda más sus recursos naturales. Además, un sistema financiero más resistente fue determinante en la superación de la crisis financiera mundial y los desequilibrios macroeconómicos. Son grandes logros que podrían potenciarse en esta década: América Latina puede consolidarse como uno de los referentes de estabilidad para el mundo, puede ser uno de los centros de la economía verde, mientras sigue construyendo sobre su gran potencial.

Sin embargo, para ello América Latina debe sortear obstáculos que pueden impedir su avance o, incluso, hacerla retroceder. Se deben impulsar reformas de clase mundial que aseguren el desarrollo económico de largo plazo, la estabilidad política y un progreso social con responsabilidad ecológica.

En la última edición del World Economic Forum sobre América Latina realizada en Rio de Janeiro, 750 líderes de 46 países se reunieron para dar forma a esa visión, una hoja de ruta de seis pilares: desasociar el crecimiento económico del consumo de recursos, mejorar la competitividad empresarial, avanzar en innovación tecnológica, fortalecer la gobernabilidad, promover la seguridad energética, elevar la producción agrícola, el emprendimiento y el empleo.

Los cálculos económicos deben contabilizar todos los beneficios que resultan al desasociar crecimiento de la explotación de recursos naturales.

Mientras los gobiernos tienen un rol central, las empresas son clave en el desarrollo sostenible al cuantificar indicadores, como el de consumo de agua, emisiones de gases y conservación forestal. Pueden trabajar con la sociedad civil para minimizar la explotación de los recursos, mientras que multilaterales de crédito, como financistas de infraestructura, establecen requisitos mínimos de conservación e impacto ambiental.

También son necesarios entornos normativos coherentes y transparentes que incrementen la competitividad y atraigan proyectos de infraestructura con alta tecnología, responsabilidad fiscal y claros beneficios sociales. Además de reducir los impuestos, también se deben simplificar los códigos tributarios y reducir la burocracia asociada.

Para fortalecer la gobernabilidad, la colaboración internacional y hemisférica es esencial para mejorar los sistemas de justicia y el imperio de la ley, mientras que nuevos enfoques para controlar el tráfico de drogas deben ser discutidos.

La tecnología es necesaria para enfrentar los retos. Para ello, el proceso de innovación requiere alianzas estratégicas para I+D y acelerar la entrega de innovaciones al mercado. Ésta puede agregar valor a las materias primas y evitar la dependencia en su exportación. Mientras la innovación ayuda a optimizar la producción agrícola, mejorar las redes de transporte y reducir los aranceles, subsidios y otras barreras comerciales suben la eficiencia y el acceso a los alimentos en el mundo.

Las energías renovables deben ser ampliadas mediante incentivos tributarios y otros que reduzcan las barreras a la entrada y permitan el desarrollo de nuevos mercados sostenibles. Para promover la seguridad energética, deben invertirse en redes inteligentes que distribuyen la energía más eficazmente.

Además, la educación debe rediseñarse. Hay que promover la presencia de emprendedores en las aulas, a la vez que los maestros deben tomar más iniciativa. Para aumentar el espíritu empresarial y el empleo, deben promoverse reformas que aseguren la protección de los trabajadores, aumenten las oportunidades de empleo y la autonomía de las mujeres.

América Latina ha sido fuente de innovaciones sociales, en tecnologías agrícolas y en energías renovables. Logros que hoy le permiten alcanzar un alto grado de legitimidad e influencia en la gobernanza global y su sistema financiero. La visión y las estrategias para la fundación de la Década de América Latina deben desafiar las percepciones, proporcionando un acceso abierto a nuevos conocimientos y alentar la colaboración entre diversos sectores para responder proactivamente a los desafíos críticos de un entorno en constante cambio.

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