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Turquía busca colocar su acero en los mercados de Chile y Perú
Miércoles, Septiembre 13, 2023 - 17:45
foto Gwendolyn Ledger

Mayor diversidad de productos, más volumen y precios competitivos se erigen como los principales atractivos del commodity turco en suelo latinoamericano. Naciones como Colombia y la región del Caribe también están en la mira.  

Emrh Uğursal es un empresario turco, gerente de Bastyg, una empresa familiar con más de 40 años en el sector del hierro y acero. Tiene una facturación anual de más de US$ 1.000 millones más una capacidad de producción de acero líquido de 2 millones de toneladas por año, y está en proceso de ampliar sus envíos de barras de acero a Chile.

La suya es una de las casi veinte firmas turcas que vienen esta semana en misión a Chile y a Perú, de la mano de la Asociación de Exportadores de Acero de Turquía, o ÇİB, por sus siglas en idioma turco.

“Hasta ahora hemos vendido tres barcos de acero a empresas locales”, explica Uğursal quien gusta de hacer tratos comerciales con chilenos. “Son serios, más confiables, tienen una mente más potente”, comenta. 

La asociación, más conocida por su nombre en inglés Turkish Steel Exporters Association, es el quinto mayor exportador de acero en el mundo -y el séptimo en términos de volumen generado- con una producción de 35,1 millones de toneladas de acero crudo en 2022. Exporta este commodity a 200 países y sus principales productos incluyen acero para barras y alambres de aleación, tubos, láminas de acero, tornillos y aplicaciones para la construcción.

“Este año proyectamos producir unas 33.000 toneladas”, dice a AméricaEconomía Uğur Dalbeler, vicedirector de la asociación de acero turco, ÇİB. 

“En Turquía, hemos tenido un incremento en los últimos dos años. Pero ahora [la producción] se ha visto afectada por factores como el proteccionismo de algunos mercados, mayor competencia, especialmente con China, que podría subir su oferta a unas 80.000 toneladas este año”, detalla.

Otras razones son los problemas internos de inflación del país de Erdogan -que ya bordea el 50% este año-   más problemas de suministro debido a la guerra en Ucrania y Rusia, que han elevado el costo de la energía.

De ahí la relevancia de esta, su primera gira internacional post COVID-19.

“En esta vuelta estamos apuntando especialmente a Perú y Chile, pero ya estamos planificando visitar otros países, como Colombia y el Caribe”, agrega el directivo de Turkish Steel.

Pero las señales globales han sido dispares. Para abril de este año, se proyectaba un aumento de demanda mundial de acero en torno a 2,3%, equivalente a 1.822 millones de toneladas. Una mejora con respecto a una previsión anterior de la Asociación Mundial del Acero que había inicialmente pronosticado apenas un 1% de crecimiento para el año en curso y otro magro 1,7% para 2024.

Sin embargo, para junio el panorama era otro, con una caída del 1,1% interanual en la producción mundial de acero bruto, equivalente a 943,9 millones de toneladas métricas en el primer semestre debido a una menor producción en Europa y América, según mostraron los datos de la Asociación.

El problema es que la producción en China, el principal productor y consumidor mundial del metal, aumentó un 1,3% a 535,6 toneladas métricas en enero-junio. Tanto incide este superávit que varias acerías chinas han recibido instrucciones de limitar su producción para este año al mismo nivel que en 2022, y aun así es probable que la producción de acero de China en 2023 continúe rondando la marca de los mil millones de toneladas por cuarto año consecutivo, estimó Citi en un análisis de la agencia Reuters.

La misma agencia espera que fuera de China la producción de acero aumente en la segunda mitad del año e impulse la producción anual a 847 millones de toneladas métricas, un 3,6% más que en 2022. Rusia, por ejemplo, que es el quinto país productor más grande del mundo, afectado por las sanciones, aumentó un 1% a 37,5 millones de toneladas métricas.

La exportación de Turquía a Chile ha estado variando a la baja, pasando de 100.000 toneladas en 2022 a unas 50.000 en lo que va de este año.

“Por eso llegamos con una delegación, para reactivar la relación”, confiesa sonriente Uğur Dalbeler.

A lo largo de todo el martes 12, la comitiva turca y sus 19 empresas se reúnen con ejecutivos chilenos de diferentes sectores.

Una firma chilena que trabaja con acero presente en la rueda está entusiasmada con la presencia turca. Aún no han comprado este material en ese país, pero esperan concretarlo ya que el trato les es interesante por capacidad de producción. 

“Probablemente en esta sala debe haber 20 millones de toneladas de acero, que debe ser casi veinte veces el mercado chileno completo. Las posibilidades también van por el lado de la economía escala”, indica el potencial comprador local, que desea permanecer anónimo.

Sus productos servirán tanto para la construcción, para refuerzo del hormigón, como para la industria metalmecánica local y bolas de acero para minería.

Y el hecho de que exista oferta china y turca, además de la chilena, ayuda a que los precios sean más competitivos, destaca el potencial comprador de acero turco.

CUMPLIR LA NORMA

Pero, con una economía a la baja y decenas de empresas constructoras quebrando, ¿necesitará más acero el país latinoamericano?

Un reporte de fines de abril hecho por el Instituto Chileno del Acero (ICHA), determinó que el consumo de acero en Chile cayó 30,4% en 2022. 

Con el nombre de Consumo Aparente, el informe comprende la producción local más las importaciones y descuenta las exportaciones del país, registró un volumen de 2 millones 289 mil toneladas el año pasado, con el consumo de aceros largos, que incluyen barras rectas y en rollos, perfiles livianos y pesados, así como laminados en caliente, como los más afectados. 

Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del ICHA, señaló que “en 2023 persiste una recesión. Hay una disminución en la actividad minera, inmobiliaria e industrial, situación económica recesiva que se manifiesta con relevancia en sector construcción.  Estas contracciones son las que gatillan el menor consumo de acero”.

Gutiérrez agregó que “la caída de consumo aparente de acero en Chile equivalente a -30,4% para el año 2022 respecto del año anterior, se posiciona como la segunda mayor contracción de los últimos 27 años, provocada por la actual recesión económica que enfrenta el país, solo detrás de la recesión del año 2009”.

Con todo, en esa fecha el ICHA esperaba un crecimiento del 7,1% para 2023, marcando una recuperación para la industria, llegando a un volumen de 2 millones 450 mil toneladas, mientras que para 2024 la estimación preliminar es que el consumo aparente llegue a 2 millones 258 mil toneladas, “concordante con la caída de un 0,5% en la inversión en construcción proyectada por la Cámara Chilena de la Construcción”, dice el ejecutivo del ICHA.

Respecto de las precauciones ante la llegada de más acero turco, si bien el principal gremio de metalmecánica chileno ASIMET no quiso opinar sobre la materia para este artículo, en un documento de 2022 mostraba preocupación porque el acero importado -en general- no cumpliese con la norma chilena NCh203, sobre la calidad estructural necesaria.

Algo que el ICHA refuerza. “Es muy importante el destacar y reforzar los requerimientos técnicos que debe cumplir el acero en Chile, en tanto pudiesen ingresar aceros de baja calidad”, advierte Juan Carlos Gutiérrez.

Para él, el dinamismo del sector construcción local conlleva un incentivo a bajar los costos, pero a su vez, “los requisitos del acero para uso estructural están establecidos en ley general de urbanismo y el manual de carreteras [de Chile] y establecen la obligatoriedad del cumplimiento de la normativa mediante la certificación de estos productos. La ley es clara en que deben ser validados por un laboratorio acreditado”, enfatiza.

Al respecto, la delegación turca defiende su calidad de aceros.

“La calidad es buena”, afirma Gürgan Turkaslan, otro de los vicepresidentes de la ÇİB presentes en la rueda de negocios. 

“Chile es un país de terremotos. Por eso los materiales que ocupen en construcción deben ser especiales. Expertos van a Turquía para revisar su producción. Solo así importan a Chile”, comenta.

Otro de sus desafíos es producir acero con un mínimo de contaminación del mundo. 

“El productor de acero de Turquía usa chatarra para su producción. Y también están usando cada vez más energía verde. El consumo de energía, en este momento, es de 40% fuentes renovables, con 30% de gas natural y el otro 30% es combustible tradicional, al igual que Italia y Alemania”, refuerza Gürgan Turkaslan. 

El comprador potencial chileno coincide: los criterios ESG, especialmente los ambientales para el acero son más fuertes cada día.

“Nuestros clientes nos van pidiendo también a nosotros este tipo de certificaciones, este tipo de conciencia a nivel global, lo que nos va a restringir a nosotros también respecto de dónde comprar (…) Tanto para el mercado turco como para el mercado chino es un desafío ir poniendo sellos verdes para seguir siendo atractivos para nosotros”, afirma. 

ACERO PARA PERÚ

Tras su paso por Chile, la asociación de acero turco irá a Perú, país donde se ha anunciado una iniciativa para fomentar el comercio bilateral en la industria siderúrgica. 

Para los organizadores de la rueda de negocios, el interés entre los exportadores de acero turcos y las empresas peruanas tiene como objetivo no solo aumentar el volumen de comercio de acero entre los dos países, también establecer una asociación sólida y beneficiosa para ambas partes.

La firma a cargo de las reuniones Observando las cifras de exportación hacia Perú, se evidencia un aumento significativo en la demanda interna. Entre 2019 y 2022, Turquía exportó más de US$ 800 millones en productos a Perú.

Por eso, la delegación turca del ÇİB, tiene la ambición de incrementar estas cifras y establecer un comercio bilateral más sólido y significativo con ese país. 

La elección de Turquía como socio comercial por parte de Perú tampoco es fortuita. Además del Acuerdo de Libre Comercio en discusión desde 2014, que otorgaría ventajas a las empresas peruanas, la decisión se basa en la calidad de los productos turcos, sus precios competitivos y estrategias de marketing efectivas. 

“Los productos turcos de acero cumplen con los más altos estándares de calidad exigidos y, gracias a su amplia experiencia en el comercio mundial, el país puede responder rápidamente a las demandas de los clientes y ofrecer soluciones ante cualquier situación imprevista”, indica Mónica Chávez, Gerente de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima, CCL.

Las proyecciones para la rueda de negocios, que se realizará en Lima, apuntan a que entre 2024 y 2026, el volumen de acero turco que se importe aumente a 1,5 millones de toneladas. De acuerdo con datos de la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO), Perú produjo 1.102 millones de toneladas de acero en 2022, lo que implica importar casi un 100% de la generación local.

“La relevancia de América Latina para la industria turca del acero es innegable. La región está compuesta en su mayoría por países en desarrollo, y el consumo de productos siderúrgicos es una parte esencial de su crecimiento. La recuperación económica de Perú tras la pandemia ha sido notable, lo que aumenta la expectativa de una demanda sostenida de acero durante los próximos años”, concluye Chávez. 

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Gwendolyn Ledger