Las amplias reservas acumuladas por la baja demanda doméstica en 2020 y los incentivos para exportar permitieron incluso realizar las primeras ventas externas desde el megayacimiento, considerado la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo.
Buenos Aires. La producción de crudo de la formación no convencional Vaca Muerta, la esperanza energética de Argentina, se disparó a un nivel récord en diciembre gracias a los mejores precios locales y globales, dejando atrás la crisis de baja demanda generada por la pandemia del coronavirus.
Las amplias reservas acumuladas por la baja demanda doméstica en 2020 y los incentivos para exportar permitieron incluso realizar las primeras ventas externas desde el megayacimiento, considerado la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo.
La producción de petróleo no convencional en Vaca Muerta, un área del tamaño de Bélgica ubicada mayormente en la provincia de Neuquén, alcanzó los 124.000 barriles por día (bpd) en diciembre, un récord histórico, según datos de la consultora de energía Rystad Energy.
En marzo de 2020, antes del inicio de una estricta cuarentena en el país, Vaca Muerta produjo 123.000 bpd, según Rystad.
Las expectativas del sector ahora están puestas en qué sucederá este año con la producción de gas en la formación, que quedó relegada en los últimos tiempos debido a menores inversiones por una baja en el precio de ese combustible, que es regulado por el Estado y suele escasear en el invierno austral.
"Al ver que no tenían precios razonable del gas, que los precios que pagaba el mercado estaban por debajo del 'break even' de la mayoría de los pozos, se dejó de producir gas y se pasó a petróleo", explicó a Reuters Emilio Apud, exsecretario de energía del país.
El déficit comercial energético de los últimos años se ha convertido en un dolor de cabeza para Argentina, que necesita reducir sus importaciones para proteger las menguadas divisas con las que cuenta para hacer frente a su obligaciones de deuda en medio de una prolongada crisis económica.
El Gobierno del presidente Alberto Fernández lanzó en octubre un programa de estímulo a la producción de gas para el período 2020-2024 con el que aspira a sustituir importaciones por 5.629 millones de dólares.
A partir del nuevo programa, la actividad en gas no convencional empezó a mostrar signos de reactivación, señaló a Reuters Luciano Fucello, gerente en NCS Multistage, una compañía de servicios y tecnología.
"Ya se ve el impacto en la actividad de Tecpetrol y Pluspetrol, ambas dedicadas al gas en Vaca Muerta, y en los equipos que colocó (la petrolera) YPF", que cuenta con ocho equipos perforando, cinco de los cuales estan en gas, explicó Fucello.
Según el informe energético mensual de la consultora Ecolatina, de los 51 pozos perforados en diciembre, sólo tres fueron de gas.
"Con el Plan Gas 4 (en alusión al programa oficial) activado esto deberá cambiar a partir de enero", explicó la consultora.
Primeras exportaciones. "Si bien la actividad de los pozos en la zona de gas de Vaca Muerta se mantuvo deprimida en los últimos tres meses del año pasado, los de petróleo se recuperaron bruscamente en noviembre y diciembre, lo que llevó el conteo de nuevos pozos de petróleo a un promedio de alrededor de 11 pozos por mes", afirmó Artem Abramov, director de investigación en Rystad Energy.
Con el derrumbe del precio internacional del barril de petróleo y la menor demanda local de combustibles por la estricta cuarentena, Fernández estableció un precio local para el barril de crudo con el fin de estimular la actividad, lo que permitió a las empresas acumular reservas.
Por otro lado, eliminó los aranceles para la exportación, lo que generó que, por primera vez, haya embarques al exterior desde Vaca Muerta.
Según una fuente de la industria, en 2020 se exportaron unos 7,1 millones de barriles, mayormente de Vista Oil, con casi 3 millones, Petronas y Shell.
"En medio de la crisis, fue la gran oportunidad que tuvimos", dijo en relación a las exportaciones un ejecutivo de una petrolera internacional, que pidió no ser identificado.
"El crudo de Vaca Muerta era desconocido para las refinerías del mundo. Era penalizado, más allá del costo del flete, por el desconocimiento del crudo, con US$10 a US$15. La pandemia permitió aprovechar esa línea de trabajo y desarrollar mercados", agregó.
En 2020, Argentina registró un leve superávit comercial energético después de 9 años consecutivos de déficit, según datos del informe de Ecolatina.
¿llegarán las inversiones? La producción de crudo de YPF, la petrolera estatal que lidera la exploración en Vaca Muerta, aumentó un 38% en enero.
La empresa, que opera en un tercio de toda la formación, tiene previsto destinar este año US$1.300 millones al desarrollo de hidrocarburos no convencionales.
"La producción en Vaca Muerta va a seguir subiendo pero no están las condiciones dadas desde lo macroeconómico para que venga un aluvión de inversiones", explicó Daniel Dreizzen, analista de Ecolatina y exsecretario de planeamiento energético.
Dreizzen destacó la necesidad de garantizar libertad para el ingreso y egreso de divisas y buenas condiciones de financiamiento para las empresas.