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Gabriel Antelo, de Globant: "ChatGPT es un asistente, no es el piloto"
Martes, Junio 27, 2023 - 12:00
Gabriel Antelo de Globant, foto Linkedin GA

El 65% de los trabajadores ecuatorianos no tiene miedo de lo que la inteligencia artificial pueda hacer con su trabajo en un futuro, pero un 35% sí teme ser sustituido. A nivel regional, al 53% de los jóvenes le preocupa haber elegido una profesión que sea sustituida por la tecnología, según datos de encuestas realizadas localmente y en países de Iberoamérica.

ChatGPT hizo que el mundo pudiera probar y empezar a interactuar de una forma muy simple con un modelo de inteligencia artificial; lo masificó, y ese boom trae las preguntas de si eso hará que algunos trabajos sean reemplazados.

Pero Gabriel Antelo, vicepresidente de Tecnología de Globant, ve una gran oportunidad a partir de estos grandes modelos de procesamiento de ir hacia un nuevo modelo de eficiencia o de creatividad.

Cuando la máquina venció al campeón mundial ruso Garri Kaspárov en 1997, “eso no hizo que la gente jugara menos ajedrez, sino que hubo mucha más gente que puso foco en el deporte y empezó a aprender del mismo para intentar vencer a la máquina. Hubo mucha gente intentando vencer a los algoritmos de inteligencia artificial. Eso marca un gran ejemplo de lo que deberíamos hacer hoy con la inteligencia artificial”.

Antelo habla de mitos y verdades de la IA y de cómo las empresas pueden sacarle provecho.

-¿Cuáles son los mitos y cuál es la verdad?

El principal mito es si esto vino a acabar con la humanidad: la imagen catastrófica de las películas del futuro de las máquinas tomando el control de los seres humanos. Cada vez que pasa algún avance genera tanto ruido. La humanidad teme por su desaparición a través de la inteligencia artificial y las máquinas. Eso sigue siendo un mito.

Lo que tenemos en frente nuestro es una herramienta. Somos nosotros los que le damos un uso correcto o incorrecto a la inteligencia artificial. ¿Va a reemplazar a los programadores? No. ¿Los va a ayudar a hacer más rápido su trabajo? Probablemente sí, si se usa correctamente.

Lo que sí creo que va a suceder es que estos motores, esta tecnología, nos va a permitir delegar determinadas actividades que nos consumen mucho tiempo y me va a permitir dedicar mi tiempo a aquello que va a sumar más valor. Voy a pasar por una revalorización de mi tiempo. Puedo llevarlo como un asistente, como un copiloto; el copiloto no es el piloto. ChatGPT no me va a decir lo que yo quiero hacer: yo voy a interactuar con el modelo y pedirle que me asista en algo.

-¿Cuáles industrias están desarrollando procesos con inteligencia artificial?

Antes de ChatGPT y Open IA, la mayoría de las industrias hacían un uso de aproximadamente un 23% de sus actividades, intentaban hacerlas o las hacían aplicando inteligencia artificial: explotación de datos, recomendaciones, control de imágenes... Lo que vemos ahora es que hemos acelerado las voluntades de utilizar inteligencia artificial para más cosas. Las preguntas que vamos recibiendo de los clientes tienen que ver con qué oportunidad tengo de utilizar esta tecnología para hacer algo más rápido de forma eficiente.

En Ecuador estamos en conversaciones con empresas de consumo, del ámbito de la salud, con bancos. La mayoría de las industrias están preguntando si tienen que hacer algo con esto, y la pregunta viene en dos sentidos. Una en el de miedo, de compañías que nos llaman y dicen: “Sé que mis empleados lo usan; ¿lo restrinjo?, ¿lo prohíbo?, ¿lo filtro?”. La otra pregunta tiene que ver con cómo lo uso, cómo le saco beneficio.

A la primera pregunta lo que decimos es que hay que aprender y entrenar a la gente. No podemos desconocer que esto está en los teléfonos, en las computadoras de cualquier colaborador. Lo primero es saber que se usa y generar una conciencia de uso. Por ejemplo, no compartas información privada de la compañía. Que sea un beneficio común. Eficiencia operativa, por ejemplo, casos de empresas que manejan alto volumen de facturas: los modelos y los motores permiten acelerar ese trabajo y eventualmente reducir el trabajo del ojo experto a aquellas facturas importantes.

- Para las empresas, ¿un beneficio es que lo que antes hacían tres personas lo puede hacer ahora una?

Lo que se genera es la oportunidad de hacer más cosas. Cuando uno empieza a experimentar con estas herramientas, es consciente de todo lo que no estaba haciendo hasta ahora y, a partir de tener esa persona experta libre, puede poner esa actividad versus la que venía haciendo. Uno eleva la calidad de trabajo que hace, obviamente con una eficiencia. Significaba duplicar mi fuerza de trabajo. Hoy, con la misma, puedo hacer más o puedo hacer actividades de mayor valor.

A esa persona le doy calidad de tiempo, de vida. Cosas más desafiantes.

-En lo que tiene que ver con las profesiones, ¿hay más preocupación de unas y otras?

Sí, nos ha pasado, por ejemplo, con los abogados. Nos han venido a preguntar si esto los va a reemplazar; y, de nuevo, la respuesta es no. El abogado va a tener que seguir poniendo su ojo crítico, su estrategia de defensa o su análisis ante una causa; lo que va a pasar es que, en lugar de pasar gran cantidad de horas leyendo un expediente, podrá valerse de herramientas que lo ayuden a procesar esos documentos de una forma más rápida; no va a reemplazarlo. Voy a cambiar la forma en que se hace un trabajo, sí.

Le puedo dar una cantidad de información muy grande y tiene la capacidad de entenderla y, a partir de eso, generar la respuesta.

Hay una necesidad de repensar la forma educativa siendo conscientes de que esto existe y va a seguir avanzando, formar ese ojo crítico para que pueda seguir desafiando a la tecnología. El ajedrecista aprende a jugar ajedrez y se va desafiando con los modelos; sigue aprendiendo las bases del deporte, las tácticas, las movidas.

Lo mismo va a pasar con todos los profesionales que interactúen con estos pilotos. 

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