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Pemex enfrenta crisis por el vencimiento de una deuda a corto plazo valorizada en más de US$ 30.000 millones
Viernes, Septiembre 22, 2023 - 09:00
Fuente: Reuters

Al primer semestre de 2023, la deuda financiera de corto plazo de la estatal mexicana ascendía a 516,456 millones de pesos (US$ 30.103 millones), mientras que sus activos circulantes sumaron 478.712 millones de pesos (US$ 27.903 millones). 

De 2020 a la fecha la deuda financiera de corto plazo de Petróleos Mexicanos (Pemex) rebasa en promedio el valor de sus activos circulantes (caja, cuentas por cobrar, inventarios, inversiones líquidas, etc.). Esto significa que ni monetizando todos sus activos más líquidos, la estatal mexicana cuenta con los recursos necesarios para pagar sus compromisos de deuda más inmediatos, en sintonía con la crisis que se avecinaría según han alertado proveedores con quienes tiene adeudos, como Hokchi Energy y Baker Hughes.

De acuerdo con los estados financieros de la empresa, en 2020 la deuda financiera como proporción del activo circulante rebasó por primera vez el 100%, al ubicarse en 119%.

Se trató de un salto significativo, pues en 2019 la razón era de 72%. Para mayor perspectiva: cabe mencionar en 2010 la cifra era apenas de 28%, lo que reflejaba entonces una capacidad más que suficiente para pagar sus vencimientos de corto plazo.

En 2021 la razón fue de 107%. Luego el año pasado se redujo a 88% y en el corto a junio de 2023 escaló a 108%, lo que la deja en una situación comprometida para solventar, además, el resto de sus obligaciones operativas, como el pago a proveedores.

Al primer semestre de 2023, la deuda financiera de corto plazo de Pemex ascendía a 516,456 millones de pesos (US$ 30.103 millones), mientras que sus activos circulantes sumaron 478.712 millones de pesos (US$ 27.903 millones). 

Desde otra perspectiva, solo los vencimientos de deuda que tiene la estatal entre julio de 2023 y junio de 2024 (esos 516.456 millones de pesos o US$ 30.103 millones) superan los vencimientos de los tres años siguientes (julio de 2014 a junio de 2027, que suman 457.084 millones de pesos (US$ 26.642 millones). 

Se suman lozas

Más aún, Diego Díaz, investigador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) explicó a El Economista que el cálculo de deuda con proveedores de Pemex asciende a 231.000 millones de pesos (US$ 13.464 millones), a lo que se suman 517.000 millones de deuda financiera (US$ 30.134 millones) y pagos de derechos al gobierno por alrededor de 119.000 millones de pesos (US$ 6.936 millones), con lo que llegará a casi un billón de pesos por pagar en el transcurso de un año. Tres veces sus ingresos totales de 2021, por ejemplo.

“Los problemas de Pemex no se resolverán de manera pronta o expedita, sino que son estructurales, requieren de cambios de fondo en la forma como se constituye su consejo de administración, que toma decisiones con base en intereses de sus miembros del gobierno federal y no del mandato legal de la empresa que es generar valor”, aseguró.

Un ejemplo de esta contradicción en las decisiones que se toman en Pemex es la mega inversión que se ha realizado en refinación, en la nueva planta de Dos Bocas, en Tabasco, a pesar de que es el negocio con más pérdidas de Pemex y que la demanda de combustibles fósiles apunta a estancarse.

SHCP: rescate

Esta semana, la agencia Latinus reveló que Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, se dirigió al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, recordándole que el jueves 21 de septiembre vencía un bono de deuda internacional de US$ 1.110 millones, situación que “nos deja en posición de caja muy comprometida y que nos impediría pagarles a sus proveedores por lo menos este sexto mes de adeudos vencidos”.

Y recientemente, Fitch Ratings rebajó la calificación de incumplimiento de emisor de largo plazo en moneda local y extranjera (IDR) de Petróleos Mexicanos (Pemex) a "B+" desde "BB-", con perspectiva negativa.

La calificadora explicó que este ajuste refleja "el débil desempeño operativo de Pemex", lo que resultó en que Fitch redujera varios de los puntajes de relevancia ESG (siglas en inglés para Ambiental, Social y Gubernamental) de la empresa estatal a "5" y que se espera que la petrolera "limite aún más sus fuentes de financiamientos de bancos, inversionistas y proveedores".

A la nota negativa de Fitch se unió la de Moody´s, que de A3 en 2017, fue degradando su recomendación para deuda de Pemex hasta que en 2020 la colocó por debajo del considerado grado de inversión o interés sin riesgo de quiebra (que arrastraría al gobierno que respalda a Pemex), para que desde finales de 2021 se sitúe a Pemex con una nota B1, la más baja en su historia.

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El Economista