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Colisión de tanqueros revela brechas regulatorias en operaciones costa afuera en Brasil
Miércoles, Noviembre 28, 2018 - 13:49

La Armada de Brasil dijo que registró 59 entregas barco a barco de productores de petróleo al 30 de octubre, un alza versus las 28 del año pasado, pero Shell y un consorcio entre Repsol y Sinopec dijeron que realizaron más de 65 transferencias en el mismo lapso.

Río de Janeiro.- Brasil ha duplicado el número de transferencias de petróleo de barco a barco en alta mar este año, pero su control sobre las riesgosas maniobras es laxo, al punto al que una colisión en julio de 2017 entre dos tanqueros no fue reportada, según una revisión de Reuters de registros oficiales y documentos navieros.

Se proyecta que las transferencias seguirán en alza mientras el desarrollo de ingentes reservas petroleras en aguas profundas de Brasil continúe atrayendo a grandes productores como Exxon Mobil Corp y Royal Dutch Shell Plc. En estas maniobras, dos barcos se aproximan para que el petróleo pueda ser transferido a través de mangueras de alta presión.

La práctica está permitida desde 2013 en aguas brasileñas. Sin embargo, el escaso control dificulta el seguimiento de la estadística más básica: cuántas transferencias se realizan.

La Armada de Brasil dijo que registró 59 entregas barco a barco de productores de petróleo al 30 de octubre, un alza versus las 28 del año pasado, pero Shell y un consorcio entre Repsol y Sinopec dijeron que realizaron más de 65 transferencias en el mismo lapso. Un portavoz de la armada no pudo explicar de inmediato la diferencia en las cifras.

Las empresas deben informar a las autoridades de las transferencias (STS, por su sigla en inglés), especialmente si hay daños o hidrocarburos derramados en el mar.

Pero no todas lo hacen, según la revisión de Reuters de registros oficiales y marítimos y entrevistas con 16 representantes de agencias navieras, legisladores, reguladores y proveedores de servicios.

La mayoría de los países productores de petróleo permiten la práctica, pero bajo una mayor supervisión. En Uruguay, por ejemplo, al menos dos oficiales navales deben estar presentes durante las operaciones en alta mar.

El regulador de petróleo de Brasil y la Armada dijeron que nunca se les informó de la colisión de dos embarcaciones en 2017 durante una transferencia de petróleo. El operador de embarcaciones Knutsen NYK Offshore Tankers estimó que uno de los tanqueros involucrados sufrió daños por US$1 millón.

Los críticos dicen que estos problemas ocurren por la laxa supervisión de las autoridades. "La legislación actual es demasiado flexible, lo que permite a las empresas hacer lo que quieran", dijo el congresista Nilto Tatto. "Debemos mejorar las reglas para que el gobierno asuma su responsabilidad y debemos hacer que las empresas cumplan".

El regulador petrolero de Brasil, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), y la Marina dijeron que nunca fueron informados de la colisión, mientras que un documento interno de Knutsen revisado por Reuters señaló que se alertó a las autoridades, sin especificar a qué agencia.

John Einar Dalsvag, vicepresidente de Knutsen, dijo en un correo electrónico que no había necesidad de un reporte oficial a las autoridades porque no se produjo impacto ambiental y los daños fueron "menores".

La cantidad de transferencias de STS en Brasil podría llegar a 300 en 2022, según Erik Cunha, jefe de ventas de OceanPact Servicos Maritimos SA, una firma que maneja derrames de petróleo en el mar. Se proyecta que la producción petrolera costa afuera de Brasil alcanzará 2,9 millones de barriles por día (bpd) en 2019 y 4 millones de bpd en 2027, según la consultora Wood Mackenzie.

Proveedores de STS y sus clientes afirman que la práctica es segura. Datos compilados por la consultora Dynamarine muestran que menos de 1% de las transferencias en el mundo termina en colisión. Los derrames derivados de estas operaciones también son raros, según los datos.

Ibama, el regulador ambiental de Brasil, usa radar para chequear derrames haciendo escaneos marítimos cada seis días, pero el país sudamericano depende de que los operadores de tanqueros y los proveedores del servicio de transferencias reporten a la Armada y a la ANP sobre cualquier accidente que resulte en "daño material".

"No hay forma de monitorizar las operaciones 24 horas", dijo el oficial de la Armada Pericles Arraes.

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Autores

Reuters