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Reforma hacendaria en México: daltónicos contra Testigos de Jehová
Mié, 23/10/2013 - 10:21

Vianey Esquinca

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Vianey Esquinca

Vianey Esquinca es consultora en comunicación e imagen, escribe la columna "La Inmaculada Percepción" en Excelsior (México).

El campo minado de San Lázaro provocó un ríspido inicio de partido, en el que el presidente Enrique Peña Nieto presentó su propuesta de reforma hacendaria. Inmediatamente los equipos se conformaron. Por un lado quedaron “los daltónicos”, porque ya no distinguen colores, conformado por el gobierno federal, el PRI y el PRD; y por otro, el equipo de Testigos de Jehová que fueron tocando de puerta en puerta para dar a conocer su verdad, integrado por los panistas en alianza con el empresariado mexicano.

De entrada los legisladores panistas acusaron de juego peligroso al delantero Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Hacienda, por pretender aplicar IVA a colegiaturas, rentas e hipotecas, además de homologar el IVA en la frontera.

Fueron los blanquiazules quienes se encargaron de poner en jaque a la zaga tricolor en varias ocasiones con remates que pasaron muy cerca del marco del guardameta Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, que tenía el propósito de evitar que le metieran goles. Envalentonados exigieron que se modificara complemente la propuesta de reforma hacendaria #ternurita.

Sus reclamos tuvieron eco en una enardecida barra que animó al equipo de los Testigos a mantener la ofensiva, estrategia que funcionó y en la primera parte del juego le dieron una goliza al equipo de los Daltónicos, dejando un marcador de tres goles por cero al lograr que finalmente se quitara el impuestos a las colegiaturas, rentas e hipotecas. El PRD entonces exigía que le tomaran en cuenta el gol que según ellos llevaban de ventaja por haber logrado que ni siquiera se propusiera  el IVA a alimentos y medicinas.

Los Daltónicos tuvieron problemas para pasar de la media cancha y aunque tuvieron pequeños destellos el juego era dominado por el PAN y los empresarios. Sin embargo, desde la media cancha y cuando parecía que la iniciativa privada iba a meter otro gol, el PRD dio un pase al PRI y se corrió la versión de que subirían a dos, y no un peso, cada litro de refresco. Inmediatamente la defensa de los cabilderos alcanzó a rechazar el cañonazo de la escuadra tri-negriamarilla.

Los panistas fueron perdiendo terreno porque en lugar de meterse al juego se dedicaron a alentar al público a que protestara por el partido que se estaba llevando a cabo en el Congreso, poco a poco se aislaron, lo cual fue aprovechado por los Daltónicos. Entonces los cabilderos que fungían como guardametas comenzaron a ver peligrosas entradas de los legisladores para los que no estaban preparadas.

A minutos de terminar el partido, una jugada de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados le dio una ventaja clara a los Daltónicos. Con un disparo cruzado pusieron un IEPS de 5% a la comida chatarra, el tiro pegó en el travesaño porque inmediatamente los cabilderos reaccionaron, pero terminó por meterse en la esquina del marco del equipo contrario. “Mano, mano” gritan los empresarios y exigían que se marcara penal, pero el árbitro no marcó falta y lo dio por bueno.

Esto provocó que los panistas volvieran a pedir cambio de director técnico, mientras Josefina La Pioja Vázquez comienza a pasearse por el campo de entrenamiento poniendo nervioso a Gustavo El Rey Midas Madero, nombrado así por haber convertido varios fracasos electorales en triunfos y quien sólo atina a decir: “Yo soy el dirigente del PAN no soy Dios”.

Sin embargo, al finalizar el partido de vuelta, porque ahora tendrán que ir al terreno de juego del Senado, sólo se ve caras largas de los jugadores. Al gobierno federal lo dejaron con diez mil millones de pesos menos de lo previsto por el Ejecutivo; al PRD lo acusan de haberse dejado enamorar por el PRI; el PAN quedó aislado y obtuvo una victoria pírrica y la iniciativa privada amenaza con llegar a los tribunales porque no quedaron satisfechos con el resultado del partido. Sin embargo, si los jueces salen como la Federación Mexicana de Futbol, entonces ya podrán despedirse de sus utilidades millonarias.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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