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José Antonio del Valle y millonaria demanda contra Coca-Cola: "Nunca hicieron una bebida carbonatada, semejante a un refresco con GABA"
Lunes, Mayo 20, 2019 - 16:41

Esta historia de David versus Goliat comienza en diciembre de 2017, cuando este empresario mexicano, creador de GO gaba -una bebida elaborada con el ácido gamma-aminobutírico-, firmó un convenio con Coca-Cola Company para lanzar el producto al mercado internacional, con el supuesto compromiso de que no lanzaran productos con GABA de forma paralela. Sin embargo, a los cinco meses, en Japón, la multinacional comenzó a distribuir Fanta Gaba por su cuenta.

-¿Cómo comienza su historia con el GABA?

-Me encontré con el GABA en Japón, en 2008. El GABA es un aminoácido que te ayuda de forma natural a reducir el estrés. Conseguimos la distribución exclusiva para México y nos pusimos la tarea de pensar qué podíamos hacer con el GABA, y resultó una bebida refrescante que tomó el nombre de Go gaba, enfocada a disminuir el estrés o a darte un mejor desempeño.

Comenzamos con tan solo 20 puntos de venta en México, y alcanzamos 2.000, para luego empezar a exportar a Holanda, donde la bebida también fue vendida con mucho éxito. La vendíamos en lugares como la Universidad de Amsterdam, la Universidad de Rotterdam o en centros de trabajo, en empresas como Cannon o KLM. Y en ese momento era un total orgullo, ya que era una bebida desarrollada en México, vendiéndose en un país como Holanda donde tienen todo tipo de innovaciones y de alternativas de alimentos. Adicionalmente, en 2015 recibimos varios reconocimientos, como el de Google, que nos premió como una de las diez marcas con más potencial en México; y el de la Secretaría de México, a través del Instituto Nacional del Emprendedor, que nos reconoció como un emprendimiento de alto impacto.

-¿En qué momento comienza el ‘romance’ con Coca-Cola Company?

-Lo que yo decidí fue que se debía recapitular todo lo aprendido hasta ese momento, y más allá de usar ese recurso para crecer más en el negocio, había que utilizarlo para entrar en una fase de reingeniería con Ogilvy, una de las agencias de medios más grandes del mundo. En ese proceso estuvimos alrededor de ocho meses, donde aplicamos cambios al producto para mejorarlo y con la confianza de que podíamos tener un lanzamiento del producto a nivel global.

-¿Buscó financiamiento para ese paso?

-Nos acercamos al BBVA, el banco de origen español, que es la entidad bancaria líder en México y ellos decidieron representarnos. La idea era levanta US$28 millones para poder ir a 50 países en cinco años. Cuando estaba en ese proceso me preguntaron si me gustaría sustituir ese levantamiento de capital por un acuerdo de distribución con una de las compañías líderes en la industria, y mi respuesta fue sí, porque el capital no era para mí, sino que era para desarrollar ese plan de negocios.

-Aquí es cuando aparece Coca-Cola.

-Sí, la compañía que me había hecho el ofrecimiento era Coca-Cola Company. Entonces, fuimos a varias reuniones en sus oficinas de México, donde el equipo de ellos estaba integrado por ejecutivos que han trabajado en varios países. Ahí me entrevisté con una serie de vicepresidentes y hasta con el mismo presidente de la compañía, acá en México. Finalmente, entramos en un acuerdo comercial en diciembre de 2017.

-¿Cuál es la base de dicho acuerdo?

-Que yo como emprendedor llevaba todo lo que sabía, todo mi conocimiento, mi producto, la marca, toda mi investigación de mercado, etc. Y ellos iban a poner la gente, el dinero y la distribución para sacar el producto en México. Yo desde el principio insistí mucho en que quedará más clara la relación.

-¿A qué se refiere con eso de “más clara la relación”?

-Me refería a ir definiendo la naturaleza de la relación, cosa que ellos nunca quisieron hacer. Y de esto se detona mucho el problema posterior, ya que quisieron dejar todo en la ambigüedad. Naturalmente, con ventaja para ellos.

-¿Qué se puso exactamente en el contrato de acuerdo?

-Que después del lanzamiento, en México, ellos tenían la posibilidad de comprar el proyecto. Como no había nada más definido, lo que yo pedí, y así se firmó el contrato, es que durante la duración del contrato no hicieran ningún producto igual o parecido a GO gaba. Ni siquiera con GABA, porque el centro de Go gaba es GABA (el aminoácido).

-¿Qué dijo Coca-Cola de esas condiciones?

-Las aceptaron, les pareció justo y así lo expresaron, y yo lo que les dije fue muy simple: “Si GO gaba les gusta, puesta está claro entonces que vamos a llegar a un nuevo acuerdo; y si no les gusta, entonces, no hay razón para ustedes hagan algo parecido (otro producto), porque el concepto no les gustó”. Y aunque a ellos no les gustará mi producto, yo expresé que tenía total confianza en mis servicios y seguiría adelante con mis proyectos.

Entonces, les pedí que no fueran a sacar nada parecido o con GABA, en tanto no terminara el contrato, por un periodo de 30 meses. Así lo aceptaron y así lo firmaron, a nombre de todas sus subsidiarias, partes relacionadas, empleados, directores, toda la corporación.

-Ese contrato claramente le beneficiaba.

-Pero cuatro meses después comienzan a insistir que firme un nuevo acuerdo, y ese convenio era con la excusa de documentar la salida al mercado, la cantidad de puntos de venta, el monto de inversión, etc. Pero a los detalles de la salida al mercado se agregaban diez o 15 páginas más, que pretendían cambiar todos los acuerdos iniciales.

-¿Qué pasó entonces?

-Yo les dije que no me gustaba esta nueva idea, además que en este nuevo acuerdo ellos se querían quitar esa obligación de no competir, cosa que me alarmó mucho y no me gustó. Y estábamos en esas conversaciones cuando apareció Fanta Gaba, en Japón.

 

GABA JAPÓN

-¿Estuvo trabajando cuatro meses dentro de Coca-Cola Company? ¿En qué momento iban a hacer el lanzamiento de GO gaba?

-Estuve trabajando más de cuatro meses transfiriendo mi conocimiento, capacitando gente en lo que eran las aplicaciones de GABA. Meses en que yo no recibí ninguna remuneración mientras transmitía esos conocimientos o por las capacitaciones que realicé.

-Durante ese tiempo de capacitaciones a los ejecutivos, ¿¿unca sospechó que podía irrespetarse el acuerdo?

-No, la verdad nunca lo creí posible. Nunca me dijeron "no te necesitamos más".

-Si hablamos del mercado japonés, en específico, hay documentación que presentó Coca-Cola que indica que ellos estaban trabajando con Fanta Gaba, desde el año 2006, lo que descartaría su versión. ¿Cómo va a probar lo contrario?

-Como Coca-Cola pone los hechos no es necesariamente correcto. En 2006, sacaron algunos productos con GABA.

-Bueno, entonces, sí usaron GABA.

-Lo que ellos venían diciendo es que desde el año 2006 continuamente, año a año, venían usando GABA en sus productos. Productos con mí proyecto, y es falso. En 2006, hicieron algunos productos con GABA. Un café y un agua deportiva. Es decir, nunca hicieron una bebida carbonatada, semejante a un refresco con GABA.

-¿Y en Japón?

-Desde el 2006 no habían hecho nada en Japón. Tenían años que no tocaban el ingrediente… Pero cuando yo les llevo mi proyecto; si mi proyecto no hubiera sido innovador, si no les hubiera gustado o no les hubiera llamado la atención, ¿para qué firmar un acuerdo conmigo? ¿Si ellos ya sabían todo de GABA? 

En resumen, habían hecho algo hace 15 años que no continuaron, y yo llegó, les encanta mi proyecto, aceptan no hacer nada en paralelo con GABA, pero cinco meses después de firmar el acuerdo lanzan Fanta Gaba.

 

CITATORIOS E INCONSISTENCIAS

-¿Cómo conectan las acciones judiciales que inició en México con lo ocurrido en Japón?

-El equipo internacional de abogados que me representa ya está analizando esa posibilidad, y consideran que es totalmente viable. No te puedo decir ahora que lo vayamos a hacer, pero lo que sí puedo decir es que el tema se está analizando, tiene viabilidad legal.

-¿Tiene validez legal fuera de territorio mexicano?

-Sí, porque la subsidiaria con la que firmaron el acuerdo se llama Servicios Integrados de Administración y Alta Gerencia, y está enlistada y reconocida en el reporte 10k, que es el que meten dentro de la SEC (Securities and Exchange Commission), un reporte firmado por todo el consejo de administración de Coca-Cola Company. Ahí está reconocida la subsidiaria. Asimismo, Coca-Cola Japón, que lanzó Fanta Gaba, está reconocida como una subsidiaria de Coca-Cola en ese país, lo cual te lleva a concluir que la entidad mexicana y la entidad japonesa son partes relacionadas de Coca-Cola Company.

-¿Cómo van las acciones judiciales en México?

-Pues, vamos muy bien. Se presentó una denuncia por fraude, en la Ciudad de México, y una denuncia por robo de propiedad industrial a nivel federal. Ya hay una dictaminación y un peritaje sobre daños y perjuicios por US$345 millones, es decir, el ingreso que yo dejé de percibir por un negocio lícito, derivado de las acciones de Coca-Cola.

Ya se emitieron citatorios a tres vicepresidentes de Coca-Cola, acá en México, y no se presentaron a declarar. Posteriormente, se volvieron a emitir esos citatorios, para tres de los cuatro vicepresidentes que manejaban el proyecto, en calidad de testigos. Ahora, se les volvió a citar, junto con cinco personas que trabajaban en mi equipo, y ellos sí se presentaron a declarar, y hubo una serie de inconsistencias en sus declaraciones.

-¿Qué es lo que está buscando con esta demanda? ¿Un acuerdo económico?

-Lo más importante es encontrar un camino constructivo, lejos de una espiral de conflictos que nunca termine. Yo traté de buscar el diálogo al principio, pero lo único que me ofrecieron fue que firmáramos una carta para que el acuerdo solo rija en México.

-¿Cuál es esa solución final?

-No quisiera ponerle nombre y apellido a esa solución, porque se me ocurren varias soluciones, pero la pregunta es: ¿están dispuestos a buscar soluciones? Porque han dado declaraciones cortas a la prensa diciendo que no hay merito en lo que yo digo, que ya venían haciendo cosas con GABA, y que el acuerdo solo era para México. Pero ninguna de las tres cosas los exime de su obligación en el contrato, y ese es el punto central.

Países

Autores

Cristian Aránguiz