La Cámara Nacional de Pesquería (CNP) aseguró que entre enero y abril las exportaciones cayeron entre el 8% y 9%. Sin embargo, cifras del BCE reflejan caída del 32% en valor y 26% en volumen

La llegada del fenómeno de El Niño, previsto para el último trimestre del año, ha puesto en alerta al sector productivo y el pesquero, que está saliendo de La Niña y ya prepara su plan de contingencia para el impacto del otro fenómeno climático. “Ya hemos hecho varias cosas”, afirmó Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP).

Las acciones en las que trabajan están dirigidas a la logística y operacional, de acuerdo con Leone.

Para la logística, comentó que se reunieron con César Rohon, ministro de Transporte y Obras Públicas, para conocer el plan que tienen desde la entidad estatal para evitar que las carreteras, las vías de acceso por las que se transporta el producto no se vayan a interrumpir.

De las conversaciones con el ministro, comentó que el funcionario les ha indicado que tiene un plan de contingencia y un plan de financiamiento del Banco Mundial para la compra de puentes bailey por US$ 150 millones.

“Nos dijo el ministro que se había reunido con la Embajada de Estados Unidos, que le había hecho el contacto con la fábrica que produce estos puentes y que ya se había reunido con el representante de la fábrica para tratar de cerrar la compra, porque dice que en el stock del ministerio apenas hay dos puentes”, señaló Leone.

A eso, Leone reveló que les han sugerido que se establezcan unos campamentos con la compañía constructora en los puntos más críticos de movimiento de la producción exportable, para que en el caso de que ocurra algún tipo de interrupción se pueda reparar.

Con respecto a la parte operacional, el empresario señaló que al tener dos vedas al año, de por sí ya las empresas normalmente se “aprovisionan de producto” para esos meses que los barcos nos pescan, para no quedarse sin materia prima y mantener la plantilla de 4.000 - 5.000 trabajadores.

Ahora, dijo que han pedido al Gobierno nacional que se estudie la posibilidad de crear una línea de crédito de emergencia por el impacto del fenómeno de El Niño, para que alguna empresa, ya sea camaronera, bananera, cacaotera, etc., que tenga un tipo de afectación, pueda acceder a un préstamo.

“Hasta el momento en eso es lo que estamos”, aseguró Leone, y añadió que de enero a abril las exportaciones del sector han disminuido entre el 8% y 9%, por el calentamiento de las aguas, que justamente ya ha generado su impacto. No obstante, estas cifras difieren con las publicadas por el Banco Central, que muestran que en el primer cuatrimestre del año las exportaciones de atún y pescado cayeron el 32% en valor y 26% en volumen; y los enlatados de pescado disminuyeron el 13% en volumen y 2% en divisas.

Mientras, sobre la pesca, Leone indicó que por ordenamiento pesquero en el mundo, el área determinada para la actividad va desde las costas ecuatorianas hasta el paralelo 150, que es más o menos a la altura de Hawái, pasado eso hacia el oeste ya es parte de Asia y allí ya no se puede pescar. “Si alguien se pasa a pescar de allí, eso es una infracción pesquera. Son sancionadas de acuerdo a la nueva ley de pesca que se aprobó a raíz del problema de la tarjeta amarilla como una sanción grave, con multas que pueden llegar hasta los $ 600.000″, explicó.

Contó que son los barcos grandes que pueden llegar hasta ese límite, mientras que los medianos y pequeños van al paralelo 110 hasta el 120 que está ubicado más al oeste de Galápagos, que “sin parar” podría tomar entre ocho y diez días.

Indicó que la flota atunera de Ecuador son 110 barcos y el 62% de esa flota son barcos medianos y pequeños, mientras que un poco más del 30% más grandes.

El empresario sostuvo que el 80% de la pesca en Ecuador es el atún y el otro 20% de otras pesquerías, el pelágico pequeño, es decir, pinchagua, sardina, botellita, entre otras especies, con lo cual se produce la harina de pescado, el ingrediente fundamental para la formulación de alimento balanceado para las camaroneras.

“Si es que esa pesquería se afecta, como de hecho ya está afectada, va a haber menos disponibilidad de harina de pescado. El año pasado, que también fue un año flojo de pesca para los pelágicos pequeños, porque estábamos bajo el impacto de La Niña, qué hacían las empresas productoras de balanceado: importaban harina de pescado de Perú”, manifestó.

Sin embargo, la posibilidad de importar también sería difícil, porque el vecino país también sufriría el impacto de El Niño y podría haber una escasez de esa materia prima para producir balanceado y una afectación adicional al sector camaronero. “Pesca y camarón el año pasado contribuyeron con más de US$ 9.000 millones a la balanza comercial, que es casi el 40 % de las exportaciones no petroleras”, sostuvo.

El empresario añadió que también habría una afectación en los peces de versalles, como el dorado, la corvina. Citó como ejemplo que el dorado es de agua fría y si el agua se calienta no habrá dorado y por ende probablemente va a subir el precio del pescado, debido a la oferta y la demanda. “Si se afecta la captura, va a afectar el precio, eso sí”, aseguró.

Leone detalló que el 62% de las exportaciones ecuatorianas van a Europa; un 20% - 21% a Sudamérica; otro porcentaje a Estados Unidos y otros destinos, y si las capturas caen y por ende la producción “se afecta a todos estos mercados, se podría afectar ese 62% que exportamos a Europa o lo que exportamos a Sudamérica o lo que exportamos a Estados Unidos”, señaló.