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El avance de América Latina en el despliegue de las energías renovables
Jueves, Junio 24, 2021 - 12:41

Una nueva instalación solar en Chile muestra los esfuerzos en el desarrollo e implementación de las energías renovables de la región, que busca llegar a un 70% de participación de energía limpia para el año 2030.

La planta de energía solar concentrada del Cerro Dominador, en la región chilena de Antofagasta, la más grande de América Latina y El Caribe, es la última muestra del despliegue de las energías renovables en la región. Inaugurada el pasado 9 de junio, esta espectacular instalación proporcionará energía renovable las 24 horas del día.

“Lo revolucionario de esta planta es que puede generar energía tanto de día como de noche, gracias al almacenamiento de energía térmica. La energía solar de concentración nos da energía las 24 horas, y puede alcanzar la misma eficiencia que una planta generadora de carbón o gas”, explicó a DW Juan Carlos Jobet, ministro de Energía de Chile. 

“Este proyecto, en combinación con la planta fotovoltaica que existe en el lugar desde 2017, será capaz de evitar la emisión de cerca de 640.000 toneladas de CO2 al año y generará energía equivalente a abastecer a 380.000 hogares aproximadamente”, detalló.

La puesta en marcha de esta instalación contribuirá al nuevo objetivo que se ha fijado el Gobierno chileno. “Durante las próximas semanas ingresaremos un proyecto de Ley que duplique la obligación de cuotas de ERNC en el Sistema Eléctrico Nacional, para que las ERNC representen el 40% de la matriz al 2030”, avanzó.

Se trata del primer paso para llegar al objetivo final: 100% de energías limpias en 2050 en el que no hay espacio para las centrales a carbón existentes y cuyo cierre se está llevando a cabo actualmente. “Desde que lanzamos el Plan de retiro del carbón, hace dos años, hemos ido acelerando el cronograma original. La meta inicial, de retiro o reconversión de ocho centrales al 2024, la hemos adelantado tres años, cumpliéndola a fines de este”, recalcó.

Asimismo, se prevé que para el 2025 se hayan cerrado la mitad de las centrales operativas, es decir, 14 de 28. “Con esta nueva meta, estaremos evitando la emisión de 3,1 millones de toneladas CO2 a nuestra atmósfera”, puntualizó.

Un potencial a desarrollar a nivel regional. “En la actualidad, América Latina y el Caribe tienen su generación eléctrica apoyada en un 59% de fuentes renovables, con una alta concentración de hidroelectricidad”, explicó a DW Alfonso Blanco, Secretario Ejecutivo de Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).

 

No obstante, “la región está formada por países con estructuras energéticas muy distintas, con agendas disonantes y cuestiones coyunturales complejas”, lamentó, por su parte, Nicole Stopfer, directora del Programa Regional de Seguridad Energética y Cambio Climático América Latina de la Fundación Konrad Adenauer (KAS, por sus siglas en alemán).

Sin embargo, en el marco de la pasada COP25, presidida por Chile, se lanzó la iniciativa regional llamada Energía Renovable en América Latina y el Caribe (RELAC) que pretende alcanzar una meta regional de al menos un 70% de participación de energía renovable en la capacidad de generación de electricidad para el año 2030.

Chile, Costa Rica y Colombia colideran esta iniciativa que cuenta con la participación del Banco Interamericano de Desarrollo y OLADE cuyo rol es “coordinar el Comité Técnico y de Monitoreo encargado del sistema de medición, reporte y verificación”,  puntualizó Blanco.

“Uno de los objetivos que nos trazamos para fin de este año es llegar a 13 países de América Latina y el Caribe participando activamente de la iniciativa. Al momento tenemos a cinco que han firmado la Declaración de Principios de RELAC, y otros cinco en tratativas avanzadas”, avanzó el Secretario Ejecutivo de OLADE recordando que en la región, “muchos países ya han llegado a la meta del 70% de la iniciativa, y algunos están en números cercanos al 100%”.

El reto de la transición energética pasa por la cooperación. “La iniciativa RELAC es un gran logro porque simboliza y facilita la cooperación energética regional”, opinó en entrevista con DW Philipp Hauser, experto en América Latina de la organización alemana Agora Energiewende. “Tradicionalmente, la región ha tenido mucha dificultad de cooperar en ámbitos de energía, pero es justamente la cooperación e integración regional lo que facilita y amplía los beneficios de la transición energética”, aseguró.

 

“Al trabajar en conjunto en iniciativas regionales, los países pueden atraer más inversiones y proyectos”, agregó Stopfer, quien consideró que “la meta regional del 70% es factible, siempre y cuando haya compromiso, visión y planeación política a largo plazo”. “Una continuidad en políticas públicas ha sido la clave en países exitosos, como por ejemplo Costa Rica y Uruguay, pero también en Chile y Colombia”, recalcó.

La directiva alemana también apuntó a otros factores clave, como el financiamiento, incentivos fiscales, así como una legislación fuerte y la participación de diferentes actores. Para Hauser, el éxito de la transición energética depende de factores como la capacidad de desarrollo de los recursos renovables, la movilización del capital a bajo costo, la regulación de los mercados energéticos y la inclusión de las comunidades en proceso.

“Con una buena consideración de estos puntos es posible utilizar la transición energética como vector de un desarrollo económico más pujante e inclusivo de la región Latinoamericana y del Caribe”, aseguró el experto en asuntos energéticos latinoamericanos.

Según el informe Perspectiva global de energías renovables, de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), acelerar la adopción de las energías renovables podría brindar 3 millones de empleos a América Latina para 2050.

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Autores

Deutsche Welle